James A. Robinson, profesor de la Universidad de Chicago, fue galardonado con el Premio Nobel de Economía 2024 por su investigación sobre la formación de instituciones y su impacto en la prosperidad.
La noticia fue recibida por su esposa, la economista colombiana María Angélica Bautista, quien es doctora en Ciencias Políticas de la Universidad de Brown, y actualmente es profesora asistente en la Harris School of Public Policy de la misma universidad.
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María Angélica Bautista ha dedicado su carrera académica a investigar las repercusiones de la represión estatal en diversos ámbitos, como el político, económico y social. Su trabajo se centra en el impacto que la represión ejercida por el Estado tiene sobre las preferencias políticas, el comportamiento y los resultados económicos de los individuos.
Bautista ha analizado estos efectos a través de un estudio detallado de la dictadura militar en Chile, utilizando un conjunto de datos único que recopiló para su tesis doctoral.
Bautista compara personas que fueron víctimas de tortura política o encarcelamiento con aquellas que no lo fueron, para entender cómo estas experiencias influyen en sus vidas. Además, su investigación aborda los efectos heterogéneos y las consecuencias intergeneracionales de la represión, explorando cómo estas experiencias se transmiten a las generaciones siguientes.
Desde 2016, está afiliada al Pearson Institute for the Study and Resolution of Global Conflicts y, desde 2018, al Chicago Center on Democracy Education. Su trayectoria académica incluye una beca de la facultad en el Center for International Social Science Research de la Universidad de Chicago durante 2017-2018, y una estancia como académica visitante en la Universidad de Harvard entre 2012 y 2014.
Entre sus publicaciones se destaca un trabajo conjunto con Daron Acemoglu, Pablo Querubín y James A. Robinson sobre la desigualdad económica y política en el desarrollo, centrado en Cundinamarca, Colombia, publicado en el libro Institutions and Economic Performance editado por Elhanan Helpman.
Bautista también ha desarrollado varios documentos de trabajo que profundizan en los efectos políticos de la represión estatal, como Efectos políticos de la represión dirigida por el Estado: el caso chileno y Los pecados de los padres: efectos intergeneracionales de la represión dirigida por el Estado en Chile. Actualmente, trabaja en proyectos como Actuando como un Estado: el caso de los paramilitares colombianos, en colaboración con Juan Sebastián Galán y James A. Robinson.
A lo largo de su carrera, Bautista ha presentado sus investigaciones en diversas conferencias y seminarios internacionales, como la Conferencia CSAE Oxford en 2019 y la Reunión anual de la Asociación Estadounidense de Ciencias Políticas en 2015 y 2014. Su participación en estos eventos refleja su compromiso con el estudio de la represión y sus efectos a nivel global.
El nobel de Robinson
Robinson, de 64 años, comparte este prestigioso reconocimiento con los profesores Daron Acemoglu y Simon Johnson del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). El trabajo conjunto de estos académicos busca desentrañar las raíces históricas de las desigualdades económicas entre países, explorando por qué algunas naciones son más prósperas que otras y por qué estas disparidades persisten a lo largo del tiempo.
James Robinson, galardonado con el Premio Nobel de Economía 2024, compartió sus reflexiones sobre la situación política y económica de Colombia. Robinson destacó que el clientelismo es un problema persistente en el país, una práctica que también ha señalado en otras naciones como Argentina. Según el nobel, el clientelismo en Colombia se manifiesta en la percepción de que no es incorrecto evadir impuestos o participar en estas prácticas, lo que dificulta su erradicación.
Robinson, junto con Daron Acemoglu y Simon Johnson, investigaron las raíces históricas de las desigualdades económicas entre países. En su análisis sobre Colombia, Robinson señaló que los problemas actuales del país derivan de su forma de Gobierno, caracterizada por un sistema indirecto de administración. Este sistema, común en los antiguos imperios coloniales europeos, permite a las élites locales gobernar las zonas rurales con cierta autonomía, a cambio de apoyo político a las élites nacionales.
En su obra “Colombia: ¿Otros cien años de Soledad?”, Robinson argumenta que, a pesar de los avances durante las presidencias de Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos, ninguna administración ha logrado romper con el sistema de gobierno que perpetúa los problemas del país. Durante el gobierno de Uribe, Robinson destacó la política de seguridad democrática que mejoró la imagen internacional de Colombia, aunque criticó que no abordó adecuadamente la incapacidad política del Estado en las áreas periféricas.
Sobre el proceso de paz con las Farc durante el gobierno de Santos, Robinson opinó que, en lugar de impulsar reformas agrarias y fortalecer el Estado, la paz generó una euforia que podría haber llevado al olvido de estas transformaciones necesarias.
En cuanto al actual gobierno de Gustavo Petro, Robinson comentó que las elecciones que llevaron a Petro al poder fueron de las más democráticas en la historia reciente de Colombia, aunque advirtió sobre los desafíos que enfrenta el país.
Robinson también ha sido crítico con la interpretación de los economistas colombianos sobre los problemas del país, señalando que sus teorías, aprendidas en posgrados, pueden resultar irrelevantes si no se comprende la historia y la sociedad de regiones como Chocó.