En un trágico incidente que conmocionó a la comunidad de inmigrantes colombianos en Canadá, Vanessa Rentería, una mujer de 37 años originaria de Buenaventura, fue asesinada por disparos de agentes policiales en Vancouver. El suceso se produjo en un cruce donde, según las autoridades, Rentería sostenía un arma mientras llevaba a su hija de 18 meses en brazos. Sin embargo, la familia de la víctima, respaldada por el colectivo Justicia Racial, sostiene que la situación ocurrió en el contexto de una discusión con su esposo, quien supuestamente fue quien llamó a la policía.
Alí Bantú Ashanti, director del colectivo Justicia Racial y abogado, relató que la llegada de la policía fue precipitada por la llamada del esposo de Vanessa, aunque se desconoce qué información exacta proporcionó a las autoridades. “La información que tenemos es que el esposo de ella, al parecer en medio de una discusión con ella, llamó a la policía”, explica Bantú. “Cuando la policía llegó, le dispararon a ella mientras tenía a su niña en brazos”.
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La familia enfrenta una difícil y dolorosa odisea para repatriar el cuerpo de Rentería, que lleva casi un mes en una morgue de Vancouver. “Fue todo un trámite realmente para que le pudieran dar la visa y así pudiera viajar la semana pasada. Afortunadamente, logramos que le dieran la visa y pudo viajar. Nos tocó hacer unas colectas grandes, afortunadamente con el apoyo de varias personas, pero también tuvieron que hacer un crédito para pagar los tiquetes, porque no alcanzamos a recoger todos los fondos”, agrega Bantú, enfatizando la carga financiera que esta tragedia ha impuesto a la familia.
Una hermana de Vanessa viajó a Canadá y asumió la responsabilidad de cuidar a su sobrina, pero Bantú mencionó que la familia encontró numerosas dificultades para la repatriación del cuerpo. Los costos estimados para el traslado son de alrededor de USD 12.000 (aproximadamente 50 millones de pesos), de los cuales han logrado reunir unos USD $5.000 a través de sus esfuerzos comunitarios. La situación se complica aún más por las exigencias burocráticas.
Ante estas dificultades, la Cancillería de Colombia intervino. Según declaraciones oficiales, además de gestionar la visa humanitaria, el proceso de repatriación del cuerpo de Rentería ya está en marcha a través del Fondo Especial para las Migraciones (FEM). Sin embargo, se advierte que el procedimiento llevará varios días.
Bantú hizo un llamado a la solidaridad, destacando la urgencia de la situación: “Seguimos buscando a las personas que puedan solidarizarse con esta triste y lamentable tragedia de la familia de Vanessa Rentería, dado que su papá, sus hermanos y demás familiares están esperando el cuerpo allá para poder darle su santa sepultura. Requerimos el apoyo del Gobierno, los medios de comunicación y de las personas que quieran apoyar esta causa”.
Lo que se sabe del caso
Según el medio canadiense Vancouver Sun, la policía recibió un aviso de un incidente en la vivienda de Rentería alrededor de las 4:40 a. m. Al llegar al lugar, encontraron a la mujer atrincherada en una habitación, sosteniendo un arma de fuego, mientras tenía a un niño en brazos. En medio de la confusión, un oficial disparó contra ella. Dos personas que estaban en la casa fueron encontradas ilesas y recibieron asistencia médica.
La falta de pronunciamientos claros por parte de las autoridades canadienses, debido a que la investigación aún está en curso, dejó a muchos cuestionando el proceder policial. Angela MacDougall, directora ejecutiva de los Servicios de Apoyo a Mujeres Maltratadas, se mostró crítica sobre la actuación de la policía. “Una de las preguntas que tenemos es: ¿le estaban hablando en un idioma que ella pudiera entender? (...) Ella huyó de un país con una considerable actividad criminal organizada que tiene suficiente participación policial y la policía no es tu amiga en muchos lugares”, expresó MacDougall, según Vancouver Sun.
Rentería se había mudado a Vancouver hace tres años y había obtenido su residencia permanente en mayo de 2024. Sin embargo, su limitado dominio del inglés podría haber dificultado una comunicación efectiva con las autoridades en un momento tan crítico.