Salario mínimo de 2025: dan a conocer las consideraciones a tener en cuenta para la discusión que viene por el aumento

El debate sobre el salario mínimo en Colombia es un tema que capta la atención tanto de sindicatos como de empresarios y el mismo Gobierno nacional. Con las negociaciones para el aumento de la remuneración que reciben dos millones de trabajadores para 2025 a la vuelta de la esquina, las discusiones sobre el poder adquisitivo y el impacto económico toman protagonismo.

Ya son varios los expertos que dieron sus proyecciones al respecto. Por ejemplo, el el jefe de la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), Óscar Cubillos, dio a conocer los sindicatos podrían solicitar un incremento de 15,4%, con lo que apuntarán a llegar a $1.500.000, mientras que los empresarios presentarían una postura más conservadora. Ante esto, indicó que su propuesta podría comenzar con “un incremento de 6,0%”.

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Por otro lado, el director de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, Camilo Pérez Álvarez, apuntó que espera que el salario mínimo suba casi 8%, para pasar así de $1.300.000 a $1.400.000.

Ahora el que habló fue el expresidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) Diógenes Orjuela , quien explicó a El Tiempo que se necesita “recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores en el contexto de la carestía que ha venido azotando al país”. Esta situación, según él, llevó a que “cerca de dos millones y medio de colombianos hayan dejado de comprar leche porque no tienen como pagar un producto que hoy se vuelve inalcanzable”.

La relación entre aumento salarial y productividad empresarial es compleja. Sobre este punto, Orjuela señaló que un incremento en los sueldos, si está acompañado de políticas adecuadas, no debería “considerar un factor negativo para la productividad de las empresas”.

En su opinión, la clave está en adoptar que limiten la competencia desleal de productos importados y en revisar los tratados de libre comercio para favorecer el desarrollo interno: “Entre estas medidas mencionan la necesidad de controlar las importaciones y fomentar el desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas”.

La inflación, que a menudo se cita como una preocupación en estas negociaciones, es otro factor importante. Al respecto, el exdirigente argumentó que “la inflación ha ido bajando” y que un aumento del salario mínimo no provocaría necesariamente inflación si la demanda es abastecida de manera adecuada.

Para él, es imperativo que el proceso de reactivación económica no promueva la “polarización social” y evite la conceptualización de la economía como una lucha entre ricos y pobres. Orjuela aseguró al medio que este tipo de debate es “un ataque, básicamente, a toda la clase media colombiana”.

En cuanto a las perspectivas de consumo interno, opinó que “un aumento en los salarios se traduciría en una mayor capacidad de consumo por parte de los trabajadores”. Esta dinámica podría generar un “círculo virtuoso” donde el consumo de productos nacionales incremente, lo que favorecería así tanto a empresas como a la economía nacional. Según él, “si se incrementa el consumo de los productos que se producen en el país, entonces le va bien a los empresarios”.

La estrategia propuesta por el expresidente de la CUT implica un enfoque integral donde el aumento del salario va de la mano con protección al sector productivo. Como explicó, esto ayudaría a “mayor productividad, mayor consumo y, en última instancia, bienestar para los colombianos”.

Asimismo, subrayó que las políticas de protección incluirían subsidios estatales a los costos laborales, lo que permitiría a las empresas nacionales ser competitivas, incluso con salarios más altos.

El contexto inflacionario y económico es ineludible en la negociación del próximo año. Por eso, sostuvo que no es acertado culpar al salario mínimo de la inflación, ya que los aumentos bien gestionados pueden fomentar una economía más dinámica.

Afirmó que el debate debería centrarse en cómo el gasto salarial puede complementar un “proceso de reactivación económica”.

Frente a esto, Orjuela confirmó que aboga por una sinergia entre el aumento salarial, la protección estatal al aparato productivo y un mercado interno robusto como los pilares para lograr “un círculo virtuoso” en la economía del país.