El actor mexicano Alejandro Speitzer llegó a Colombia por primera vez para protagonizar la película Pimpinero, sangre y gasolina, un filme ciento por ciento colombiano.{
Para protagonizar la película, Speitzer aprendió el acento local, pues interpretó a un traficante de gasolina en la apartada región de La Guajira, en donde su personaje hace parte de un clan de hermanos que luchan por mantener el legado de su familia en este complejo negocio.
En conversación con Infobae Colombia, el actor mexicano confesó la cercaria que sintió con la temática de la historia y la familiaridad con esta zona tan alejada del país, pues él nació en la población de Culiacán, ubicada en el estado de Sinaloa, México, en donde comentó se viven conflictos similares.
“Desde el respeto y sin conocer a profundidad, entiendo que tenemos un lado de oscuridad difícil de descifrar y no es un secreto que existen problemáticas que vale la pena prestarles más atención”, dijo.
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Sin embargo, cuando Alejandro Speitzer comparó a Colombia con su país natal, también resaltó los valores por los que afirmó vale la pena pasar la voz.
“Es muy complejo tratar de explicar nuestros países. Hay mucho por hablar, pero por una parte y lo más importante es que estamos rodeados de ciudadanos valientes, personas que contantemente están dando la cara pese a todas las negativas a las que se enfrentan, culturalmente muy ricos y sobre todo alegres”, añadió.
En cuanto al actor mexicano de 29 años de edad le ofrecieron hacer parte de esta película que narra la vida cotidiana y los desafíos a los que se enfrentan quienes se dedican a esta actividad ilegal de transportar y comercializar combustible en la frontera entre Colombia y Venezuela.
Pero, además, se adentra en sus familias, romances, tentaciones y, las consecuencias que implica estar al margen de la Ley; Alejandro no dudó en querer estar dentro del elenco de Pimpinero, sangre y gasolina.
“Desde que llegó la prueba a mí y supe que era una producción de Andrés Baiz, de inmediato dije sí, no sé si era mi afán por querer trabajar con él, pero desde ese momento que hice la prueba, supe que el papel era para mí y le puse palabras. ‘Andy’ es un gran director referente del cine latino, entonces lo acepté con mucha confianza”, comentó.
La película se rodó entre Valledupar, en el Cesar, y La Guajira, permitiendo a Alejandro conocer una parte del país poco explorada y de la que no se habla mucho al tiempo que su personaje de ‘Pimpinero’, término con el que se le conoce en la región a quienes ejerces esta actividad ilícita de traficar con gasolina, también lo acerco a un lado del país que lo hizo reflexionar como artista y que despertó su compromiso de hacer algo por aquellos a quienes los toca el conflicto de manera indirecta.
“A mi haber estado ahí me acercó a una organización que existe tanto en Colombia como en México que se llama Aldeas Infantiles, una ONG en la que se trabaja por proteger y garantizar los derechos y bienestar de la niñez y la juventud”, agregó Speitzer sobre su forma de aportar como personaje público a las nuevas generaciones que se ven afectadas por el ambiente hostil que los rodea, pues detrás del tráfico de gasolina, se esconden otras mafias que hacen vulnerable a esta población.
Esta película, Pimpinero, sangre y gasolina, está en cartelera en Colombia desde el 10 de octubre y luego, en noviembre llegará a la plataforma de streaming de Prime Video a través de la cual podrá ser vista en más de 240 países.
Para su personaje, Alejandro compartió que se preparó con un amigo actor colombiano con el que ha trabajado en varios proyectos en México, pues aunque no fue un requisito del director, Speitzer sintió la necesidad de darle vida a Juan, como se llama su personaje, con el acento que correspondía.
“Tengo un amigo colombiano nen México, que también es actor, se llama Lucas Velásquez, a él le aprendí mucho, pero luego después me ayudó con audios para preparar la prueba y estuvo pendiente con sus comentarios y correcciones para llegar preparado, ya después hice ajustes con mi coach vocal y por último, aquí tanto Laura como Juanes también me ayudaron bastante, tuvieron mucha empatía. Les pudo parecer ridículo o chistoso, pero no, ellos se lo tomaron con profesionalismo, conté con su apoyo porque no es sencillo”, reveló Alejandro Speitzer a Infobae Colombia.
Pese a que Pimpinero, sangre y gasolina, es una película completamente colombiana, deseo que tenía Andrés Baiz desde hace diez años, Alejandro Speitzer no es el único extranjero que trabaja en ella, pues su coprotagonista es el cubano Alberto Guerra que junto con Juanes integran el clan Estrada, tres hermanos que encontraron en el contrabando de gasolina una opción económica y que por tradición ha sido el oficio de la familia.