Bien reza el refrán que “la vida da muchas vueltas”, pero también las vueltas dan mucha vida. Cuenta de ello es el encuentro inesperado del creador de contenido especializado en fotografía, Sebastián Moreno, con una excompañera de colegio, en medio de una visita a comienzos de octubre a la cárcel para mujeres del Buen Pastor, junto al cantante de música popular Nico Hernández.
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En su camino hacia el primer pabellón en el que Hernández se presentaría, a lo lejos y con las características rejas de por medio, escuchó a una mujer que lo llamaba de manera repetida:
- Excompañera de colegio: “¡Sebastián! ¿Te acuerdas del Gustavo Restrepo?”
- Sebastián Moreno: “Obvio, yo estudié allá”.
- Excompañera de colegio: “Yo soy tu vecina”.
- Sebastián Moreno: “¿En serio? ¿Cómo se llama sumercé?”
- Excompañera de colegio: “Daniela... estudiamos en el Gustavo”.
- Sebastián Moreno: “¿Daniela Cubillos?”
- Excompañera de colegio: “Sí”.
- Sebastián Moreno: “Virgen santísima... rico volver a verla. No supe qué más decir... perdóneme”.
Sorprendido y sin saber cómo manejar la situación, intentó responder de la mejor manera, aunque, probablemente, lo último que se le habría pasado por la cabeza era encontrarse con una excompañera de colegio en semejante situación.
Y en lo que restaba de recorrido hizo lo que pudo “fotográficamente hablando”; ya que los dejaron ingresar con pocos equipos, pues “la movida para entrar a una cárcel es difícil, obvio”.
Una experiencia que, con todo y lo extraña que pudo haber resultado, disfrutó, al participar de un espacio que sacó a las reclusas de su rutina: “Es lindo, me encontré una amiga de colegio es una realidad muy diferente a la que uno está acostumbrado, es una experiencia totalmente nueva, ver el cambio en su rostro... se levantaron pensando que iban a hacer lo mismo y llega alguien a darles un concierto, a cambiarles el día, a cambiarles la cara”.
Autoridades investigan el caso de una reclusa que cayó de un tercer piso en el Buen Pastor
En febrero, el Ministerio de Justicia declaró una crisis carcelaria en varios centros penitenciarios del país, debido a las múltiples denuncias de homicidios, atentados y amenazas contra el personal del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec). Según el entonces ministro de Justicia, Néstor Iván Osuna Patiño, la medida se tomó “por unanimidad” ante el incremento de los asesinatos de guardias del Inpec en diversas regiones. La emergencia busca proteger la vida e integridad del cuerpo de vigilancia y combatir la extorsión, que ha aumentado tras los hechos ocurridos en Tuluá.
En medio de este contexto, la familia de Angelly Valentina Gómez, una joven de 23 años que falleció tras varios días de sufrimiento, exige justicia. Según relató su madre, Lilia Giovana, a Citytv, el caso de su hija estuvo plagado de irregularidades por parte del Inpec y la cárcel El Buen Pastor, donde estaba recluida.
Lilia explicó que Angelly fue trasladada sin previo aviso desde la Cárcel Distrital a El Buen Pastor, donde el 29 de julio habría caído desde el tercer piso del centro penitenciario. La familia se enteró del accidente por terceras personas, ya que el Inpec nunca les informó de lo sucedido. Angelly fue llevada a un hospital, donde estuvo nueve días sin recibir la atención médica adecuada, según su madre. Tras ser trasladada de nuevo a la cárcel, su estado empeoró, fue intubada y finalmente falleció el 18 de agosto.
La madre de Angelly también denunció que hasta el momento no ha tenido contacto con el Inpec y que no se les ha brindado el acompañamiento necesario durante el proceso. Exige que se esclarezcan los hechos ocurridos durante los más de 20 días que duró el procedimiento, subrayando que Angelly deja un hijo de seis años que merece saber la verdad sobre su misteriosa muerte.