Por qué el cañón de Micay y El Plateado son tan importantes para las disidencias y otros grupos ilegales: Gobierno avanza en la operación Perseo para recuperar este territorio

El corregimiento El Plateado en Argelia, Cauca, es clave en la operación militar denominada Perseo, buscando desplazar a las disidencias de las Farc y su control del narcotráfico en esta zona del país

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El Plateado ha sido foco de la operación militar Perseo desde el 12 de octubre, enfrentando a las disidencias - crédito Colprensa
El Plateado ha sido foco de la operación militar Perseo desde el 12 de octubre, enfrentando a las disidencias - crédito Colprensa

El Plateado, un corregimiento ubicado en la zona rural de Argelia, Cauca, se convirtió en el epicentro de un conflicto por el control territorial en el cañón de Micay.

Este lugar, estratégico para el narcotráfico, ha sido objeto de la operación militar Perseo, lanzada el 12 de octubre por orden del presidente Gustavo Petro, con el objetivo de expulsar a las disidencias armadas que dominan la región.

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Según informes, cerca de 1.400 efectivos de fuerzas especiales fueron desplegados para recuperar el control de esta área clave para el país.

Durante casi dos décadas, el cañón de Micay ha estado bajo el dominio de grupos ilegales. Inicialmente, el frente sexto de las Farc controlaba la región, pero actualmente es la columna Carlos Patiño, una disidencia del Estado Mayor Central, la que ejerce el poder. Este grupo, liderado por alias Iván Mordisco, mantiene su influencia debido a la importancia económica de la zona, principalmente por los cultivos de coca.

El cañón de Micay ha estado bajo control de grupos ilegales durante casi dos décadas - crédito Mario Quintero/Reuters
El cañón de Micay ha estado bajo control de grupos ilegales durante casi dos décadas - crédito Mario Quintero/Reuters

El departamento del Cauca, donde se encuentra el cañón de Micay, es un área crítica para el narcotráfico. En los municipios de Argelia y El Tambo, se estima que hay alrededor de 16.000 hectáreas de cultivos de coca. Según declaraciones de Pedro Alarcón, líder social del Cauca, la economía local depende en un 90% de estos cultivos, generando ingresos significativos para los grupos ilegales que controlan la región.

La operación Perseo no solo busca el control militar, sino también establecer una presencia institucional permanente en el área. El domingo 13 de octubre, varios ministros y la cúpula militar visitaron la zona para asegurar que la intervención incluirá programas sociales que promuevan la institucionalidad y el desarrollo local.

Para las disidencias, el cañón de Micay representa una fuente considerable de ingresos debido al narcotráfico y las conexiones con carteles internacionales. Un soldado involucrado en el operativo comentó que el control de esta región es crucial para las finanzas de los grupos armados ilegales.

Operación Perseo busca implementar programas sociales duraderos y restablecer presencia institucional - crédito Colprensa
Operación Perseo busca implementar programas sociales duraderos y restablecer presencia institucional - crédito Colprensa

“Para las disidencias, esta es una zona estratégica, que les da mucho dinero por el narcotráfico y por las conexiones que tienen con carteles internacionales”, indicó uno de los militares a la revista Cambio.

La importancia de El Plateado y el cañón de Micay en el contexto del conflicto colombiano radica en su papel como corredor estratégico para el tráfico de cocaína. Según las autoridades, por este cañón se transportan entre 3.000 y 6.000 kilos de cocaína mensuales, lo que representa un flujo económico de entre 10.000 y 15.000 millones de pesos semanales, solo en impuestos ilegales.

La violencia en el cañón de El Micay: enfrentamientos entre ejército y disidencias en el Cauca

El Micay, en suroccidente colombiano, enfrenta una guerra territorial entre fuerzas armadas y grupos ilegales - crédito Fernando Vergara/AP
El Micay, en suroccidente colombiano, enfrenta una guerra territorial entre fuerzas armadas y grupos ilegales - crédito Fernando Vergara/AP

El Micay, es un territorio en el suroccidente del país que se encuentra en medio de un conflicto armado que ha dejado a sus habitantes en constante zozobra. Según un informe de Voz de América (VOA), la región, que incluye los municipios de El Tambo y Argelia en el departamento del Cauca, ha sido escenario, en diferentes ocasiones, de enfrentamientos entre el Ejército Nacional y las disidencias de las Farc. Estos grupos armados luchan por el control territorial y de las economías ilícitas, principalmente relacionadas con el narcotráfico.

A pesar de la presencia militar, el control de la zona está en manos de grupos armados ilegales, lo que dificulta el tránsito sin su autorización.

El Programa Nacional de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito indica que el Cañón del Micay alberga el 75% de las 25.000 hectáreas de cultivos de coca del Cauca. El Plateado es también una ruta de salida hacia las costas del Pacífico, utilizada para el tráfico de cocaína, oro y otros recursos.

Desde principios de 2023, el Ejército Nacional desplegó la operación “Trueno”, bajo la dirección del presidente Gustavo Petro, con el objetivo de recuperar el control del Micay y fomentar el diálogo entre el gobierno y la sociedad.

Los residentes de El Plateado viven en constante temor debido a la presencia de varios grupos armados ilegales que disputan el territorio. Un habitante, que prefirió el anonimato, expresó que la presencia del ejército agravó la situación, generando más zozobra y desplazamiento. Los enfrentamientos son frecuentes, especialmente en las madrugadas, cuando helicópteros sobrevuelan la zona.

La Jurisdicción Especial para la Paz reportó 348 conflictos en la región desde 2020. Edgar Alberto Velasco Tumiñá, líder indígena del Cauca, informó a la VOA que en 2023 fueron asesinados 40 dirigentes indígenas, y en lo que va de 2024, otros 20. Tumiñá responsabiliza a los grupos armados y denuncia una “colonización moderna” asociada al conflicto armado y al uso de territorios indígenas para cultivos ilícitos.

Francisco Daza, de la Fundación de Paz y Reconciliación de Colombia (Pares), describió la situación en el Cauca como crítica, con acciones armadas concentradas en Argelia y El Plateado. Daza argumenta que más que una ausencia del Estado, hay una presencia limitada, lo que permite una “gobernanza criminal” por parte de los grupos armados.

El exministro del Interior, Luis Fernando Velasco, reconoció, en abril de 2024, la necesidad de una transformación económica en estos territorios, sugiriendo alternativas como el cultivo de café y cacao, y la formalización de la minería. Criticó la falta de aprobación de una ley para el uso recreativo de la marihuana, subrayando la influencia del tráfico de cocaína y la minería ilegal en el conflicto.

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