La urticaria crónica espontánea (UCE) es una enfermedad de la piel que afecta entre el 1% y el 3% de la población mundial, que no solo provoca síntomas físicos debilitantes, sino que también tiene un impacto significativo en la salud mental y emocional de los pacientes.
Según un informe reciente que entregó Novartis Colombia, el 34,5% de los pacientes con UCE experimentan un deterioro mental o físico debido a la enfermedad, una cifra que supera la prevalencia general del 25% en pacientes dermatológicos con psoriasis y otros tipos de dermatitis.
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La doctora Laura del Mar Vásquez, alergóloga y pediatra, enfatizó la importancia de un apoyo integral para los pacientes, ya que la UCE no solo causa molestias físicas, sino que también puede llevar a un deterioro emocional considerable.
Los síntomas de la urticaria crónica espontánea incluyen la aparición de ronchas, manchas e hinchazón en la piel, acompañadas de picazón intensa, dolor y una sensación de ardor que pueden presentarse casi a diario durante al menos seis semanas. Además, en el 40% de los casos, se manifiesta con angioedema, una hinchazón dolorosa en zonas sensibles como los ojos, mejillas, labios o genitales.
De acuerdo con la experta, los pacientes a menudo sufren alteraciones del sueño, trastornos de ansiedad y del estado de ánimo. La incapacidad para identificar y comunicar adecuadamente sus emociones, conocida como alexitimia, puede agravar la sensación de aislamiento y sufrimiento.
Novartis Colombia estima que siete de cada diez personas con urticaria crónica espontánea deben cancelar sus actividades sociales debido a la enfermedad. En la conmemoración el Día Mundial de la UCE, se destacó la urgencia de mejorar el diagnóstico, tratamiento y apoyo integral para quienes viven con esta enfermedad.
La doctora Vásquez comparó la carga emocional y mental de la UCE con la de condiciones graves como la cardiopatía isquémica, subrayando que la falta de reconocimiento de sus síntomas, tanto físicos como psicológicos, agrava el aislamiento de los pacientes y afecta su capacidad para llevar a cabo actividades diarias y sociales.
Enfermedades articulares, la principal causa de discapacidad física en el mundo
Según expertos, las osteoartritis es una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo, que se destaca como una de las principales causas de discapacidad, especialmente en mujeres mayores de 60 años.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 350 millones de personas viven con alguna forma de enfermedad reumática, y la osteoartritis afecta aproximadamente al 10% de los hombres y al 18% de las mujeres en este grupo de edad.
Las enfermedades reumáticas comprenden más de 200 afecciones que afectan las articulaciones, los músculos y los tejidos conectivos. Entre las más comunes se encuentran la osteoartritis, la artritis reumatoide y la gota.
La osteoartritis, en particular, se caracteriza por el desgaste del cartílago articular, lo que provoca dolor, rigidez y pérdida de función, especialmente en las rodillas, caderas, manos y columna vertebral. En Colombia, la prevalencia de esta enfermedad se estima en un 16.3% en personas mayores de 40 años, siendo más frecuente en mujeres.
El diagnóstico de la osteoartritis, según el ortopedista César Árango, se realiza mediante una combinación de evaluación clínica, historia médica y estudios de imagen como radiografías o resonancias magnéticas. La detección temprana es crucial para implementar un tratamiento efectivo que ralentice la progresión de la enfermedad. Aunque no existe una cura definitiva, hay varias opciones terapéuticas disponibles para manejar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Entre los tratamientos farmacológicos se incluyen analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno y el diclofenaco, además de la viscosuplementación. Las terapias no farmacológicas abarcan la fisioterapia, ejercicios de bajo impacto y la pérdida de peso en caso de sobrepeso u obesidad. En casos avanzados, las intervenciones quirúrgicas, como el reemplazo total de cadera o de rodilla, pueden ser necesarias.
Por otra parte, la viscosuplementación es uno de los tratamientos más innovadores para la osteoartritis. Ese procedimiento ayuda a restaurar la viscosidad y elasticidad del líquido sinovial, mejorando la lubricación de la articulación y reduciendo la fricción entre los huesos. Aunque no cura la enfermedad, puede aliviar significativamente el dolor y mejorar la movilidad.
Las enfermedades reumáticas pueden afectar a personas de cualquier edad, pero son más comunes en mujeres y en personas mayores de 40 años. La osteoartritis, en particular, muestra una mayor incidencia en mujeres posmenopáusicas, posiblemente debido a cambios hormonales que influyen en la salud ósea y articular. Factores como la obesidad y la inactividad física también aumentan significativamente el riesgo de desarrollar esta enfermedad.
Los expertos sugieren que si una persona presenta dolor inexplicable en una articulación que limite su movilidad, es recomendable que consulten a un médico. En caso de diagnóstico de osteoartritis, el médico podrá guiarlo en los tratamientos disponibles para mantener una buena salud articular.
Finalmente, es importante destacar que octubre es reconocido como el mes de las enfermedades reumáticas y articulares, que busca aumentar la conciencia sobre la importancia de la detección temprana y el tratamiento adecuado de dichas patologías.