Migrante colombiana destacó las diferencias con la cultura de trabajo de los alemanes: “Nosotros somos excelentes, hacemos de todo”

Mientras que en el país cafetero la productividad manda la parada, los europeos se centran en el detalle

Camila dice que su manera de trabajar tendría un plus en Alemania - crédito @camipab_ / TikTok

Bayer, Hugo Boss y Mercedes-Benz dan cuenta de los estándares de calidad manejados por las empresas alemanas. Su cultura de trabajo es completamente diferente a la colombiana o, al menos, es la impresión de la migrante paisa Camila Pachón a dos años de haberse establecido en el país europeo.

De los choques culturales, laborales, que he tenido en Alemania, más fuertes, ha sido el tema de la productividad. Ustedes se preguntarán ¿cómo así el tema de la productividad? Los colombianos somos tan trabajadores y camelladores que nos han enseñado a ser también toderos, en el buen sentido”, precisó en un video reciente, compartido en su perfil de la red social Tiktok.

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Y es que, de sus años de trabajo en Colombia aprendió que “si nosotros estamos en el trabajo y alguien necesita ayuda con algo, pero no es de nuestro cargo, puntualmente, igual lo hacemos o vamos y preguntamos si necesitan ayuda. Somos productivos, hacemos otras cosas, somos rápidos y ágiles en nuestro trabajo o, al menos yo me acostumbre a ser así”.

Pero la cultura de trabajo alemana, lejos de centrarse en la eficiencia o productividad, privilegia el detalle y un proceso de verificación extenso, que garantice la calidad de sus servicios y/o productos.

Adaptarse puede tardar años, pero un balance entre ambas maneras de trabajar puede ser atractivo para las empresas - crédito @camipab_ / TikTok

“Los alemanes con los que he trabajado no son así. Para ellos la productividad no es lo más importante en el trabajo. Lo más importante es el perfeccionismo, el detalle, lo minucioso, la revisión de las cosas las veces que sea necesario, para que el margen de error sea mínimo. Ellos se toman su tiempo, leen las cosas una y otra vez, revisa y revisan y revisan la información y yo, como buena colombiana que soy, solo puedo pensar: hubiera podido hacer el triple con el mismo tiempo”, explico Camila.

Y continuó: “Para ellos una última revisión nunca está de más y, por supuesto, que yo he aprendido mucho, no por nada las empresas a nivel global tienen un nivel alto de calidad, pero el trabajo que yo he tenido que hacer para acoplarme al mismo ritmo al que ellos van ha sido... Dios mío”.

Tras dos años de estar trabajando en una compañía del sector deportivo, finalmente, parece estarse acoplando, aunque, admite que su forma de trabajar y lo aprehendido del modelo alemán le dieron un “plus” frente a sus jefes.

Camila trabaja hace dos años en una compañía del sector deportivo - crédito Lisi Niesner / Reuters

Yo estoy acostumbrada a que, si ya terminé mi trabajo, pero hay otras cosas que están pendiente, pregunto si alguien más necesita ayuda con algo o si necesitan que haga otra cosa, mientras los veo haciendo las cosas lentamente, aunque, por supuesto, el resultado de ese trabajo que ellos están haciendo es muy bueno, la calidad no es cuestionable” y añadió:

“Después de más de dos años trabajando en empresas alemanas he aprendido a ir a sus ritmos, a ser más perfeccionista, más detallista con las cosas, a leer y a releer, a estar 200% segura de las cosas, a revisar, a enviar a revisión con otros compañeros, porque a uno se le pasan vainas”.

No todo el tiempo es fácil sobre todo cuando los pendientes se van sumando, pero, apegándose al refrán “a donde fueres, haz lo que vieres”, ha logrado encajar en su oficina y aportar, a su manera, al desarrollo de la compañía.

Con el tiempo, cree que su manera de trabajar ha ayudado a transformar la percepción que se tiene de la fuerza laboral colombiana - crédito Johan Largo-Infobae

“A veces sale esa parte colombiana mía que me hace decir: ya, es mucha revisión, necesitamos pasar al siguiente nivel. Cuando no dependo de otra persona, lo hago, y creo que ese ha sido un gran plus para que mis jefes digan que soy muy trabajadora”, celebró.

Su visión del trabajo nace de la diversificación que el mundo laboral exige, cada vez con mayor frecuencia, a quienes buscan sumarse a sus filas: “Sí, yo sé que muchas veces no son las tareas que le corresponden a mi cargo, pero, en realidad, me están pagando por este tiempo y sé que lo necesitamos todos como equipo, como empresa, entonces ¿por qué no hacerlo?”.

Pero esa dinámica, para algunos tóxica, le ha ganado un espacio en su lugar de trabajo y mejoró la percepción que se tiene de los empleados de origen colombiano. “Estoy segura de que la percepción que tiene mi jefe ahora, porque soy la primera, de los trabajadores colombianos, es mucho mejor, es mucho más positiva y, seguramente, si alguien colombiano llegara a venir a esta empresa, va a tener, incluso, una ventaja”.