De ‘curucutear’ a ‘enñuñio’: las palabras exóticas y divertidas que Martina la Peligrosa tuvo que traducir

Durante su aparición en Vos Podés, Martina la Peligrosa sostuvo que detrás de expresiones costeñas existe una rica cultura que comparte con su público

Martina la Peligrosa lleva a todos los rincones de Colombia las expresiones que evocan calidez y humor costeño - crédito @martinalapeligrosa/Instagram

Durante su participación en el programa Vos Podés con Tatiana Franko, la cantante Martina la Peligrosa compartió un pedacito de la cultura costeña al hablar sobre dos expresiones que usan mucho en la región Caribe: “curucutear” y “enñuñio”. En medio de risas, contó cómo estas palabras, tan comunes para ella, a menudo causan confusión entre personas de otras partes de Colombia, generando una especie de choque cultural.

“Curucutear”, explicó, es una palabra que le trae recuerdos de su mamá. “Ve a buscarme tal cosa en el cajón, pero no me vayas a currucutear eso”, relató Martina, añadiendo que la palabra significa desordenar o revolver algo que ya estaba organizado. Esa advertencia materna es conocida por muchos costeños, pero para quienes no están familiarizados, el término suena exótico y divertido.

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La cantante destacó el impacto de descubrir un mundo desconocido de términos costeños al hacerse famosa - crédito Canal RCN

Luego, Martina mencionó otra palabra típica de la costa: “enñuñio”. Este término se usa para describir algo arrugado o aplastado, como cuando te pones una camisa mal planchada o un vestido que pasó mucho tiempo doblado. “Donde vas tú con esa camisa enñuñía, devuélvete”, contó Martina, imitando lo que podría decir una madre costeña al ver a su hijo salir mal arreglado. Este tipo de expresiones, dijo, son parte del día a día de su tierra y reflejan la calidez y el humor costeño.

El choque cultural, sin embargo, no acaba en el lenguaje. Martina compartió cómo, cuando comenzó a hacerse más conocida a nivel nacional, se dio cuenta de que había mucho que la gente de otras regiones no sabía sobre la costa y sobre su pueblo, El Carito, en el departamento de Córdoba. A través de su música y de sus populares videos en redes sociales, encontró una manera de dar visibilidad a las palabras, costumbres y paisajes de su tierra natal.

“Yo daba por sentado muchas cosas. Para mí, hablar de esa forma, comer lo que comemos o hacer lo que hacemos era lo más normal del mundo, pero un día me di cuenta de que hay un mundo entero que no tiene idea de que existe todo esto”, explicó Martina. Desde entonces, llevó al escenario y a sus redes la esencia del Caribe colombiano, con orgullo y una intención clara: compartir con el mundo lo que significa ser costeño.

El lenguaje y costumbres de su pueblo son ocasiones para Martina de infundir identidad y humor en su música - crédito @martinalapeligrosa/Instagram

Martina la Peligrosa logró poner en el radar nacional expresiones como “curucutear” y “enñuñio”, mostrando que, detrás de cada palabra y costumbre, hay una riqueza cultural única que merece ser celebrada. Para ella, El Carito no es solo un lugar en el mapa; es el origen de todo lo que es, y así lo demuestra cada vez que habla de su tierra y de las raíces que la inspiran a lo largo de su carrera.

La apuesta con su esposo

En su participación en el pódcast, Martina la Peligrosa sorprendió a muchos al compartir detalles inesperados de su historia romántica. Entre risas, relató una divertida anécdota sobre una apuesta que marcó el inicio de su relación. “Terminamos en la batalla de rap (...) No me preguntes por qué, pero gané una apuesta y terminé tatuándolo a él”, contó Martina, dejando ver la complicidad que existe entre ambos.

Martina la Peligrosa marcó su historia romántica con una apuesta que culminó en un tatuaje de amor - crédito @martinalapeligrosa/Instagram

La apuesta, cargada de humor y espontaneidad, puso a prueba su conexión de una manera peculiar: si Martina ganaba, le haría un tatuaje a Daniel; si perdía, él la llevaría a cenar. “Le hice una rosa, que después él también me tatuó, pero quedó chueca”, bromeó.

El inicio de su historia estuvo marcado por un primer encuentro seguido de una separación, pero el destino los juntó de nuevo. Tras seis meses sin verse, Daniel volvió a buscarla, y esta vez, parece que están destinados a estar juntos para siempre. “Seis meses lejos, pero me volvió a buscar”, añadió Martina.