A sus 48 años de edad, el periodista Juan Diego Alvira goza de un gran reconocimiento en las pantallas como presentador, sin embargo, su compromiso de ir más allá del set de los informativos le ha costado un par de errores a los que afirma les ha puesto la cara. Aun así, algunos detractores no le perdonan uno de sus desaciertos más grandes y que le costó al canal bogotano CityTV más de 300 millones de pesos.
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En 2004, el presentador ibaguereño presentó un informe en el que aseguró que niños en Bogotá se alimentaban con papel. Posteriormente, se afirmó que esta noticia fue un montaje, lo que ha generado varios ataques en redes sociales contra el premiado comunicador. Veinte años después, el también escritor compartió su versión de los hechos: “Eso no lo dije yo, fue la directora del Bienestar Familiar quien mencionó esa historia”.
Juan Diego Alvira cuenta con un gran número de seguidores, pero también con detractores, quienes no dejan pasar desapercibidas sus caídas. Critican su estilo al cubrir noticias, asegurando que, en su afán de mostrar más, termina ‘embarrándola’. No obstante, él no ha tenido problema en reconocer públicamente los errores que ha cometido frente a las cámaras ni las veces que se ha equivocado.
Aun así, a pesar de que se ha defendido principalmente en X de aquellos que lo atacan y lo acusan de amarillista, esta vez contó su verdad sobre el caso por el que sigue siendo acusado de haber montado una noticia a costa de menores de edad en situación de vulnerabilidad económica.
Aprovechando la visita de Alvira al sofá del programa La Tele Letal, del canal Red+Noticias, Santiago Moure y Martín de Francisco le pidieron al periodista que explicara cómo surgió el falso informe que llevó a multar al canal para el que trabajaba hace 20 años y que el público no olvida.
”Esa historia surge porque no fui yo quien la contó. La directora del Icbf en ese momento, la entidad encargada de velar por la niñez en el país, fue quien afirmó públicamente que los niños en Colombia habían llegado a tal extremo de necesidad y pobreza que, en varias zonas del territorio nacional, incluidos barrios de Bogotá, se alimentaban con papel y agua de panela”, comenzó narrando el periodista, dos veces galardonado con el premio India Catalina.
Juan Diego Alvira reveló por qué lo acusaron de haberse inventado una noticia
El presentador que defiende la escuela que se trató de implementar un tiempo en los informativos del país cuando se le pedía a los conductores que también salieran a las calles a hacer reportería y que le dio a él ese estilo que a muchos les molesta, explicó lo que ocurrió cuando en 2004 lo ‘funaron’ en redes sociales por presunto montaje en uno de sus reportajes.
“A algunas personas les incomoda lo que hago porque se acostumbraron a esa imagen que se creó en los noticieros cuando empezaron a sentar en el set a reinas y modelos. Yo vengo de esa escuela City en la que se motivaba a que los presentadores también hicieran reportajes, así me acostumbre”.
Siguiendo su filosofía periodística, una vez que Juan Diego conoció el comunicado emitido por Beatriz Londoño, directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar de ese año, cuando la Alcaldía de Bogotá estaba bajo el mando de Lucho Garzón, Alvira se interesó por mostrar la realidad y ponerle cara a la problemática de los menores de edad que supuestamente comían papel periódico con agua de panela.
Acto seguido llamó al Icbf y pidió que le contarán dónde era que ocurría esto, en cuanto le dieron los datos, estableció el contacto y visitó una casa ubicada en la localidad Rafael Uribe Uribe, en el barrio Los Puentes hasta donde llegó con las cámaras del canal capitalino para documentar el difícil situación.
“Me encontré una señora que me dijo que sí habían comido papel con aguapanela, el problema, y ese fue el error mío, es que en ese momento no estaban comiendo eso. Entonces le pedí – como era para televisión – que me mostraran cómo lo hacían. Esa equivocación no fue de mala fe, fue de buena fe, y no me justifico, pero ese fue el pecado de esa nota. No aclaré que las imágenes eran parte de una reconstrucción de lo que la señora me había dicho”, detalló el periodista que asumió su falta.
No obstante, la verdadera polémica estalló cuando una vecina de la señora salió a desmentir los que Juan Diego había mostrado en las pantallas, pues juró que sus hijos no comían papel.
“Resulta que cuando hicimos la nota, la señora que aceptó compartirnos su historia se encontraba con cuatro niños en la mesa a los que les picó el papel y le dio a comer, pero el lío radicó en que dos de ellos no eran hijos suyos, sino de la vecina que armó el escándalo, por eso se dijo que eso era falso y que los habían obligado a hacerlo, la gene se quedó con esa declaración”, concluyó Alvira sobre uno de los capítulos que mancha su trayectoria.