El municipio de El Plateado, en Cauca, ha emergido como el foco de una iniciativa gubernamental en Colombia destinada a recuperar el control de esta región, tradicionalmente en manos de grupos armados ilegales.
El Gobierno del presidente Gustavo Petro desplegó 1.400 efectivos de la fuerza pública en el área como parte de la Operación Perseo. Este operativo se enfoca en desmantelar la influencia de alias Iván Mordisco, un líder guerrillero que ha mantenido su fortaleza en esta zona.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
El Plateado se encuentra estratégicamente ubicado en el Cañón de Micay, un corredor natural crucial para el tráfico de drogas que se produce en Cauca y Nariño hacia las costas del Pacífico. Actualmente, este territorio es escenario de enfrentamientos entre las disidencias encabezadas por Mordisco y las de Márquez, representadas por la Segunda Marquetalia.
En 2021, el corregimiento fue escenario de un ataque con explosivos que resultó en la muerte de un suboficial del ejército y heridas a siete soldados. Días después, se registraron en video los momentos posteriores al asesinato de la gobernadora indígena Sandra Liliana Peña Chocue.
En esa ocasión, hubo imágenes similares a las captadas durante la llegada de funcionarios del gobierno de Gustavo Petro. En ese mismo año, el Alto Comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, el Ministro de Defensa, Diego Molano, y la cúpula militar se desplazaron a Argelia, otro municipio del Cauca que ha sufrido el impacto del conflicto.
Tanto la guerra de aquel entonces como la actual se centran en el control de 20.0000 hectáreas de cultivos de coca, el dominio de las rutas del narcotráfico y la propiedad de tierras.
Ferley Quintero, del Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric), resaltó en su momento la falta de implementación del proceso de paz con las Farc como un factor que agrava la situación. No obstante, Emilio Archila, exalto consejero para la estabilización del gobierno de Duque, argumentaba que grupos como el Clan del Golfo, el ELN y otros operan en la región desde antes de la firma del acuerdo de paz.
Mafia y lujos en el corregimiento
En el Cauca, la violencia alcanzó niveles alarmantes con un promedio de dos muertes diarias, según datos oficiales desde 2016. Este incremento de la violencia coincide con la presencia de mafias del narcotráfico, incluyendo el cartel de Sinaloa, que han apodado a la región como Caucakistán debido a la intensidad del conflicto.
Camilo González, de Indepaz, señaló que estas mafias han establecido pequeños poderes y dictaduras en la zona, aprovechando la ausencia del Estado para imponer su control con dinero y armas.
Desde la firma del acuerdo de paz con las Farc en 2016, el número de homicidios ha aumentado significativamente, pasando de 451 en ese año a 710 en 2020, en plena pandemia. Este aumento de la violencia está vinculado a la expansión del narcotráfico en la región, donde se han construido lujosas propiedades relacionadas con esta actividad ilícita.
En el corregimiento de El Plateado, por ejemplo, se pueden observar mansiones y tumbas adornadas con mármol y cristal, pertenecientes a líderes de bandas criminales, según informaron habitantes al diario El Tiempo.
La situación se agrava con la existencia de mafias que desvían combustible hacia los narcocultivos. En Argelia, el gobierno ha autorizado 21 estaciones de gasolina para una población mayoritariamente sin vehículos, lo que sugiere un desvío de recursos hacia actividades ilegales.
La DEA estima que el 70% de la droga producida en Colombia sale por esta región, donde también operan mafias del cemento, precursores químicos, alcohol, prostitución y armas.
Gobierno Iván Duque
En 2021, el gobierno de Iván Duque destinó un presupuesto de 1,9 billones de pesos para enfrentar la problemática histórica en el Cauca, según información no atribuida a una fuente específica. A pesar de estos esfuerzos, la región sigue siendo escenario de conflictos entre grupos armados, como las disidencias de las Farc, el Eln, y el Clan del Golfo.
En un intento por estabilizar la región, se creó una Fuerza de Despliegue Rápido (Fudra). Sin embargo, esta fuerza enfrentó dificultades para lidiar con civiles que realizan asonadas, impidieron el ingreso de tropas, secuestran militares y evitan la captura de guerrilleros y narcotraficantes.
Alias Gentil Duarte, un líder disidente, envió a alias Jonnier a la zona de El Naya para unificar las estructuras acéfalas de las disidencias de las Farc y disputar el control del territorio con otros grupos armados.
El impacto económico de estas actividades ilegales es significativo. Alias Mayimbú, un líder indígena nasa de la disidencia Dagoberto Ramos, recibía 1.500 millones de pesos por cada tonelada de coca que salía de la zona bajo su control.