El precio del dólar estadounidense en Colombia cerró la jornada del 18 de octubre en un promedio de $4.247,95. Esto significó una caída de $15,22 frente a la Tasa Representativa del Mercado (TRM), que se ubicó en $4.263,17.
La divisa norteamericana tuvo un precio de apertura de $4.230,00, tocó un máximo de $4.265,90 y un mínimo de $4.222,05. Además, durante el día, de acuerdo con la plataforma Set-FX, se negociaron más de USD 747 millones en 1.327 transacciones.
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Con referencia a la rentabilidad de los últimos siete días, el dólar estadounidense registra un ascenso del 1,38%, por ello en términos interanuales aún conserva una subida del 8,21%.
En relación a jornadas anteriores, dio la vuelta al dato de la jornada previa en el que experimentó una disminución del 0,83%, sin poder establecer una tendencia estable en las últimas fechas. La volatilidad de los últimos siete días fue manifiestamente inferior a la acumulada en el último año, de forma que podemos decir que está pasando por un periodo de mayor estabilidad en los últimos días.
Comportamiento del mercado
Según Acciones y Valores el peso colombiano experimentó una depreciación que lo llevó a alcanzar un máximo de $4.265,90 por dólar. Este movimiento estuvo influenciado, en gran parte, por el comportamiento de otras monedas en la región, que también mostraron una tendencia a depreciarse frente al dólar estadounidense. Uno de los factores clave en este contexto fue la fluctuación de los precios del crudo, que contribuyó de manera significativa al aumento de la tasa de cambio.
Adicionalmente, el incremento de la prima de riesgo país jugó un papel importante en la presión sobre el peso colombiano, respaldando su tendencia a la baja. A nivel interno, algunos elementos estructurales continúan afectando la situación. Entre ellos, destacan el constante flujo de salida de capitales del país, lo que debilita la demanda por el peso, y el aumento del déficit en la balanza comercial, que refleja una mayor cantidad de importaciones en relación con las exportaciones, lo cual también ejerce presión sobre la moneda nacional.
Estos factores, tanto internos como externos, contribuyen a mantener la tendencia de depreciación del peso colombiano, una situación que los analistas seguirán monitoreando, ya que la evolución del mercado internacional y las políticas económicas locales podrían seguir afectando el comportamiento de la divisa.
Por su parte el grupo Bancolombia reveló que, en el escenario internacional, el dólar mostró una caída después de registrar cinco días consecutivos de ganancias. Este retroceso se dio en medio de un incremento en el apetito por el riesgo, impulsado por una nueva ronda de medidas de estímulo económico anunciadas por China. Estas medidas generaron un impulso en los mercados bursátiles mundiales, con las acciones chinas liderando las ganancias. Además, se publicaron datos económicos clave de China correspondientes al tercer trimestre de 2024, incluidos los informes sobre crecimiento económico, ventas minoristas y producción industrial. Aunque el mercado reaccionó de manera moderada a estas cifras, los estímulos fueron suficientes para cambiar la tendencia del dólar en los mercados internacionales.
En cuanto al panorama local, se reveló que el Indicador de Seguimiento de la Economía (ISE) de Colombia registró un crecimiento anual del 2% en agosto. Este incremento fue principalmente impulsado por el buen desempeño del sector agrícola y el crecimiento de los servicios, dos áreas que mostraron señales de recuperación en medio de las fluctuaciones económicas globales. Estos datos reflejan una leve mejoría en la actividad económica interna, aunque persisten retos estructurales para sostener este crecimiento en los próximos meses.
Se proyecta que el dólar estadounidense respecto al peso colombiano (USDCOP) será menos robusto durante lo que resta de 2024 en comparación con el promedio observado durante el primer semestre del año. Estos factores, combinados con un contexto global y local más volátil, lleva a los analistas a prever que el peso colombiano se mantendrá alrededor de los $4.100 por dólar en el cierre del 2024, en lugar de los niveles más bajos esperados a principios de año. Esta tendencia refleja la presión que sigue enfrentando la moneda local ante las dinámicas globales y los desafíos internos.