La historia de un hombre en el municipio San Pelayo, Córdoba, se volvió viral en las redes sociales, pues él contó que se encuentra en una situación crítica al acumular deudas con ocho prestamistas informales, conocidos como ‘cobra diarios’. Aunque este caso es muy frecuente en el país y lo verdaderamente curioso es que el sujeto pidió ser enterrado en vida.
De acuerdo con los testimonios de los habitantes del sector, el protagonista de esta situación había solicitado varios préstamos bajo la modalidad de ‘gota a gota’ y tenía la esperanza de cubrir sus deudas mediante el pago de la Renta Ciudadana, un subsidio del Gobierno nacional.
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Sin embargo, al darse cuenta de que no fue seleccionado como beneficiario del programa, se vio sumido en una crisis financiera y emocional, lo que lo llevó a tomar medidas que sorprendieron a sus seres queridos y los habitantes del sector.
Y es que, el ciudadano, en un acto de desesperación, se desplazó hasta el cementerio del municipio y pidió a gritos ser sepultado vivo, un hecho que estremeció a todas las personas que se encontraban en inmediaciones del lugar.
Los vecinos se alarmaron por los ruidos que provenían del lugar, por lo que acudieron al panteón y encontraron al hombre dentro de una bóveda, llorando desconsolado al ver su situación económica y no encontrar una solución a sus problemas.
Este caso fue conocido por todos los habitantes del municipio, que se sorprendieron ante la gravedad de la situación económica que enfrenta su vecino. Incluso, la historia fue ampliamente difundida en el sector, por lo que se desató una conversación en torno a las preocupaciones que experimentan muchas personas bajo la presión de las deudas en condiciones difíciles.
¿En qué se gastó el dinero y qué hará?
Pese a que el caso generó pesar entre la comunidad, hay muchos que no saben la razón por la que la situación se agravó y es que el dinero obtenido de los préstamos fue gastado en fiestas y cerveza, lo que dejó al hombre sin recursos para enfrentar sus obligaciones financieras. Al conocer este detalle del caso, los ciudadanos dijeron que “se lo merecía” y que lo mejor es que consiga el dinero lo más pronto posible.
Y es que, actualmente, los prestamistas están exigiendo el pago de lo adeudado en el plazo. Entre tanto, se conoció que el hombre pidió trabajo y empezó a desarrollar sus labores en un taller de bicicletas, donde le dieron un puesto con el fin de que logre ahorrar para cumplir con sus compromisos.
Sin embargo, en redes sociales le recuerdan la importancia de la responsabilidad y de cumplir con sus obligaciones, sin atenerse a los subsidios del Estado, puesto que estos son para suplir las necesidades básicas y no para cubrir deudas de consumo de licor, que fue lo que más generó indignación en la localidad.
Sin embargo, más allá de los productos en los que este sujeto se gastó el dinero, el caso pone sobre la mesa los riesgos asociados con el endeudamiento informal, teniendo en cuenta que los préstamos bajo la modalidad de ‘gota a gota’ son bastante comunes en el territorio nacional y también se habló sobre la responsabilidad que deben manejar los ciudadanos con sus deudas.
Y es que la presión de no saber cómo pagar y la falta de recursos pueden llevar a situaciones extremas, como la vivida por este hombre en San Pelayo, por lo que la comunidad local está atenta a la evolución de este caso y por medio de su difusión se espera evitar que más personas caigan en situaciones similares.