Un presunto caso de tráfico ilegal de fauna silvestre se registró en la mañana del martes 8 de octubre, luego de un operativo policial en una vivienda ubicada en el sur de Cali.
Las autoridades estaban cumpliendo una orden de captura contra un ciudadano, de quien no se conoce su identidad, cuando de una de las habitaciones se escuchó un ruido extraño, por lo que los uniformados se dirigieron cautelosamente hacia el sitio de donde provenía el ruido. Lo que encontraron fue sorprendente y a la vez lamentable.
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Se trataba del sonido, casi agónico, de un ocelote, o comúnmente llamado tigrillo, que se encontraba encerrado en una jaula, con el mínimo de ventilación y sin acceso a recibir la luz del sol. Como se trataba de una situación que no era apta de sus competencias, los uniformados llamaron al Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente (Dagma), quienes, al llegar al lugar, dieron el diagnóstico inicial del estado de salud del animal.
“El felino estaba en cautiverio en un lugar donde no recibía el sol, eso hace que el color del pelaje del animal cambie y el crecimiento del felino también se vea afectado. Además, se evidencia que le han dado alimentados cocinados, lo que va a hacer compleja su recuperación”, explicó Sara Rodas, subdirectora de calidad ambiental Dagma.
Las autoridades ambientales fueron las encargadas de llevar al animal a un lugar de paso para realizar los análisis respectivos que terminen la gravedad de su condición. “Procedimos a la atención del caso con la unidad de fauna, hicimos la incautación del felino que en este momento se encuentra en el hogar de paso, haciendo las respectivas evaluaciones para ver las condiciones de salud en las que se encuentra el felino”, complementó.
Asimismo, explicó cuál es el proceso que adelantan en estos casos, afirmando que las evaluaciones son continuas, mientras que el animal se logra adaptar a las nuevas condiciones de hábitat para su posterior reintegro. “Con estos felinos primero hacemos la recepción, ellos entran a un proceso de cuarentena y se les realizan todos los chequeos médicos para verificar su estado de salud, su pelo, su peso, como están sus órganos vitales y posteriormente se hace la evaluación para que en lo posible puedan ser reubicados en un hábitat en donde tenga mejor calidad de vida”, puntualizó la subdirectora.
Por último, las autoridades ambientales elevaron el llamado a la ciudadanía para que eviten adquirir especies silvestres para uso doméstico, debido a que provocan serias afectaciones, no solo al animal, sino también a los ecosistemas donde pertenecen.
“La invitación a la ciudadanía es que evite tener estos animales como mascotas, ya que pertenecen a los bosques y tienen un papel fundamental dentro de ellos”, anotó Nicolás Melo, líder del grupo de Fauna Silvestre del Dagma.
Campaña para contrarrestar el tráfico de fauna y flora en Cali
En lo corrido de 2024, en Cali, más de 2.100 animales han sido incautados y decomisados por tráfico ilegal de fauna silvestre, una problemática que representa una de las mayores amenazas a la biodiversidad y al patrimonio natural de Colombia. Es por ello que, con el objetivo de enfrentar este flagelo, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) y el Dagma lanzaron la campaña ¡Rompe la cadena! Di no al tráfico ilegal de flora y fauna.
“El reto de esta campaña de sensibilización es lograr que los esfuerzos de la COP16 no se limiten a públicos especializados, sino que lleguen también al ciudadano caleño en su vida cotidiana”, afirmó Olivier Inizan, representante adjunto de Unodc para la Región Andina y el Cono Sur.