El cometa C72023 A3 Tsuchinshan-Atlas está desplazándose por el sistema solar interior, por lo que puede ser visto desde Colombia sin necesidad de equipos especializados en astronomía, pues solo se requieren unos binoculares y un sitio alejado de la contaminación lumínica para ubicarlo y así verlo a simple vista.
El cometa ha llamado la atención de los amantes del cosmos por su largo trayecto en el que se demora unos 80.000 años en orbitar el Sol, lo que significa que ningún humano vivo lo volverá a ver cuando regrese a la Tierra.
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En cuanto a lo que se necesita para ver el cometa, Raúl Joya, director del Observatorio Astronómico de la Universidad Sergio Arboleda, explicó a Infobae Colombia que el cuerpo celeste podrá ser visible con binoculares hasta la noche del domingo 20 de octubre aproximadamente de 2024, pero, después de esta fecha, solo podrá verse con telescopios.
En cuanto a las recomendaciones para observar el cometa, Joya aconsejó apuntar los binoculares en dirección a donde se ocultó el sol entre las 5:45 p. m. y las 6:05 p. m., incluso, si quiere tener un registro fotográfico puede utilizar una cámara normal con una exposición de 5 a 10 segundos en un entorno sin nubes y sin mucha contaminación lumínica.
El cometa del siglo
Tsuchinshan-ATLAS no es un cometa ordinario, a diferencia de muchos otros cuerpos celestes que orbitan en el Sistema Solar, este posee varias características que lo hacen único, pues se formó, al igual que otros cometas, a partir de los restos del proceso de creación del Sistema Solar hace 4.500 millones de años, pero su órbita es no periódica, lo que significa que probablemente pasará cerca de la Tierra solo una vez.
Este cometa es especialmente rápido, dado que viaja a una velocidad de 290.664 kilómetros por hora, lo que lo convierte en uno de los cometas más veloces observados en las últimas décadas, además, su núcleo, que se estima mide entre 6 y 15 kilómetros de diámetro, le permite reflejar una gran cantidad de luz solar, lo que podría hacer que brille con mayor intensidad que muchas estrellas en el cielo nocturno.
Se espera que su brillo aumente a medida que se acerque al Sol, ya que pasará a una distancia mínima de 0,56 unidades astronómicas de la Tierra lo que convertiría su acercamiento en uno de los más espectaculares del siglo XXI, visible incluso a simple vista desde nuestro planeta.
Posibles señales de desintegración
A pesar de las expectativas, el comportamiento de los cometas es extremadamente impredecible, especialmente cuando se aproximan al Sol, pues muchos de ellos pueden experimentar procesos de desintegración debido al calentamiento de sus núcleos de hielo, un fenómeno conocido como sublimación.
En este sentido, varios astrónomos han expresado su preocupación de que Tsuchinshan-ATLAS podría no sobrevivir lo suficiente para ofrecer un espectáculo brillante en los cielos de la Tierra.
Entre los factores que sugieren esta desintegración se encuentran una cola inusualmente estrecha y una disminución en su brillo. A 160 días de su paso por el perihelio, el cometa mostraba indicios de que su núcleo podría estar fragmentándose, lo que podría reducir significativamente su visibilidad desde la Tierra.
El origen de Tsuchinshan-ATLAS
Este cometa no periódico proviene de la lejana nube de Oort, una región remota del Sistema Solar que alberga billones de objetos helados, algunos de los cuales nunca han sido observados desde la Tierra.
La nube de Oort está situada más allá de la órbita de Neptuno, a casi un año luz del Sol, y es la fuente de cometas que, como Tsuchinshan-ATLAS, viajan a través del Sistema Solar en trayectorias no repetitivas.
Tsuchinshan-ATLAS fue descubierto en enero de 2023 por el Observatorio Astronómico de Zijinshan en China y posteriormente por el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS) en Sudáfrica, desde entonces, su trayectoria ha sido seguida de cerca por astrónomos de todo el mundo, que han calculado su paso cercano a la Tierra y al Sol.