Colombia está a la expectativa de lo que pueda pasar con la Ley 2381 de 2024, “por medio de la cual se establece el Sistema de Protección Social Integral para la Vejez, la Invalidez y la Muerte”, más conocida como reforma pensional del Gobierno de Gustavo Petro. La nueva norma está en fase de reglamentación, pero a la vez se encuentra en vilo por varias demandas que tiene en la Corte Constitucional, tribunal que ya admitió una de ellas por presuntos vicios en su trámite en el Congreso de la República.
Dicha ley está basada en un sistema de pilares (semicontributivo, contributivo, solidario y de ahorro voluntario) y entrará en vigencia el 1 de julio de 2025, pese a que expertos aseguraron que es muy temprano para hacerlo.
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Ante la situación, el presidente de Protección, Juan David Correa, habló con Infobae Colombia y dio a conocer lo que en realidad quedó bien y lo que quedó mal en la reforma al nuevo sistema de pensiones de Colombia.
Lo primero que dijo es que se necesita mucha pedagogía. Según él, es importante tomar un rol alrededor de lo que significa que el país entienda qué está en discusión con la aprobación de la reforma pensional. Por eso, detalló que los fondos de pensión tienen la responsabilidad de enseñarle a la gente qué es lo que viene en la reforma.
Correa, entre otras cosas, expuso lo bueno y lo malo de la nueva norma. Dentro de lo bueno, rescató la decisión de unificar los sistemas pensionales.
“Nosotros veníamos en este país con un sistema de reparto que, además, competía al mismo tiempo con el sistema de ahorro individual, que tenía una cantidad de subsidios para el público, lo que hacía muy difícil al sistema que tenía una competencia entre uno y otro, y que tenía los colombianos sin saber para dónde coger”, afirmó.
Fin a los subsidios a los más ricos
En segundo lugar, detalló que se acaban los subsidios para los más ricos. Recordó que el 80% de los subsidios en este país se le entregan las personas que más recursos e ingresos tienen en el salario, exactamente, estos estaban en quintil cuarto y quinto de la población que más gana.
“Son pocos, pero son subsidios muy grandes que, obviamente, otorgaba el sistema público. Había una incapacidad de hacer un sistema sostenible, pero más importante, en este caso, equitativo, porque había más subsidios para el que más plata tiene”, apuntó.
Las mujeres y la economía del cuidado
Un tercer elemento que destacó el presidente de Protección es la definición de entender que las mujeres corren con una economía del cuidado (actividades de cuidado y de trabajo doméstico no remunerado) que hay que observar y se incorporan unos elementos importantes en la reforma alrededor de ese tema.
En cuarto lugar se refirió al pilar solidario, que beneficiará a las personas con pérdida de la capacidad laboral, con discapacidad y adultos mayores de 60 años, en situación de pobreza extrema, pobreza o vulnerabilidad.
“Definitivamente, nosotros tenemos una responsabilidad por el país alrededor de entregarle a los adultos mayores más vulnerables en términos de pobreza, un subsidio. Vale la pena decir que ese subsidio, por supuesto, no necesitaba ser tramitado alrededor de una reforma pensional, pero si se incluyó ahí y beneficia a la población en general, pues bienvenido”, puntualizó.
Los elementos que preocupan
De acuerdo con Juan David Correa, los temas que preocupan a los fondos de pensión siempre son los que tienen que resolver cualquier sistema pensional de cualquier parte del mundo. Para él, un sistema pensional tiene que tener tres elementos importantes: cobertura, sostenibilidad y equidad, que son fundamentales en cualquier sistema pensional.
Enfatizó en que uno de las temas de profundidad es que esta reforma pensional no resuelve, de manera profunda y clara como los del país, ninguno de esos tres elementos.
“Es un sistema que no logra un aumento de cobertura importante. Lo logra sí, por supuesto, a través del pilar solidario, pero eso no necesariamente es una cobertura que esté relacionada directamente con un sistema pensional”, apuntó.
Al respecto, remarcó que los países más desarrollados logran tener una cobertura amplia, al menos, en salarios básicos. Indicó que, en Colombia, cerca del 60% de la población en Colombia es informal (no cotiza ni paga seguridad social) y esta reforma es para los que son formales. Así las cosas, dijo que la cobertura empieza en la discusión de una buena reforma laboral en el país que genere más empleo para que las personas empleadas tengan la capacidad de cotizar en un sistema formal pensional.
Sostenibilidad fiscal
En cuanto a la sostenibilidad fiscal, aclaró que la reforma que establece hoy que todas las personas de 0 a 2,3 salarios tienen un subsidio y hacen parte del sistema de reparto, establecido en el pilar contributivo y corre por el régimen de prima media, es decir, administrado por Colpensiones.
“Ese subsidio a 2,3 salarios va cubrir a buena parte de los colombianos. Entonces, el valor absoluto de los subsidios que se controlan de cara a lo bueno de la reforma, hoy se nos va a dar casi que a todos los colombianos. Lo que pasa con eso es que hay que tener plata para pagar y eso hace que el déficit del pasivo pensional en Colombia pase del 120% a más del 200%, porque es una deuda futura que tendremos con aquellas personas que empiezan a ser parte de ese nuevo sistema una vez arranque”, precisó Correa.
Al respecto, remarcó que la sostenibilidad fiscal es una de las discusiones de fondo.
Entre otras, anotó que la reforma tiene un elemento adicional, y es que estableció unos plazos de implementación que son un desafío gigante, porque todo el sector y todo el país, incluido Colpensiones, tendrían que estar listos en un corto plazo, ya que que iniciaría vigencia el 1 de julio de 2025 y ahí también hay una discusión alrededor de la capacidad, sobre todo, del sector público, de estar listo.