En Colombia hay expectativas en torno a dos asuntos de alto impacto en la economía nacional que tendrán toda la atención al cierre de 2024: el ajuste del salario mínimo para 2025 y la tasa de interés del Banco de la República.
Esto, sobre todo, teniendo en cuenta que ya empezaron a salir las primeras opiniones sobre el alza que debería tener la remuneración que impacta a más de dos millones de trabajadores en Colombia.
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Por ejemplo, el presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), José Ignacio López, indicó que la inflación prevista para el cierre de 2023 oscilará entre el 5% y el 6%, lo que justifica su recomendación de que el incremento salarial para 2025 no debería superar un solo dígito, luego de tres años consecutivos de aumentos a doble dígito.
Por otra parte, el jefe de la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), Óscar Cubillos, dio a conocer que para la negociación (participan empleadores, trabajadores y Gobierno), los sindicatos podrían solicitar un incremento de 15,4%, con lo que apuntarán a llegar a $1.500.000, mientras que los empresarios presentarían una postura más conservadora. Ante esto, indicó que su propuesta podría comenzar con “un incremento de 6,0%”.
Expectativas del Gobierno
Durante su intervención en el Congreso de Estudiantes de Economía, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, sembró gran expectativa sobre ambos asuntos, ya que aseguró que la discusión que se avecina sobre el salario mínimo seguirá, según él, los lineamientos establecidos por la ley, aunque anticipó que el aumento sería de un solo dígito y no de dos como ocurrió para 2024, cuando el alza fue de 12% y ubicó a la remuneración en $1.300.000.
“La ley dice que el salario mínimo en principio se debe ajustar contra la inflación causada”, explicó al reafirmar que el incremento se basará en el comportamiento de la inflación y un índice de productividad.
Al respecto, recordó que en el último año la inflación registró una caída de 7,22 puntos, con lo que se situó ahora en 5,81% anual en septiembre, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), lo que significó un gran logro económico para el Gobierno.
Y es que el debate sobre el salario mínimo es una cuestión sensible, ya que su ajuste impacta de manera directa en el poder adquisitivo de los trabajadores. Bonilla dejó claro que, aunque la inflación es un factor clave, el índice de productividad también jugará un papel importante en la decisión final.
“De tal manera que dependiendo en que termine la inflación, el salario mínimo debe estar ajustado a eso”, afirmó al reiterar que el incremento buscará superar ligeramente los niveles de inflación.
Tasa de interés del Banco de la República
En cuanto a las tasas de interés (10,75% actual), Bonilla hizo un llamado al Banco de la República para que haga un recorte más agresivo, ya que considera que el nivel actual no facilita la reactivación económica. “La tasa de intervención solo ha bajado 300 puntos”, remarcó, por lo que indicó que los 444 puntos de tasa real no favorecen el crecimiento económico esperado.
El enfoque del Gobierno hacia la inflación y el empleo es de particular relevancia en estos momentos de incertidumbre económica. Bonilla aseveró que los ajustes en la tasa podrían tener efectos positivos inmediatos: “Esperamos efectivamente que el banco proceda a acelerar la reducción de la tasa”. Insistió en que una política más flexible podría contribuir de manera importante a la tan anhelada reactivación económica.
La posición del ministro también incluye una crítica respecto a los avances en reducción de tasa hasta la fecha. En su intervención, subrayó la necesidad de un cambio más marcado: “De tal manera que tenemos 444 puntos de tasa real contractiva que no ayuda a la reactivación de la economía colombiana”.