Se conoció el organigrama criminal de la estructura Carlos Patiño de la disidencias de las Farc, lideradas por Iván Mordisco y que delinquen en el Cauca.
La estructura Carlos Patiño tiene presencia delictiva en el Cañón del Micay, específicamente en Argelia, corregimiento de El Plateado (recientemente atacado por drones y donde se lleva a cabo la Operación Perseo), El Tambo y López de Micay.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
A pesar de que las disidencias de las Farc son lideradas por Iván Mordisco, la estructura Carlos Patiño también cuenta con sus propias cabezas criminales, donde destaca Anderson Andrey Vargas, alias Kevin. Las autoridades ofrecen una recompensa de hasta 130 millones de pesos por él.
Quien le sigue en la estructura criminal se encuentra alias ‘Gafas’, conocido por ser el carcelero de Ingrid Betancourt durante su secuestro (2002-2008).
La otra persona al mando de la estructura Carlos Patiño es alias Janer, quien es señalado de ser el encargado de los negocios ilegales de la organización en El Tambo, Rosas y La Sierra. La persona que sigue es alias Farley, encargado de San Juan de Micay.
Entre los tres principales cabecillas de la estructura criminal se encuentra alias ‘Dumar’, señalado de ser un sanguinario delincuente, quien al parecer habría ordenado decapitar a militares por no llevarlos prisioneros y ordenar además atentados terroristas en la región.
Entre los otros cabecillas figuran alias Giovanny Armero, señalado de asesinar a un niño en El Plateado, alias Jeison, abatido en 2022 por el Ejército Nacional; alias Pablo y Gringo.
Operación Perseo
En el último reporte del Ejército Nacional indicaron que en una importante operación de seguridad, se desmontaron más de diez vallas alusivas a las disidencias de las Farc en varios puntos estratégicos del corregimiento. Estas vallas no solo eran símbolos de presencia y control del grupo armado, sino que también servían como puntos de georreferenciación utilizados por los disidentes para movilizar armamento y explosivos, además de ejercer control sobre la población civil.
Las tropas que participaron en la operación realizaron una verificación exhaustiva de las vallas para determinar si contenían artefactos explosivos improvisados antes de proceder con su desmonte y destrucción. Esta acción fue llevada a cabo con la máxima precaución, dada la amenaza que representan los explosivos utilizados por los grupos ilegales en estas zonas.
La intervención no se limitó únicamente al desmonte de las vallas. Como parte de las medidas de seguridad, se han implementado puestos de control en las vías de acceso al corregimiento para restringir el ingreso y la movilidad de los grupos armados ilegales. Además, se realizan patrullajes constantes, tanto diurnos como nocturnos, en las partes altas del corregimiento, lo que permite vigilar zonas estratégicas y prevenir cualquier intento de reagrupación o replanteamiento por parte de los disidentes.
Estas acciones se complementan con un refuerzo en el blindaje de las calles del corregimiento, fortaleciendo la presencia militar y policial en la región para asegurar que las operaciones de los grupos armados ilegales se vean cada vez más limitadas. La presencia constante de las fuerzas de seguridad tiene como objetivo garantizar la tranquilidad y la seguridad de los habitantes de esta zona, que históricamente ha sido afectada por el narcotráfico y la violencia ejercida por estos grupos.
Con este operativo, avanza la transformación de un territorio que durante años ha sido uno de los epicentros de las actividades de los grupos armados ilegales. El objetivo de las autoridades es recuperar plenamente el control del corregimiento y permitir que la comunidad pueda vivir sin el temor constante de ser objeto de violencia o coerción por parte de los disidentes. Este proceso de recuperación y pacificación es parte de un esfuerzo más amplio que busca reducir la influencia del narcotráfico y las disidencias de las Farc en varias regiones del país.