Karlys Naryelin Reyes Lugo, una joven venezolana de al menos 30 años, fue asesinada con extrema violencia en un sector rural entre Acapulco y Ruitoque, en Bucaramanga, el lunes 14 de octubre de 2024.
El macabro hecho, que incluyó 43 puñaladas y un disparo, ha estremecido a las bumangueses. Su historia, marcada por la distancia y el sacrificio, pero también por comprobadas anotaciones judiciales comenzó cuando decidió dejar su tierra natal en Venezuela cinco años atrás, en busca de un futuro incierto en Colombia.
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Los detalles de la historia de la mujer oriunda del estado Aragua en Venezuela, fueron dados a conocer por el portal periodístico santandereano Vanguardia. Allí se conoció que cuando migró a Colombia, la mujer se despidió de su familia en Maracay, y dejó a sus dos hijos pequeños bajo el cuidado de sus seres queridos.
“Mi esposo me mandó a llevar. Yo llegué acá y aunque yo estaba a cargo de uno de los niños de ella, el más pequeñito, hablábamos de vez en cuando por teléfono”, comentó su madre al medio, recordando cómo la relación con su hija había sido siempre distante, marcada por largas separaciones desde su niñez.
Después de un año sin noticias, la familia de Reyes Lugo se reencontró en Bucaramanga. Aunque Karlys mantenía contacto esporádico, su vida personal seguía siendo un misterio.
Su madre recuerda que la última conversación que tuvieron fue el 11 de octubre del 2024, cuando Karlys prometió visitar a su hijo menor. “Ella acostumbraba a llamar, preguntaba por sus hijos y ayudaba económicamente al sostenimiento”, relató la progenitora. Sin embargo, al parecer esa promesa quedó incumplida.
La dura noticia de la muerte de la ciudadana venezolana llegó la noche del 14 de octubre del año en curso, cuando familiares recibieron audios y fotos desgarradoras que confirmaban su muerte. “Tengo que ser fuerte. Ella no es la primera hija que pierdo... pero sé que tengo a cargo más hijos, y el niño que necesita que yo no decaiga”, dijo su madre al medio, resignada a enfrentar nuevamente el dolor de perder a una hija.
La noche del asesinato
De acuerdo con el detallado relato que publicó el Q’Hubo Bucaramanga la muerte de la mujer habría sucedido a las 7:30 de la noche del lunes festivo, en la vereda Nazaret Alto, en las cercanías de Girón.
Al punto habría llegado la mujer en mototaxi desde el barrio La Cumbre, en Floridablanca, al sur de la capital santandereana, como informó la Policía Metropolitana de la ciudad. Según parece, Reyes Lugo habría ofrecido cuarenta mil pesos al conductor para pagar el recorrido.
Sin embargo, “durante el trayecto la hoy fallecida realizó dos paradas y tomó contacto con una persona vía llamada telefónica, dándole las indicaciones del lugar al que debía llegar”, como comunicó un testigo a las fuerzas del orden, citado por el medio.
Cuando llegaron al destino, dos hombres estarían esperando a la mujer, antes de que otros dos arribaron. La saludaron y comenzaron a golpear a Karlys Reyes en la cabeza.
Incluso, se conoció que el conductor de la moto, que presenció parte del ataque, logró escapar tras ser rozado por un disparo. Horas después, la policía encontró el cuerpo sin vida de Karlys, tal como lo relató el mototaxista.
Tenía antecedentes judiciales
Karol Nayerlis Lugo, tendría entre 30 y 35 años. El macabro hallazgo lo realizaron las autoridades tras una denuncia del mototaxista que la transportó hasta el lugar de su muerte.
De acuerdo con la inspección realizada por agentes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, el cuerpo de Karol presentaba heridas en la cabeza, cuello, tórax y senos, entre otras partes. Junto a ella se encontraron su teléfono celular y el arma homicida: un cuchillo que los atacantes abandonaron en la escena. El celular será clave en la investigación, ya que se espera que revele quiénes la citaron en ese lugar.
Las autoridades señalaron que podría haber pertenecido a la comunidad Lgbtiq+, además de ser “reconocida en el sector de La Cumbre como expendedora de sustancias estupefacientes”. Además, su historial judicial muestra ocho anotaciones en el Sistema Penal Acusatorio (Spoa) por delitos relacionados con el tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, registradas entre los años 2022 y 2024.
No obstante, los motivos detrás de este violento crimen siguen siendo un enigma. Las autoridades investigan si su historial delictivo o sus relaciones personales pudieron haberla puesto en la mira de los agresores, informó Q’Hubo.
La comunidad está consternada por la sevicia con la que fue asesinada. Las autoridades, que investigan los motivos detrás del ataque, e informaron que ofrecen una recompensa de 150 millones de pesos por información que conduzca a los responsables del crimen.
Mientras tanto, la familia de Karlys solo espera poder darle una sepultura digna. “Yo soy lo único que ella tiene. Debo encargarme de hacer todos los papeles para poder cremar sus restos y así terminar con todo este dolor”, concluyó su madre, abrumada por el dolor, citada por el medio santandereano.