El país se levantó en la mañana del sábado 12 de octubre con la noticia de la dura ofensiva del Ejército Nacional en el corregimiento El Plateado, en el municipio de Argelia, que por tierra y aire se fijó como gran propósito la recuperación de esta zona del occidente del Cauca. Al menos 1.400 hombres fueron desplegados en lo que se denominó la Operación Perseo, que provocó una fuerte reacción de los grupos de disidencias de las extintas Farc que dominaban a placer este territorio.
Sin embargo, para el senador Ariel Ávila, del partido Alianza Verde y que se desempeñó como exsubdirector de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares), esta incursión hace parte de una compleja operación que se lleva a cabo desde hace al menos seis meses, y que para que sea efectiva no se podrá limitar a su presencia en esta población. En efecto, señaló que tendrá que complementarse con otra serie de acciones de tipo social para que no sea estéril.
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En charla con Infobae Colombia, el congresista, que por su experiencia es considerado un experto en conflicto armado en Colombia, se mostró a la expectativa de los reales alcances de la ofensiva de la fuerza pública en esta región del territorio nacional. En especial, porque, a su juicio, la reacción del Gobierno de Gustavo Petro fue si se quiere tardía, pues era evidente la fragmentación entre las tropas que comandó alias Iván Mordisco; incluso en medio del cese al fuego.
Así ve Ariel Ávila la Operación Perseo en el Cauca
En primer punto, aclaró que los operativos por parte de las tropas del Ejército empezaron en abril del 2024, en la zona del Cañón del Micay, que comprende dos municipios: El Tambo y Argelia. Pero esta guerra, enfatizó, se desarrolla también a las poblaciones de El Patía y Balboa, en donde opera la estructura Carlos Patiño de las disidencias, y en San Juan de Mechengue; hasta donde la institucionalidad ha sido, hasta el momento, incapaz de llegar.
“Esto es muy importante, porque es desestructurar cinco años de crecimiento de este grupo criminal. Pero es insuficiente, el Ejército tiene que seguir avanzando, así que podríamos decir que esta operación va por la mitad. Falta, por lo menos, un año más; en medio de los cuatro conflictos que tiene el Cauca, pues no tiene ningún impacto en lo que está pasando en el norte, o lo que sucede en el oriente, en donde se registran otras dinámicas”, expresó Ávila.
Y dejó en claro que, más que un clamor ciudadano, los pronunciamientos surgidos desde la comunidad corresponden a una presión de las disidencias. “Los obligaron, incluso, a carnetizarse. Y luego, con un mensaje de texto o de WhatsApp, obligan a la gente a que salga a protestar. Es una situación que está ocurriendo desde hace años, y los presionan para que salgan con niños y demás. Es víctima”, recalcó Ávila, que pidió al Ejército tener en cuenta este factor.
En su concepto, la guerra contra la insurgencia se convirtió en un asunto de honor para el presidente de la República, Gustavo Petro, desde hace al menos un año; cuando al Ejército le tocó recular en una incursión de similares características. “Se volvió una obsesión, pues lo mencionaba en cada consejo de gobierno”, afirmó el congresista, que hizo énfasis en que la diferencia en esta ocasión es que lograron tomarse El Plateado: el casco urbano más importante de la zona.
Sobre si esta ofensiva tendrá repercusiones en el desarrollo de la COP16, que iniciará el lunes 21 de octubre en Cali (Valle del Cauca), Ávila dejó en claro que depende desde qué arista se mire. Aunque está convencido de que esto corresponde a una fase de una operación militar que debe continuar, “y haber parado la toma de El Plateado era haber retrocedido”, también expresó que las disidencias podrán tomar retaliaciones en la zona “y poner una bomba”.
A Gustavo Petro le faltó vehemencia con las disidencias, según Ariel Ávila
Un interrogante clave para entender este asunto, pasa por el papel que ha cumplido el jefe de Estado en su lucha contra los grupos armados que se lucran del narcotráfico. Y, en ese sentido, el senador de la Alianza Verde indicó que sí le faltó contundencia al Gobierno para hacerle frente a esta problemática; en relación con una estructura que no obedece, según él, órdenes provenientes de Mordisco, sino que tiene su autonomía desde que se pusiera fin al referido cese.
“Sí creo que al presidente le faltó mano dura. En esa zona no hay cese al fuego desde hace mucho tiempo y me asombraba la lentitud de las Fuerzas Militares”, precisó Ávila a esta redacción, en un diálogo en el que aseveró que las disidencias no dudarán en llevar a cabo maniobras distractoras, como hostigamientos a otras poblaciones, para llevar a la fuerza pública a responder a estas incursiones y salir de El Plateado. “Eso lo vamos a seguir viendo”, complementó.
El gran interrogante, expresó, es conocer cuáles son los alcances de la estrategia de las FF. MM. “Es una respuesta que nos tocará esperar. Mientras tanto, habrá algunos ataques a bases militares y pueblos. Insisto en que la operación militar era necesaria, pero no es suficiente, pues entre el 80% y 90% de la gente vive del cultivo ilícito”, aseveró el senador, que invitó al Gobierno a llevar toda su oferta institucional a estos territorios; sobre todo, una correcta administración de justicia.
Un aspecto llamativo el inexplicable número de estaciones de servicio en la zona, en donde la circulación de automóviles no es masiva. “El combustible es para procesar droga, eso no tiene otro sentido”, remarcó Ávila: que también ponderó de forma positiva la respuesta del Ejecutivo de enviar a sus ministros y funcionarios de alto nivel a la zona, como un mensaje a la insurgencia de que el Estado llegó para quedarse, pero que tendrá que acompañar de propuestas.
“Es en la ejecución de proyectos productivos y de desarrollo en el que el Estado ha sido muy lento”, sentenció el congresista.