El recuerdo de la operación Orión 22 años después de la toma militar: “Lo obligaron a acompañarlos”

El 16 de octubre de 2002, se registró una toma militar en la Comuna 13 de Medellín, que en ese entonces se explicó como un operativo que buscaba recuperar el orden de las zonas barriales de la capital antioqueña y que representó una de las más de diez intervenciones en esa ciudad durante ese año.

Años más tarde, se confirmó que esto fue una estrategia que se ejecutó luego de que tras la muerte de Pablo Escobar, el poder de la ciudad fuera asumido por el Bloque Cacique Nutibara de las Autodefensas Unidas de Colombia, y que en el operativo hubo una efímera unión entre el grupo paramilitar y el Ejército Nacional para terminar con los grupos criminales de la comuna, que según ellos, eran liderados por guerrilleros.

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Este procedimiento se denominó como operación Orión, terminó con 88 homicidios, 12 denuncias por torturas contra residentes de la comuna y alrededor de 370 detenciones arbitrarias, de las cuales, hay reportes de 92 personas desaparecidas.

Tras esta toma, la violencia en los barrios de Medellín no disminuyó, sino que se registró una especia de aval por parte de las autoridades que permitió que estructuras paramilitares aumentaran su presencia en la región hasta el proceso de desmovilización, pero que sigue vigente con las estructuras criminales que se crearon desde ese momento.

En diálogo con El Espectador, Juan Diego Mejía Gómez narró lo que se registró en la Comuna 13 tras la Operación Orión, puesto que tras llegar desde El Salado como desmovilizados por la violencia que generaba la guerrilla, terminaron perdiendo a su hermano por ser vinculado por los paramilitares con ese grupo armado.

“El 18 de diciembre de 2002, dos meses después de Orión, llegaron a mi casa unos paramilitares del Bloque Cacique Nutibara, llevados hasta allí por el que era el mejor amigo de mi hermano. A Hermey lo obligaron a acompañarlos porque, según ellos, necesitaban que él les confirmara una información. Luego de eso, y hasta el momento en que escribo estas palabras, no hemos sabido de su paradero”.

En la actualidad, Mejía sigue sin tener información sobre qué le paso a su hermano, recordó que su madre no se cansó de denunciar que “se robaron a mi muchachito”, pero años más tarde, entendió que el nombre correcto era indicar que había sido víctima de desaparición forzada.

22 años después de uno de los hechos de violencia más recordados del país, Juan Diego Mejía Gómez sigue recordando cómo “la guerra destruyó ese tejido social. En las paredes de mi escuela, que se levantaron hace 50 años, aún se pueden ver los agujeros que dejaron las balas en 2002. La guerra no solo acaba con cuerpos, sino con los lazos comunitarios, dejando una pérdida irreparable y desmoronando una forma de vivir juntos que nunca debió ser arrebatada”.

Como acto de conmemoración por este hecho, el Museo Escolar de la Memoria en la Comuna 13 inaugurará la cuarta exposición de Maestros, Memorias y Resistencia, con el que se busca que las víctimas de la operación Orión sigan siendo recordadas.

En este lugar habrá expresiones pedagógica, artísticas y culturales y tiene como objetivo buscar que se generen más espacios de reconciliación, paz y transformación social en la comuna, que ha dejado de ser uno de los espacios más peligrosos de Medellín y ahora es uno de los sitios turísticos más visitados en Antioquia.

“El arte y la pedagogía establecen un vínculo grande con la comunidad. El eje central de esta cuarta exposición son las voces y testimonios de maestros, directivos, docentes, estudiantes de aquella época del año 2002-2003, vamos a contar con una nueva muestra artística”, declaró Manuel López Ramírez, rector de la Institución Educativa Eduardo Santos, lugar donde se llevará a cabo la exposición artística.