El Galeón San José, el histórico navío español hundido en el siglo XVIII frente a las costas de Cartagena, podría estar siendo saqueado desde 2016, según denuncias del historiador y veedor Francisco Hernando Muñoz.
En una reciente entrevista concedida a La FM, Muñoz reveló que desde hace varios años ha seguido de cerca la situación, advirtiendo sobre intrusiones ilegales en los restos del galeón, un patrimonio histórico y cultural de Colombia.
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El 15 de agosto de este año, Muñoz presentó una ampliación de denuncia ante las autoridades colombianas, acompañada de un exhaustivo informe de más de 1.500 páginas.
En este documento se detallan las investigaciones realizadas durante casi una década, las cuales sugieren que los restos del San José han sido objeto de saqueos continuados durante los últimos ocho años.
“Hemos mostrado cómo sucedió la intrusión y por qué consideramos que el galeón es probable que esté siendo saqueado desde 2016″, indicó el historiador.
Este posible saqueo agrava aún más la situación del Galeón San José, que ya se encuentra en el centro de una disputa legal internacional.
Una empresa norteamericana ha presentado una demanda ante la Corte Permanente de Arbitraje (CPA) de La Haya, reclamando derechos sobre el galeón y su cargamento. Colombia, que debía responder a estas pretensiones el pasado 14 de octubre, ha solicitado una prórroga, y ahora tendrá hasta el 23 de diciembre para presentar su posición oficial.
Muñoz subrayó la gravedad de la situación, destacando que el San José no solo representa un tesoro económico por el oro y las riquezas que transportaba, sino también un legado invaluable de la historia del país.
Además, advirtió que existe la posibilidad de que parte del galeón se encuentre fuera del mar territorial colombiano, lo que podría dar lugar a reclamos de otros países sobre los restos.
El proceso legal en curso es crucial para definir el futuro del Galeón San José, ya que podría arrojar luz sobre las presiones internas que han dificultado la protección de este patrimonio.
Muñoz confía en que este litigio internacional permitirá conocer finalmente la verdad sobre el galeón y las intrusiones que ha sufrido, aportando una perspectiva independiente y objetiva al caso.
Con el plazo extendido hasta diciembre, Colombia se enfrenta a una compleja batalla legal para defender sus derechos sobre el Galeón San José y proteger este tesoro histórico de posibles saqueos y reclamos internacionales.
El Galeón San José no se hundió por una explosión
Además de las complicaciones legales, las investigaciones sobre el naufragio del San José han dado un nuevo giro. Durante mucho tiempo se creyó que el hundimiento fue causado por una explosión, según los testimonios de capitanes ingleses que participaron en la batalla naval.
Sin embargo, un estudio reciente, como parte del proyecto “Hacia el Corazón del Galeón San José”, revela que el hundimiento pudo deberse a fallas estructurales, posiblemente provocadas por una reparación deficiente.
Estos capitanes, juzgados en una corte marcial en Port Royal, Jamaica, dos meses después del incidente, afirmaron que el galeón explotó repentinamente, lo que les permitió evadir la responsabilidad de no haber capturado su cargamento.
La investigación, parte del proyecto “Hacia el Corazón del Galeón San José”, encontró evidencias que sugieren que el galeón se hundió sin el estruendo característico de una explosión.
Un documento del marinero Pedro de Asarta describe cómo se observó fuego en la embarcación, pero no el ruido que provocaría la explosión de un pañol de pólvora. Según Asarta, el galeón podría haberse hundido debido a una mala reparación tras un accidente en un viaje entre Cartagena y Portobelo.
Los investigadores concluyeron que el hundimiento del San José se debió a fallas estructurales, posiblemente por una reparación deficiente.
Esta hipótesis se refuerza con la distribución de los restos en el lecho marino, que no coincide con los patrones de una explosión. Hasta ahora, el equipo ha identificado más de 3.000 evidencias materiales y ha explorado un área de más de 400.000 metros cuadrados a profundidades superiores a 600 metros.
La expedición cuenta con el respaldo de la Armada Nacional, la Dirección General Marítima, el Instituto Colombiano de Antropología e Historia y el Ministerio de Cultura, las Artes y los Saberes. Este esfuerzo conjunto busca esclarecer uno de los misterios más perdurables de la historia marítima de Colombia.