En medio de un debate de control político, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, hizo una presentación de la polémica reforma tributaria, llamada por el Gobierno nacional ley de financiamiento. En su intervención, el jefe de la cartera aseguró que existen brechas en la tributación que hacen las empresas y las personas naturales debido a los impuestos que se ponen a los activos, lo cual debería ser abordado en la reforma.
“Cuando uno mira la estructura tributaria, estamos grabando ambos lados, pero, ¿alguna vez hemos hecho el esfuerzo de separar los activos improductivos de los activos productivos? No lo hemos hecho. Y cuando se hace, o se busca hacer, entonces nos dicen: ‘Ay, están grabando los activos que tienen las personas y que no producen nada’. Pues sí, es eso, exactamente”, explicó el ministro.
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Aseguró que todas las personas naturales tienen activos improductivos, como los carros y las fincas de recreo. Sin embargo, estos bienes son puestos a nombre de negocios y no a nombre de la persona que es propietaria, que es lo que debería hacerse.
“Ah, porque en la persona natural, la finca de recreo y el carro no lo pueden deducir del impuesto de renta”, precisó Bonilla.
Esto implica una reducción en la base gravable, porque se incluyen costos que no tienen nada que ver con la empresa o el negocio en cuestión. Así se terminan deduciendo gastos como el mantenimiento del carro, la gasolina, la limpieza y hasta el conductor contratado. “Todos esos gastos se los meten al negocio, como si fueran de la empresa”, aclaró.
Las declaraciones del jefe de la cartera generaron indignación por tratarse, presuntamente, de una satanización de los propietarios de vehículos en Colombia. El concejal de Bogotá Daniel Briceño se pronunció al respecto, mostrando una posible contradicción entre las palabras del ministro y su realidad como servidor público y miembro del gabinete ministerial del Gobierno nacional.
“El ministro de hacienda, Ricardo Bonilla, que se moviliza en camionetas blindadas pagadas con los impuestos de los colombianos, ahora comienza un ejercicio de satanizar a quienes tienen un carro para clavarles más impuestos. Descarado”, escribió el funcionario en su cuenta de X.
No obstante, de acuerdo con el ministro, el Gobierno está proponiendo la creación de nuevos impuestos, sino el ajuste de tarifas, lo que implica corregir el “error” de haber dejado la tasa de impuesto de renta corporativo en un nivel alto y fijo. A esto se suma que, en comparación con otros países, las personas naturales no están aportando lo que deberían a dicho impuesto.
“Los países de la Ocde en conjunto tienen una distribución del impuesto de renta en la cual las personas jurídicas, o empresas, o negocios (...), aportan, aproximadamente, entre el 25% y el 30% del impuesto de renta. ¿Quién aporta el resto? Las personas naturales. Es decir, si yo lo pongo en términos de que recaudan el 12% del impuesto de renta, las personas naturales están aportando 8% del PIB, y los negocios aportan el resto”, precisó.
El secreto de ello está en que en esos países sí se hace una diferenciación clara entre los activos de los negocios con su respectivo objeto y los de las personas naturales. Estos bienes no se pueden mezclar porque se incurre en falsedad tributaria. Sin embargo, eso no pasa en Colombia, donde el impuesto de renta representa el 6,5% del PIB, pero el 80% del impuesto lo dan los negocios, en ese sentido, solo el 20% lo aportan las personas naturales. De ahí la importancia de, justamente, separar los activos productivos de los improductivos.