En Santander hay preocupación por la deserción escolar, al menos 3.000 estudiantes han dejado de asistir a los colegios. En febrero había 129,000 jóvenes matriculados; sin embargo, la cifra ha bajado en los últimos meses, llegando a 126,000 que se encuentran recibiendo clases en las instituciones.
A través de la Secretaría de Educación, la gobernación del departamento lanzó la campaña ‘Tiempo de Aprender’, que tiene como objetivo fomentar la matrícula de los estudiantes en colegios públicos de la región.
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“Esto principalmente sucede por temas de movilidad de los papás, pero también sucede por un tema importante que justamente ayer hablábamos con los rectores de las instituciones educativas y es justamente que los chicos al finalizar el año o estando en ese proceso de finalización sienten temor en algunas materias por perder el año, entonces prefieren retirarse que realmente hacer procesos de habilitación”, dijo la secretaria de Santander, María Paola Suárez, en diálogo con Caracol Radio.
La funcionaria resaltó que desde la gobernación se hacen esfuerzos para garantizar la calidad educativa, la alimentación, y el paso de los estudiantes del colegio a la universidad. “Estamos realizando una búsqueda activa para identificar a jóvenes que han dejado de estudiar. Tenemos una cifra de 3.000 niños, jóvenes y adolescentes que tienen la oportunidad de aprender y no queremos que se la pierdan”, añadió.
Desde la Administración departamental hicieron un llamado a los docentes de las instituciones educativas para que realicen estrategias de habilitación con el objetivo de que los jóvenes no pierdan el año y puedan continuar con su ciclo formativo. Se iniciaron campañas con gestores sociales no certificados, padres de familia y la comunidad educativa para que estos 3,000 alumnos regresen a sus clases. “Sabemos que muchos están trabajando o no desean continuar su formación académica. Es crucial que trabajemos juntos para alentarlos a regresar a las aulas”, señaló la secretaria.
“Hemos reunido a nuestros 270 rectores y directores rurales para enfatizar la necesidad de implementar acciones de refuerzo y estrategias de habilitación de los estudiantes”, agregó Suárez. Otros de los problemas que causa la deserción de los jóvenes tendría que ver con la movilidad de sus acudientes y las dificultades económicas, por lo que los menores de edad optan por iniciar trabajos en la informalidad antes de que culmine su ciclo académico.
La funcionaria se refirió a los niveles de natalidad en Colombia, pues “según el censo del DANE de 2018, la población de niños y adolescentes entre 5 y 16 años era de aproximadamente 155.000. Hoy, las cifras indican que son menos de 20.000. Sin duda, la disminución de la natalidad impacta nuestras proyecciones educativas”.
Esta iniciativa se seguirá promoviendo en los municipios de Santander con el fin de evitar cada vez más la deserción escolar y que los jóvenes se sigan matriculando en las instituciones educativas del departamento. “Creamos 21 cursos en 21 instituciones educativas de grados prejardín y jardín, para que los papás de los jóvenes estudiantes puedan ir a los colegios de sus hijos para iniciar y finalizar sus procesos de formación con docentes expertos y puedan culminar sus estudios en el grado once y en los grados complementarios para los normalistas”, concluyó.
Por su parte, las autoridades departamentales resaltaron que se encuentran trabajando para garantizar la comida diaria de los jóvenes, esto por medio de la estrategia planteada a nivel nacional que pretende ampliar la cobertura del Plan de Alimentación Escolar (PAE). La iniciativa busca mejorar la calidad de los alimentos para así generar una mayor aceptación por parte de los menores y sus familias, quienes son los que realizan mayores críticas.