Paulina Ceballos, esposa del presentador Carlos Calero, se ha convertido en un ejemplo de fortaleza y resiliencia al enfrentar uno de los retos más difíciles de su vida: el cáncer de mama.
La comunicadora social y empresaria fue diagnosticada en junio de 2024 durante un viaje a Milán, Italia, cuando estaba en medio de la celebración del compromiso de su hija, pero desde ese momento ha demostrado que la actitud positiva y la fe pueden ser armas poderosas en su batalla contra la enfermedad que afecta a miles de mujeres en Colombia cada año.
En el momento en el que se enteró, Ceballos aseguró que estuvo lejos de dejarse dominar por el miedo, si no decidió enfrentar la situación con una calma admirable y aseguró que la confianza en Dios y en los médicos fue clave desde el principio.
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Este enfoque espiritual ha sido el pilar fundamental que la ha ayudado a sobrellevar el tratamiento y a mantener la tranquilidad frente a la adversidad.
“Yo soy paciente activa con cáncer de mama, pero puedo decirles que estoy sana. Desde el primer día yo me sentí sana y es el mensaje que yo le puedo dar a todas las mujeres y hombres que están transitando por esta enfermedad y por otras enfermedades. Yo me he apoyado en Dios, desde el primer momento dije: ‘El amor lo cura todo’, tengo una familia hermosa que me apoya, tengo amigos, a mi mamá, esto ha sido como un trabajo en equipo”, aseguró en entrevista con 15 minutos.
Al regresar a Colombia, Paulina inició su tratamiento de quimioterapia. Uno de los momentos más difíciles para ella fue hablar con sus hijos sobre el diagnóstico. Junto a Carlos Calero, con el que lleva 28 años de relación, Ceballos decidió compartir el proceso con sus hijos, permitiéndoles expresar sus emociones y construyendo un ambiente de apoyo incondicional.
“Con Carlos hemos sido un motor el uno del otro. El apoyo de él, mis hijos, mi mamá, mis hermanos, amigos y mis mascotas, lo es todo (...). Pero, también, me pongo en manos de papá Dios, sé que él va a ser misericordioso conmigo y desde el día uno decreté mi sanidad”, confesó la cartagenera, según recogió Semana.
Además de su fe, Paulina ha logrado mantener una actitud positiva frente a su tratamiento, pues ella tiene claro que, aunque las sesiones de quimioterapia son difíciles, no va a dejar de trabajar como empresaria y mánager de talentos, ni tampoco que la enfermedad la limite.
“Yo me siento muy bien, la vida sigue. Cada vez que voy a salir de una terapia de quimio, digo: ‘Voy a salir bien, voy a estar bien’ y esa es la actitud porque si la mente se prepara el cuerpo se prepara y les puedo decir que me ha ido súper bien. Soy bendecida, yo lo veo como un regalo”, aseguró la mánager a la revista mencionada.
Este enfoque es respaldado por expertos como Wilson Cubides Martínez, director ejecutivo de la Liga Colombiana contra el Cáncer, que explicó en el foro sobre el cáncer que una actitud positiva puede influir directamente en la recuperación de los pacientes oncológicos.
“El estado emocional afecta los resultados del tratamiento oncológico, ya que un buen ánimo estimula la producción de neurotransmisores que refuerzan las defensas del cuerpo”, comentó Cubides a Semana.
Paulina aprovechó la intervención de los medios para dejar una reflexión cargada de optimismo en donde habló del aprendizaje que ella ha tenido con esta fuerte experiencia que vivió con su hijo hace unos años y ahora en carne propia.
“Yo lo veo como un gran regalo, es la segunda vez que me toca a la puerta, la primera vez fue muy duro como mamá, les digo, fue muy duro, pero esta vez que yo estoy pasando por esto estoy muy positiva”, finalizó.