Las políticas emitidas por el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, que incluye el cierre de puntos de ingreso, vuelos de repatriación y mayor presencia de autoridades en las zonas fronterizas, no ha evitado que la crisis por la llegada masiva de migrantes desde el tapón del Darién disminuya, puesto que en lo corrido del año se ha reportado el ingreso de más de 185.000 extranjeros por esta ruta al país centroamericano.
A pesar de que diferentes organizaciones han solicitado a los gobiernos de Colombia y Panamá que implementen estrategias conjuntas para superar esta problemática, tras la reunión que Mulino sostuvo con Gustavo Petro, pocos han sido los cambios en la única ruta terrestre que conecta a estos países, que se ha convertido en una de las fronteras más peligrosas del mundo.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
Sumado a esto, el Darién también se ha transformado en un espacio propicio para la delincuencia, puesto que en más de una ocasión se han registrado denuncias sobre grupos armados como el Clan del Golfo y estructuras criminales de la región, que estarían cobrando sumas de dinero a los migrantes por cruzar la selva sin hacerles daño.
En un caso de esa índole, el Servicio Nacional de Fronteras de Panamá anunció la captura de tres individuos involucrados en el tráfico de migrantes desde Colombia; de acuerdo con la información suministrada por el Tercer Batallón Chucunaque, estos sujetos estaban haciendo cobros extorsivos a los migrantes.
El ejecutivo de la Primera Brigada Oriental de Panamá, Oriel de Gracia, indicó, durante una atención a medios, que estas personas serán judicializadas en su país por vulnerar los derechos de cientos de personas con su accionar.
“En coordinación con el Ministerio Público, logran dar con la aprehensión de tres ciudadanos, quienes se mantenían supuestamente cometiendo un delito contra la humanidad en flagrancia en su modalidad de tráfico ilícito de migrantes “.
La llegada constante de migrantes no es el único problema que tienen las autoridades, puesto que en Colombia se ha registrado una permanencia masiva de extranjeros que buscan llegar a Panamá para luego continuar su recorrido hasta Estados Unidos, pero la falta de dinero para llegar al Darién ha provocado que varios de ellos tengan que continuar varados en Necoclí y generando una crisis sanitaria en la zona.
“Tengo un hijo de diez meses, lo tengo durmiendo acá en la calle, en situación de playa, me le ha dado conjuntivitis. Para mí, no son condiciones humanas”, declaró Yaneth Mar, una ciudadana venezolana, a la Defensoría del Pueblo.
Varios de los extranjeros afirmaron que en Necoclí solo les venden un paquete completo para seguir su camino, que sería alrededor de $350 dólares por llegar a Capurgana o Acandí, tener albergue en estos espacios y la posibilidad de ingresar al Darién con un guía que los llevará hasta Panamá.
Una solución para la crisis migratoria
Debido a que la crisis migratoria se ha mantenido a pesar de las estrategias implementadas, desde la Universidad de Antioquia han pedido que se cree una visa humanitaria para poder identificar y responder a los problemas que tienen los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos.
“Si bien, esto no es una solución para todo el tránsito ni saliendo ya después de la frontera de Colombia, pues no habría como ninguna implicación en términos de los derechos de que se puedan proteger los derechos de las personas tener una visa humanitaria en Colombia si permitiese, por lo menos, responder ante las situaciones que suceden en nuestro territorio”, indicó a Blu Radio La profesora del programa de Protección Internacional de la Universidad de Antioquia, Talia Basmagi, que también indicó que es primordial que los gobiernos de Colombia y Panamá garanticen la presencia masiva de la fuerza pública en el Darién.