Se cumple un año desde que la Fiscalía General de la Nación vinculó a Fernando Rodríguez Mondragón, hijo del máximo líder del cartel de Cali Gilberto Rodríguez Orejuela, en el caso de la incautación de 3.493 aletas de tiburón que pretendían ser enviadas a Hong Kong camufladas en una encomienda de vejigas natatorias en 2021.
Desde entonces, el hijo del capo del narcotráfico en Cali desapareció del espectro público para dedicarse a su defensa y, un año después de su captura, se conocieron nuevos detalles del proceso que el ente acusador adelantó en su contra.
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Según información revelada por El Tiempo, después de que la Fiscalía lo detuviera el 20 de octubre de 2023 por su implicación en el caso de contrabando de aletas, Rodríguez Mondragón y su equipo legal trabajaron de la mano con los investigadores para conseguir un preacuerdo con la justicia.
El hijo del capo vallecaucano, en declaraciones al diario nacional, explicó que aceptó los cargos como cómplice debido a su rol como representante legal de Fernapez SAS, empresa que participó en la recolección de las aletas que afectó, al menos, a mil tiburones.
“Yo acepto los cargos, pero no como autor ni coautor sino cómplice, por ser el representante legal de la empresa Fernapez. Acepté cargos porque, si me voy a un juicio, con el apellido que tengo, el papá que tuve y todo lo que conlleva ser el hijo de Gilberto Rodríguez Orejuela y los medios que están en mi contra, no quería arriesgarme a que la pena fuera mayor”, señaló Fernando Rodríguez a El Tiempo.
Asimismo, afirmó que un trabajador suyo, de nacionalidad china, fue quien compró las aletas a pescadores del área de Chocó y las manipuló para enviarlas a China. “En época de pandemia, compró esas aletas ya secas a varios pescadores del área de Chocó, de Bahía Solano, y las trajo a Roldanillo y las manipuló para enviarlas a China entreveradas en lo que yo exportaba normalmente que es el buche o vejigas natatorias de los pescados de mar. Ese ciudadano se fue de Colombia para no volver y dejarme engrampado”, comentó Rodríguez al diario nacional.
Por su colaboración, un juez le impuso una pena de 48 meses y una multa de 297 millones de pesos. Sin embargo, se conoció que el empresario quedó en libertad el 20 de septiembre de 2024 tras aceptar cargos como cómplice en el aprovechamiento ilícito de recursos naturales renovables y tráfico de fauna, pero recibió el beneficio de suspensión condicional de la pena, con un periodo de prueba de dos años.
Además, aseguró que, a pesar del peso que le conlleva ser el hijo de uno de los capos más peligrosos del departamento del Valle y de Colombia, su labor en el país no es irregular y no está vinculado a ninguna red delincuencial. También logró demostrar que no hay incrementos injustificados de su patrimonio.
“No soy el alias ‘Fernando’, jefe de cinco capturados con 5 toneladas de tiburón sin aleta y tres barcos en Malpelo. Todo eso es completamente mentira”, concluyó Fernando Rodríguez Mondragón a El Tiempo.
El caso se remonta al 24 de septiembre de 2021, cuando la Policía colombiana incautó 3.493 aletas de tiburón en el aeropuerto internacional El Dorado de Bogotá. Las aletas estaban camufladas en un envío de vejigas natatorias y se dirigían a Hong Kong.
En ese momento, la Fiscalía determinó que la carga provenía de Roldanillo, en el departamento de Valle del Cauca, y que estaba vinculada a la empresa Fernapez SAS, representada legalmente por Rodríguez Mondragón.
La investigación reveló que la encomienda, compuesta por diez bultos, afectó aproximadamente a 1.000 tiburones de diversas especies y tamaños. Además, se descubrió que el permiso de aprovechamiento nacional del propietario había expirado en 2020, mientras que la exportación de aletas de tiburón estaba prohibida tanto a nivel nacional como internacional.
El envío iba a ser exportado por Cargo Logistic System SAS en Bogotá y destinado a la comercializadora Ho’import & Export Limited en Hong Kong. Sin embargo, gracias a la labor de la Policía de aduanas logró detectarse el producto ilegal en las bodegas de carga de la terminal aérea.