En medio del constante flujo de colombianos que salen en busca de una vida mejor en otros países, Andrea Santoya, una colombiana que ahora vive en París (Francia), enfrenta las dificultades que conlleva ser migrante en una ciudad tan emblemática; sin embargo, su experiencia tomó un rumbo inesperado cuando, en lugar de recibir apoyo de otros migrantes, se encontró con algo que nunca imaginó: la hostilidad de quienes, como ella, también llegaron en la búsqueda un nuevo comienzo.
A través de sus redes sociales, la joven decidió compartir su experiencia y comenzó su relato con la cita de un dicho que había escuchado repetidamente desde su llegada a Francia: “El peor enemigo inmigrante es otro migrante, pues lo comprobé”. Esta frase, que inicialmente le parecía exagerada, cobró un sentido doloroso cuando, al intentar ayudar a otros migrantes a encontrar empleo, se convirtió en blanco de críticas e insultos.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
Aunque el video no es nuevo, la joven, que utiliza su cuenta de TikTok para mostrar su vida en la Ciudad de la Luz, ganó notoriedad recientemente debido a los problemas que enfrentan los migrantes, no solo en Europa, sino en Asia y América.
Andrea, motivada por el deseo de apoyar a quienes, al igual que ella, llegaron a Francia con la esperanza de encontrar nuevas oportunidades, decidió compartir una oferta de empleo: “Yo hice una publicación sobre una oferta laboral para un hombre, era un trabajo de demolición, así que utilicé mis redes sociales para hacer pública esa oferta”.
El contexto de los migrantes en París no es sencillo, ya que muchos llegan con la esperanza de encontrar un futuro mejor, pero se encuentran durmiendo en las calles o buscando refugio en iglesias y albergues, por lo que Andrea, consciente de esta realidad, buscaba aportar “un granito de arena” en la vida de estas personas, no obstante su iniciativa fue recibida con una mezcla de gratitud y críticas.
De los aproximadamente 115 mensajes que recibió tras su publicación, muchos fueron positivos, pero algunos contenían acusaciones y desconfianza. Varios usuarios la llamaron “explotadora” y advirtieron a otros de que la oferta podría ser una “estafa”. Andrea se mostró sorprendida por la dureza de estos comentarios, dado que solo estaba compartiendo una oferta con la intención de ayudar.
“Al final, uno entiende la posición de las personas que llevan tiempo en el extranjero. Personas que ya no quieren recomendar, personas que no quieren ayudar, personas que simplemente son egoístas”, comentó, en un intento por empatizar con aquellos que la atacaron.
A pesar de los insultos, Andrea no dejó que esta experiencia la desalentara, por lo que aseguró que continuará publicando ofertas laborales siempre que le sea posible, al destacar que ya había logrado que al menos una de las personas que la contactó comenzara a trabajar.
“Mientras yo conozca más ofertas laborales, siempre las voy a publicar porque me solidarizo y tengo empatía por las personas que también llegan aquí en busca de una oportunidad y que les cuesta conseguir trabajo”, agregó la joven en su video.
Este testimonio no solo ilustró las luchas de los inmigrantes en París, sino que también invita a reflexionar sobre cómo las dinámicas de poder y competencia pueden influir en las relaciones entre aquellos que comparten la misma condición.
Ante su testimonio, lo cierto es que varios usuarios de TikTok no dudaron en opinar y allí señalaron: “Así es amiga, los mismos latinos lo damos duros a los demás”; “👍sigue lo que te dice el corazón. si te nace ayudar. Bienvenido”; “eres grande, muy grande, que bonito actuar con conciencia con lo que le nace del corazón a cada uno, sin importar lo que venga”.