El Tribunal Administrativo de Cundinamarca emitió una sentencia en el caso liderado por Andrea Padilla Villarraga y otros demandantes contra el Distrito Turístico y Cultural de Cartagena de Indias y otras entidades públicas.
El tribunal falló a favor de los demandantes, determinando la violación de los derechos colectivos al goce de un ambiente sano y la protección de los animales, en particular los caballos utilizados en servicios turísticos como en los coches de Cartagena.
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La sentencia se produjo tras analizar las acusaciones de maltrato animal y condiciones inadecuadas contra los equinos que sirven como tracción para los coches en la ciudad de Cartagena.
La Corte identificó un incumplimiento en las medidas necesarias para proteger el bienestar de estos animales, observando su desnutrición, fatiga y condiciones de vida desfavorables. La Sala declaró no probadas las excepciones de falta de legitimación en la causa por parte de los ministerios involucrados y ordenó acciones específicas para garantizar que los equinos operen bajo condiciones que aseguren su bienestar.
“AMPARAR los derechos colectivos al Goce de un Ambiente Sano, la Existencia del Equilibrio Económico y el manejo y aprovechamiento racional de los recursos naturales, la conservación de las especies animales, y la protección de la Fauna nacional, vulnerados por las autoridades demandadas”, se lee en el fallo.
El magistrado ponente Moisés Rodrigo Mazabel Pinzón supervisó el caso, en el que además participaron el Distrito Turístico de Cartagena, la Procuraduría General de la Nación, la Policía Metropolitana de Cartagena y otros actores gubernamentales. Andrea Padilla y sus co-demandantes presentaron pruebas robustas que desencadenaron un fallo notable, destacando deficiencias prolongadas en el manejo de los caballos y pidiendo medidas correctivas.
Entre las órdenes emitidas por la corte, la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria (UMATA) del Distrito de Cartagena debe llevar a cabo evaluaciones médicas exhaustivas a los equinos en un plazo de tres meses. Solo los caballos que cumplan con los estándares de bienestar podrán continuar operando. También se instruyó a la Policía Nacional establecer un programa de monitoreo para prevenir el maltrato y a la Secretaría Distrital de Ambiente de Cartagena a efectuar supervisiones exhaustivas de las condiciones de los equinos.
“ORDENAR a la SECRETARÍA DISTRITAL DE AMBIENTE DE CARTAGENA, que realice un seguimiento exhaustivo a las condiciones de los equinos, evaluando su bienestar y estado general, esto es las pesebreras donde descansan, el tiempo mínimo de descanso que tiene cada uno, y la adecuada hidratación de estos. Esta supervisión deberá incluir la implementación de mecanismos que permitan verificar el cumplimiento de los estándares de cuidado y nutrición establecidos por la normativa vigente”, señala el texto.
La decisión del tribunal también incluyó la conformación de un comité de verificación, en el que participarán los accionantes, representantes de autoridades locales y organizaciones defensoras de los animales como la Federación de Entidades Defensoras de Animales y del Ambiente de Colombia (FEDAMCO). Este cuerpo evaluará las condiciones y velará por el cumplimiento de las medidas ordenadas, asegurando que se brinden opciones de adopción para los equinos que no puedan seguir trabajando.
“ORDENAR a la PROCURADURÍA GENERAL DE LA NACIÓN -ASUNTOS AMBIENTALES Y AGRARIOS hacer un seguimiento a los conceptos rendidos por la UMATA de aquellos equinos que en efecto cumplen los estándares de bienestar para continuar ejerciendo como animales de tracción”, se lee en el documento
El fallo se basa en jurisprudencia previa, resaltando la importancia de proteger a los animales como seres sintientes. La Corte Constitucional mencionó que las prácticas culturales deben armonizarse con la protección animal, un punto clave para el caso de los usos turísticos en coches de tracción animal.
Este caso representa un avance significativo en la defensa de los derechos de los animales, marcando precedentes sobre el trato ético y sostenible hacia ellos, especialmente dentro de industrias turísticas. La supervisión efectiva y regulaciones adecuadas buscan prevenir situaciones de abuso y asegurar que los derechos de los equinos, así como de las comunidades dependientes del turismo, estén resguardados en Cartagena.