Las denuncias de seis mujeres colombianas presuntamente secuestradas en México el 25 de septiembre revelaron un panorama alarmante sobre su trato y la falta de apoyo. Blu Radio divulgó audios en los que las víctimas relataron las duras condiciones que enfrentaron, mencionando que solo recibían una comida al día y que habían sufrido malos tratos por parte de las autoridades mexicanas. El hecho de que no pudieron contactar al cónsul colombiano incrementó su desesperación, lo que llevó a una de ellas a expresar su estado: “Yo ya no soporto esto acá... no me dejan ni hacer mis necesidades”.
Desde Colombia, los familiares de las mujeres aseguraron que lo vivido por ellas era similar a un secuestro prolongado, pero esta vez bajo el control de las autoridades mexicanas, quienes las mantienen retenidas bajo la excusa de la investigación sobre su secuestro.
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El 1 de octubre fueron liberadas, pero según sus declaraciones, esa libertad no fue tal, ya que permanecían en territorio mexicano, cooperando con las autoridades a pesar de su deseo de regresar a casa. Las mujeres manifestaron una profunda desesperación por la situación, clamando por intervención gubernamental: “No hemos hablado con el cónsul... esto ya no es voluntario, esto viola mis derechos y mi libertad”.
Un familiar cercano a una de las mujeres retenidas en México expresó su angustia al revelar que, a pesar de haber sido liberadas del secuestro, la situación de las jóvenes se había deteriorado considerablemente. Relató cómo ellas sufrían maltrato psicológico y eran aisladas, lo que generaba una sensación de desesperación. Explicó que no solo les negaban comida, sino que además las mantenían separadas, alegando que esto buscaba evitar versiones contradictorias. Sin embargo, según el familiar, la separación parecía ser una táctica para “acomodar las versiones de la Fiscalía”.
La familia cuestionó esta medida, dado que las mujeres ya habían pasado por un secuestro prolongado y ahora enfrentaban un nuevo tipo de cautiverio. Además, enfatizó que no había una justificación clara para mantenerlas bajo estas condiciones durante tanto tiempo. Con más de quince días de detención, los familiares consideraban que ya era momento de permitir su regreso a Colombia, insistiendo en que el tiempo para la investigación era más que suficiente.
Fico se pronunció
En la mañana del miércoles 16 de octubre de 2024, el alcalde Federico ‘Fico’ Gutiérrez abordó el caso de las colombianas en México, en respuesta a comentarios sobre que algunas de ellas no deseaban regresar a Colombia. Señaló con preocupación: “Lo lógico es que, si estaban siendo explotadas en una red de trata, lo normal sería que las seis vuelvan a Colombia. ¿Cómo es que alguien piensa en quedarse? Si fueron rescatadas, deberían regresar; no debería haber duda sobre eso por parte de ninguna autoridad”.
Gutiérrez insistió en la responsabilidad del Gobierno nacional para responder a las familias afectadas, y señaló que la administración municipal brindó todo el acompañamiento posible a las familias de las dos jóvenes de Medellín que se encuentran involucradas en el caso. Relató que tuvo contacto personal con los familiares, afirmando: “He hablado con el hermano y la madre de una de las niñas. Estas familias han recibido apoyo social desde el contexto en que viven, y lo seguirán recibiendo”.
Durante su intervención, el alcalde fue interrogado sobre la falta de comunicación entre las jóvenes y sus familias en Colombia, un asunto que atribuyó a la Cancillería, no a su administración. Fico recordó que, cuando Interpol estaba en Medellín, solicitó una llamada para las madres de las víctimas, algo que aún no ocurre. “Eso le corresponde al Gobierno nacional, ellos tienen el contacto directo con México”, concluyó.