La entrega de más de 8.400 hectáreas de tierra en Córdoba, Colombia, ha generado una controversia significativa. La ceremonia, que contó con la presencia del presidente Gustavo Petro y el exlíder paramilitar Salvatore Mancuso, ha sido objeto de críticas por parte de los habitantes locales.
Estos denuncian que las tierras, previamente confiscadas a los paramilitares conocidos como alias Macaco y alias Cuco Vanoy, están siendo asignadas de manera irregular a personas que no son de la región, quienes llegan en autobuses de la Agencia Nacional de Tierras (ANT).
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
Los pobladores locales han expresado su preocupación por la presencia de individuos desconocidos que patrullan la zona en motocicletas, especialmente en la hacienda La Argentina, donde se realizó la entrega simbólica de tierras.
Según Semana, estas acciones han generado temor y desconfianza entre los habitantes, quienes sienten que la promesa de devolver las tierras a sus legítimos dueños no se está cumpliendo.
El director de la ANT, Juan Felipe Harman, ha defendido el proceso, asegurando que se ha llevado a cabo conforme a la ley y que las críticas provienen de intereses políticos locales. Harman afirmó que las tierras fueron entregadas a miembros del Comité Municipal de Reforma Agraria de Buenavista, conforme a la Ley 160. Sin embargo, los pobladores insisten en que el proceso está viciado y que no se ha beneficiado a las verdaderas víctimas del conflicto armado.
El abogado y defensor de derechos humanos Álex Alberto Morales, que representa a los habitantes no beneficiados, ha denunciado las irregularidades ante diversas autoridades, incluyendo al presidente Petro y a la Comisión de Verificación de los Acuerdos de la ONU.
Morales destaca el temor de los pobladores por la presencia de personas ajenas a la comunidad, lo que ha llevado a solicitar la intervención de líderes sociales y defensores de derechos humanos.
Durante el evento de entrega, los pobladores protestaron y fueron reprimidos, según el documento citado por Semana. Las víctimas del conflicto, incluyendo mujeres, jóvenes y ancianos, han trasladado sus protestas a otras fincas de la región, exigiendo una revisión del proceso de entrega de tierras. La represión, que incluyó el uso de gases y granadas aturdidoras, ha intensificado el descontento.
La polémica se centra en la percepción de que las tierras están siendo asignadas a personas seleccionadas desde un escritorio, en lugar de a las comunidades locales que han sufrido el impacto del conflicto armado. La entrega simbólica de herramientas agrícolas, que pretendía representar un cambio hacia la paz y la reconciliación, ha sido calificada por los pobladores como una farsa.
La situación ha generado un debate nacional sobre la política de ordenamiento social de propiedad rural y el acceso a la tierra para las víctimas del conflicto armado en Colombia. Los pobladores afectados han hecho un llamado al presidente Petro para que revise estas políticas y garantice que las promesas de cambio se cumplan de manera justa y transparente.
El exparamilitar que pidió perdón en una ceremonia de tierras
El ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso y el presidente Gustavo Petro se encontraron en Montería, Córdoba, durante la ceremonia de entrega de más de 8.000 hectáreas de tierras a comunidades campesinas afectadas por la violencia de grupos armados ilegales.
Mancuso, que ahora actúa como gestor de paz, aprovechó la ocasión para pedir perdón a las víctimas de despojo de tierras, reconociendo su responsabilidad en los sufrimientos causados durante su liderazgo en las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Durante su intervención, Mancuso expresó su arrepentimiento por las órdenes que emitió en el pasado, las cuales resultaron en dolor y sufrimiento para muchas familias. “En la guerra no existen ganadores, todos somos perdedores”, afirmó, subrayando su compromiso actual de trabajar por la restitución de los derechos de las víctimas y la paz en el país, en línea con su adhesión a la Ley de Justicia y Paz.
El evento, denominado ‘Tierras para la reconciliación’, fue un paso importante hacia la reparación de las comunidades campesinas de Buenavista, Córdoba, que han sido históricamente afectadas por el conflicto armado. Mancuso, que ha sido invitado como gestor de paz, destacó su intención de contribuir a la restitución de tierras y a la reconciliación nacional.
En un gesto simbólico, Mancuso entregó un sombrero vueltiao al presidente Petro, un acto que simboliza la búsqueda de un nuevo comienzo y la esperanza de un futuro más pacífico para Colombia. Este intercambio de sombreros vueltiaos se convirtió en un símbolo de la voluntad de ambos líderes de avanzar hacia la paz y la reconciliación.
El evento también sirvió para resaltar la importancia de la entrega de tierras como un mecanismo para reparar a las víctimas del conflicto y promover el desarrollo rural en regiones afectadas por la violencia. La entrega de estas tierras es parte de un esfuerzo más amplio del gobierno para abordar las desigualdades históricas y fomentar la paz en el país.