Apenas alcanzando las ocho horas de sueño y empezando el día, en promedio, sobre las 6:31 de la mañana, los colombianos suelen “andar con sueño”. De ahí que, estudiantes y trabajadores aprovechen para dormir en el transporte público.
Para algunos podría parecer un riesgo, más allá de la situación de inseguridad o movilidad complicada, por la idea de quedarse dormidos y “pasarse”.
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Sin embargo, con todo y la sensación de cansancio, no es algo que suela ocurrir e, incluso, en redes, hay quienes bromean al decir que los colombianos tienen el superpoder de despertarse justo antes de llegar a su paradero.
Un tema sobre el que Science of Us decidió teorizar de la mano del médico especialista en atención primaria Marc I. Leavey y el neurólogo que dirige el Centro de Trastornos del Sueño de Michigan Medicine, Ronald Chervin.
De acuerdo con Leavey, si dormirse en el bus se convierte en algo habitual, el cuerpo “es capaz de aprender una rutina, siempre y cuando sea una rutina”, en la que el reloj biológico obligue a su poseedor a despertarse.
Aunque, en casos de cansancio extremo, “aquellos de nosotros que estamos más privados de sueño que otros tendremos más probabilidades de entrar en etapas de sueño más profundo más rápido y podemos tener más problemas para despertarnos a una hora designada o específica”.
De acuerdo con el especialista, “dormir es algo muy interesante. Si está en sueño REM, es mucho más difícil despertarse. Si está en un sueño REM profundo, es probable que se salte su parada o se duerma durante toda esta”.
Sin embargo, Chervin se inclinó por otras dos posibles explicaciones. En la primera, “el cerebro detecta algunos estímulos durante el sueño. Por ejemplo, algunas investigaciones muestran que es más probable que escuche su nombre que cualquier otro nombre mientras duerme, incluso si las palabras se pronuncian al mismo volumen”.
Y, por tanto, el pasajero podría escuchar de fondo cuál es la siguiente parada y despertarse. O, también, podría estarse despertando de manera continua, en cada parada, para revisar, aunque no lo recuerde: “Hay que estar despierto durante un tiempo determinado para recordarlo”.
Colombia fue el país más madrugador durante el 2023:
Colombia se destaca como el país donde sus habitantes se levantan más temprano, según un estudio de la cuenta de Twitter World of Statistics, publicado el 11 de marzo. Con un promedio de 6:30 a.m., los colombianos lideran este ranking mundial. En segundo lugar, está Indonesia, cuyos ciudadanos se despiertan a las 6:55 a.m. En el tercer puesto comparten lugar Japón y México, con una hora promedio de 7:09 a.m.
Dinamarca aparece después con un promedio de 7:19 a.m., seguida por Estados Unidos (7:20 a.m.), Alemania (7:25 a.m.) y Brasil, el otro país latinoamericano en la lista, con un promedio de 7:31 a.m. En contraste, Grecia y Arabia Saudí figuran entre los últimos, con horarios de levantarse alrededor de las 8:25 a.m. y 8:27 a.m., respectivamente.
El estudio generó diversas reacciones en Twitter, y muchos usuarios asociaron el madrugar de los colombianos con el tráfico vehicular en el país, particularmente en Bogotá, la ciudad que más refleja esta situación. De acuerdo con el Global Traffic Scorecard de Inrix, Bogotá es la sexta ciudad con peor tráfico del mundo. Durante el 2022, los bogotanos perdieron un promedio de 122 horas al año en embotellamientos, cifra que ya había sido analizada por el periodista de la BBC Bob Pishue en 2021, cuando la capital ocupaba el octavo lugar global, con 94 horas perdidas en trancones.
La costumbre de madrugar también afecta los hábitos de sueño. Un estudio de 2019 de la empresa Bloc Blinds, basado en datos de la aplicación SleepCycle, ubicó a Colombia entre los cinco países que se acuestan más temprano, junto a Sudáfrica, Australia, Nueva Zelanda y Dinamarca. En promedio, estos países se retiran a dormir entre las 10:56 p.m. y las 11:36 p.m.