Los jardines verticales pueden ayudar a bajar las altas temperaturas de las ciudades

Los jardines verticales han emergido como una solución innovadora y efectiva para mitigar el calor urbano

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Se han convertido en una
Se han convertido en una alternativa de construcción sostenible - crédito Freepik

En las últimas décadas el fenómeno del calentamiento global ha llevado a muchas ciudades a enfrentar un aumento alarmante de las temperaturas.

Ante esto los jardines verticales han emergido como una solución innovadora y efectiva para mitigar el calor urbano. Además se han convertido en una alternativa de construcción sostenible que contribuyen a la adaptación al cambio climático además de enverdecer la ciudad.

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Los jardines verticales que también son conocidos como muros verdes son estructuras que permiten cultivar plantas en superficies verticales. Estos pueden ser instalados en edificios, muros y otras estructuras urbanas, transformando espacios grises en ‘oasis verdes’.

Las plantas liberan vapor de agua a través de un proceso llamado evapotranspiración. Este mecanismo no solo es vital para la salud de las plantas, también enfría el aire circundante. A medida que el agua se evapora de las hojas, se absorbe calor del ambiente, lo que resulta en una buena reducción de la temperatura del aire.

Las plantas liberan vapor de
Las plantas liberan vapor de agua a través de un proceso llamado evapotranspiración - crédito AUSA-Illia

En entrevista con Infobae Colombia, Carolina Barreto, docente de Gestión Ambiental del Politécnico Grancolombiano, le contó al medio cómo pueden los jardines verticales ayudar a bajar la temperatura de la ciudad.

“Hay varios mecanismos por los cuales una un jardín vertical puede ayudar a reducir la temperatura, primero hay un efecto de enfriamiento porque se vapotrasnpira el agua. El agua del suelo libera la atmósfera en forma de vapor, por ende se genera la evapotranspiración y eso ayuda a enfriar un poco la masa de aire y el calor pues obviamente disminuye. Esto precisamente hace que se reduzca un poco más la temperatura”.

Los jardines verticales también proporcionan sombra a las paredes y ventanas de los edificios, lo que reduce la cantidad de calor absorbido por las superficies urbanas. Este enfriamiento puede disminuir la necesidad de aire acondicionado, reduciendo así el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero.

“Por otro lado, los jardines verticales también ayudan a reducir la redacción solar mediante la sombra porque actúa como una barrera y bloquea la radiación directa sobre las edificaciones y la infraestructura, entonces esto ayuda a que absorba el calor y por ende que la temperatura se reduzca”, agrega Barreto.

La presencia de vegetación en
La presencia de vegetación en las fachadas de los edificios actúa como un aislante natural - crédito freepik

Además, la presencia de vegetación en las fachadas de los edificios actúa como un aislante natural. De hecho, durante las temperaturas altas los jardines verticales ayudan a mantener los espacios interiores frescos mientras que en invierno pueden ayudar a retener el calor. Esto se traduce en una reducción de los costos energéticos a lo largo del año.

“Tenemos el aislamiento térmico porque las plantas son muy buenas para proporcionar aislamiento natural, mediante el sustrato, el tema de la cobertura obviamente de sustrato en donde se fijan las plantas, entonces al hacer que esto se dé, las temperaturas permanecen más estables al interior de los edificios, esto ocurre más que todo para el interior de las edificaciones haciendo que el interior de las edificaciones no suelan ser calientes”, dice la experta.

Barreto también comenta que los jardines verticales reducen el efecto isla de calor y que “Las ciudades cada día son más calientes, inclusive que la zonas rurales que es donde hay los arbóreos y las plantas, como no hay plantas y hay superficies pavimentadas entonces estas estructuras hacen que exista más calor. Cuando hay jardines verticales o cuando hay presencia de plantas, estas son las que absorben el calor haciendo que estas estructuras no la absorban y por ende no aumente la temperatura, por eso enfría el aire en un espacio donde es más reducido como el caso de las ciudades”, concluye.

Las plantas y los substratos
Las plantas y los substratos absorben menos calor que los materiales de construcción tradicionales en la ciudad - crédito Getty

El arquitecto bio-climático, Julio Cesar Múnevar, en entrevista con Infobae Colombia aseguró que “los jardines verticales reducen el efecto isla de calor ya que las plantas y los substratos absorben menos calor que los materiales de construcción tradicionales en la ciudad como el vidrio, concreto o la mampostería”, dice Múnevar.

Además, el arquitecto explica que los jardines verticales actúan como barrera acústica, sobre todo las fachadas que tienen substratos superiores a los 7cm ya que su densidad ayuda a absorber el el ruido urbano.

“Aíslan totalmente la parte del ruido y la parte térmica, porque lo que ellos hacen directamente es tomar la temperatura, la radiación solar y por medio de capas y substractos como se conforman ayudan a que estás plantas absorban todas esas temperaturas a diferencia de los materiales de vidrio, concreto y mampostería que se utilizan en la ciudad”.

“Incluso, pueden actuar como una barrera acústica por que ayudan a absorber todas las ondas, sobretodo en las vías principales. Si por ejemplo caminas por la calle 85, en Bogotá, o sobre toda la 11 desde el recorrido que tiene desde la calle 100 hasta convertirse en la carrera 13, el nivel de ruido y el nivel de contaminación que existe en esos lugares marca unos decibeles bastante altos, entonces las fachadas que tienen esos proyectos, en su mayoría, están intentando transformarse”, agrega Múnevar.

Bogotá podría convertirse en referente
Bogotá podría convertirse en referente de edificaciones con jardines verticales - crédito Luisa González/REUTERS

Bogotá cómo referente de edificaciones con jardines verticales

De acuerdo con el sitio web de la Alcaldía de Bogotá, la ciudad tiene como meta reverdecer 20.000 metros con el uso de los jardines verticales y al mismo tiempo embellecer la ciudad.

Por medio de estas iniciativas se busca un equilibrio entre lo natural y el desarrollo optimizando los recursos de manera segura y eficiente. En estos techos y jardines se pueden sembrar diversos tipos de plantas en la cubierta o superficie vertical, interior o exterior de una construcción logrando así conectar a las personas con la naturaleza dentro de las zonas urbanas.

“Bogotá podría convertirse en referente de edificaciones con jardines verticales por tres características: la primera, por que ya cuenta con edificios completamente diseñados para poder modificar ese tipo de condiciones difíciles ambientales. Las edificaciones que tiene sobre todo en la parte de los cerros orientales que es dónde más contaminación hay en la ciudad, con base en los mapas de ruido, ya están diseñados para eso. Y las cubiertas verdes que inclusive son más importantes, desde mi punto de vista, que las fachadas, por el mantenimiento y la complejidad son las que más suman”, afirma el arquitecto bio-climático, Julio Cesar Múnevar.

“Hay que tener en cuenta varios aspectos sobretodo a nivel fluvial que tiene la ciudad, porque desarrollar malas cubiertas verdes o que no están estudiadas previamente y diseñadas, pueden generar problemas mayores como infiltraciones con tierra o taponamientos de las redes hidráulicas, lo que implica inundación al interior de las edificaciones”, concluye Múnevar.

Para reverdecer la capital colombiana y aprovechar los espacios, estos jardines verticales también tienen múltiples beneficios para el ambiente: retienen el agua lluvia, mitigan el efecto de isla de calor, permiten el aprovechamiento de residuos orgánicos y generan conectividad con el Estructura Ecológica Principal, entre otras.

Así mismo, en el ámbito social mejoran el paisaje urbano, brindan sensación de bienestar y se convierten en sistemas urbanos de drenaje sostenible. A medida que las ciudades continúan creciendo y enfrentando los desafíos del cambio climático, integrar la naturaleza en el entorno urbano será crucial para crear ciudades más sostenibles y habitables.

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