En el norte de México, las autoridades del estado de Nuevo León detuvieron a dos conductores implicados en el secuestro de una familia de origen colombiano, compuesta por un hombre, una mujer y un menor de edad. Este incidente se suma a una serie de eventos que reflejan los peligros que enfrentan los migrantes en su travesía hacia Estados Unidos.
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El operativo policial se llevó a cabo en la carretera Monterrey-Nuevo Laredo luego de que la Policía estatal recibiera una denuncia ciudadana el miércoles 9 de octubre. Trabajos de inteligencia permitieron la detención de los presuntos secuestradores en el municipio de Sabinas Hidalgo. Los agentes localizaron un vehículo que coincidía con la descripción proporcionada, estacionado frente a una tienda de conveniencia, donde procedieron a detener a los conductores.
Según las autoridades, la familia colombiana fue interceptada en la central de autobuses de Nuevo Laredo, Tamaulipas, por hombres armados que los obligaron a subir a un vehículo. Los secuestradores ordenaron a los chóferes que no permitieran que la familia descendiera hasta llegar a Monterrey.
Los detenidos han sido puestos a disposición del Ministerio Público para determinar su situación legal, mientras que los extranjeros fueron remitidos al Instituto Nacional de Migración (INM).
Este caso se produce poco después de la desaparición de una familia cubana que había llegado al Aeropuerto Internacional de Monterrey el 19 de septiembre. La Fiscalía General de Justicia emitió una ficha de búsqueda para las ocho personas desaparecidas, que posteriormente fueron localizadas. Aunque no se especificaron las razones de su desaparición, se especula que podrían estar relacionadas con actividades de bandas del crimen organizado, que extorsionan o secuestran a migrantes para obtener dinero de sus familias.
El secuestro de la familia
El cónsul general de Colombia en México, Andrés Hernández, confirmó que la familia colombiana desaparecida en México fue localizada sana y salva en un albergue en el estado de Puebla. La familia, compuesta por Aylin Vanessa Pautt Racedo, de 37 años, Edwin Núñez, de 42, y su hijo pequeño, había perdido contacto con sus familiares desde el 8 de octubre.
El operativo de búsqueda, llevado a cabo por las autoridades mexicanas en colaboración con el consulado colombiano, incluyó el rastreo de los lugares que la familia había visitado durante su viaje turístico. Hernández explicó que se activaron todos los protocolos necesarios, siguiendo la ruta desde Cancún hasta Ciudad de México, para localizar a los connacionales.
El cónsul también mencionó que se habían gestionado los trámites para el regreso de la familia a Colombia. “El día lunes me estaré dirigiendo al estado de Puebla para tener una segunda conversación, prestar toda la atención consular, y por supuesto, seguir su proceso hasta retornar a Colombia”, afirmó Hernández.
El martes 8 de octubre, Mili Pautt recibió un mensaje inquietante de su hermana, que se encontraba de viaje en México. Según relató a Caracol Radio, la mujer informó que el autobús en el que viajaba junto a su familia había sido detenido por la Guardia Nacional. Desde ese momento, Mili perdió toda comunicación con ella, lo que generó gran preocupación.
La familia, compuesta por tres integrantes, había decidido interrumpir sus vacaciones en Cancún para visitar la basílica de la Virgen de Guadalupe en Ciudad de México. El motivo del viaje era pedir por la salud de su hijo, que presentaba problemas con algunos lunares. Sin embargo, durante el trayecto, ocurrió el incidente que dejó a Mili sin noticias de su hermana.
En el mensaje que Mili recibió, su hermana adjuntó fotografías de una patrulla de la Guardia Nacional, identificada con el número 21.573. A partir de ese momento, Mili intentó comunicarse con su hermana, pero no obtuvo respuesta. La situación se tornó aún más alarmante cuando Mili recibió una llamada desde un número con el indicativo de México, en la que le informaron que tenían a su familiar y le exigieron un pago de 9.500 pesos mexicanos.
Durante el tiempo que la familia estuvo desaparecida, sus parientes en Colombia recibieron llamadas de extorsión, lo que aumentó la preocupación por su seguridad. Mili Pautt, hermana de Aylin Vanessa, expresó su alivio al saber que su familia está a salvo, aunque no se proporcionaron más detalles sobre las circunstancias de su desaparición.
Este caso ha generado preocupación y desconcierto, ya que la familia no ha podido establecer contacto con las autoridades para obtener más información sobre el paradero de sus seres queridos. La falta de comunicación y la solicitud de dinero han incrementado la angustia de Mili, quien busca desesperadamente respuestas sobre lo sucedido.
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