El descubrimiento del lavado de manos como método eficaz para evadir enfermedades nació en el ala de maternidad de un hospital húngaro, en el que el médico Ignaz Semmelweis trataba de resolver le misterio sobre la muerte de recién nacidos y sus madres bajo el cuidado de médicos de renombre y estudiantes de medicina.
De cada 100 bebés que venían al mundo en el hospital de General de Viena, 10 no llegaban a ver la luz del día y, con el tiempo, Semmelweis estableció que el motivo eran las autopsias que parte del personal realizaba, como parte de su plan de estudios. Algo de lo que no participaban las comadronas a cargo de la segunda ala de maternidad, en la que el nivel de mortandad era mucho menor.
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Tomó varias décadas y la deconstrucción social de que los médicos, al estar en una posición social privilegiada, tenían prácticas de higiene rigurosas, pero, finalmente, sus estudios fueron la base para una teoría sobre los gérmenes y como el lavado de manos evita su propagación.
No basta con llenarlas de jabón y meterlas bajo el grifo:
Expertos en salud pública y agencias federales, como los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, de los Estados Unidos), recomiendan que el lavado de manos se realice de manera enérgica, con jabón antibacterial y durante al menos 20 segundos. Instrucciones en las que coincide un estudio realizado por un grupo de físicos, publicado en la revista Physics of Fluids, en 2021.
El grupo de investigadores, liderado por el profesor Paul Hammond, ideó un modelo matemático simple para predecir el movimiento de las partículas virales o bacterianas en las manos e identificar el momento exacto en el que se desprenden, al entrar en contacto con el agua jabonosa.
Los primeros segundos de lavado parecen resistir y se mantienen adheridas a la superficie rugosa de las manos, pero, después de los 20 segundos, la gran mayoría se verán atraídas hacia el agua.
Aunque, Hammond fue enfático al decir que, si se mueven “con demasiada suavidad y lentitud, las fuerzas creadas por el fluido (agua jabonosa) no son lo suficientemente grandes como para superar la fuerza que mantiene presionada la partícula (sobre la mano)”.
Tras la pandemia por la Covid-19, incluso, nació la iniciativa Wash Your Lyrics, un sitio web que analiza cualquier canción para informar a sus usuarios qué versos deberían cantar para cumplir con el tiempo necesario para eliminar las partículas que generan infecciones o enfermedades. Aunque, melómanos y personas con TOC, se pusieron manos a la obra para hacer lo mismo con artistas, como Karol G, Selena y Oasis.
22 segundos con Tusa de la Bichota, Karol G):
Pero si le ponen la canción
Le da una depresión tonta
Llorando lo comienza a llamar
Pero él la dejo en buzón
Será porque con otra está
Fingiendo que a otra se puede amar
Pero hice todo ese llanto por nada
21 segundos con We Will rock you de su Majestad, Queen:
Buddy, you’re a boy, make a big noise
Playing in the street, gonna be a big man someday
You got mud on your face, you big disgrace
Kicking your can all over the place, singin
We will, we will rock you
We will, we will rock you
21 segundos con Si una vez de la Reina de la música tejana, Selena Quintanilla:
Si una vez dije que te amaba
Hoy me arrepiento
Si una vez dije que te amaba
No sé lo que pensé estaba loca
Si una vez dije que te amaba
Y que por ti la vida daba
Si una vez dije que te amaba
No lo vuelvo a hacer
Ese error es cosa de ayer
20 segundos con Baby One More Time de la Princesa del pop, Britney Spears:
My loneliness is killing me (and I)
I must confess I still believe (still believe)
When I’m not with you I lose my mind
Give me a sign
Hit me, baby, one more time
19 segundos con Wonderwall de la banda británica que tras 15 años anunció su regreso, Oasis (debe sumarse 1 segundo):
Today is gonna be the day
That they’re gonna throw it back to you
By now you should’ve somehow
Realized what you gotta do
I don’t believe that anybody
Feels the way I do, about you now