Hospitales de Antioquia suspenden atención no urgente a docentes por deuda de $4.000 millones del Fomag

Más de 30.000 docentes y sus familias en Antioquia han perdido acceso a servicios no urgentes en los hospitales públicos del departamento debido a una deuda del Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio (Fomag), que no ha realizado pagos desde mayo, acumulando una cifra de más de $4.000 millones, de acuerdo con información recopilada por la emisora colombiana Rcn Radio.

Luis Hernán Sánchez, director de la Asociación de Hospitales Públicos de Antioquia (AESA), señaló para ese medio que la situación afecta a ocho de las nueve subregiones, con la excepción del Valle de Aburrá, donde otro operador administra los pagos y ha mantenido las operaciones normales.

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Como respuesta a la falta de pagos, 75 hospitales han suspendido la atención de servicios como consultas médicas, odontología, laboratorios y citas con especialistas, aunque las urgencias seguirán siendo atendidas.

Sánchez señaló que el Fomag se ha comprometido en repetidas ocasiones a cumplir con los pagos, pero hasta el momento no se han recibido los fondos necesarios. De acuerdo con el Fomag, algunos pagos estarían programados para finales de octubre, con una distribución parcial de los montos adeudados para cubrir a aquellos hospitales que no han recibido un solo pago en seis meses.

Este panorama ha generado gran preocupación entre los profesionales de la salud y los maestros, quienes dependen de los hospitales para recibir atención médica esencial.

La AESA ha indicado que la suspensión de servicios continuará hasta que se regularicen los pagos, y los gerentes de los hospitales seguirán evaluando la situación en las próximas semanas para determinar si serán necesarias medidas adicionales.

En Colombia, la preocupación por la accesibilidad y calidad del sistema de salud se ha intensificado notablemente. Un reciente informe de Ipsos destaca que un abrumador 64% de los colombianos considera que el sistema de salud está sobrecargado, un incremento importante en comparación con el 54% reportado en 2018. Este aumento refleja un cambio importante en la percepción de los colombianos con respecto al sistema de salud.

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El estudio de Ipsos reveló que el 77% de los ciudadanos cree que los tiempos de espera para obtener una cita médica son excesivamente largos. Esto es alarmante si se compara con países como Corea del Sur y Suiza, cuyos índices de espera son considerablemente más bajos. 

Además, un 68% siente que no puede costear una atención médica adecuada, lo que indica un sistema de salud enfrentando una alta demanda con recursos percibidos como limitados.

La salud mental ha emergido como un problema crucial. Un 45% de los colombianos considera que esta es su mayor preocupación, incluso por encima del cáncer. Las cifras son particularmente preocupantes entre las mujeres, donde un 51% de las mujeres de la Generación Z ve la salud mental como su principal problema, en comparación con un 37% de los hombres jóvenes. Este fenómeno global resalta en Colombia por la atención limitada a este problema, afectando a los más jóvenes.

La situación se ve agravada por “factores sociales, económicos y políticos” como el “estrés laboral, las dificultades económicas y la violencia,” que se combinan para deteriorar la salud mental. Además, la facilidad para automedicarse es común y la primera opción de muchos. Según Ipsos, el 73% de los colombianos toma decisiones de salud sin consultar a un médico, lo que puede tener serias consecuencias para su bienestar.