Un viejo caso volvió a sacudir las redes sociales en Colombia con la confesión de una joven barranquillera que aseguró tener no uno, ni dos, sino siete maridos de la tercera edad, que, según ella, la mantienen económicamente. Este fenómeno, que fue noticia, nuevamente despertó múltiples reacciones y debates sobre las dinámicas de poder, género y dinero en las relaciones actuales. Aunque tradicionalmente se escucha de hombres con múltiples esposas, el caso de esta joven invierte los roles en una narrativa inesperada, lo que provocó interés.
La mujer, que permaneció en el anonimato, relató su historia al medio Última hora Valle, donde explicó que su experiencia con hombres jóvenes la llevó a tomar esta decisión. Según la joven, los novios con los que había convivido anteriormente no contribuían económicamente al hogar, dejándola a ella con toda la carga financiera.
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“Yo tenía que pagar el arriendo, tenía que pagar sola los servicios, hacer mercado, comprar mis cosas de aseo, y cuando yo les pedía algo se me perdían”, explicó en su testimonio, al destacar que la falta de apoyo económico fue el detonante para buscar otro tipo de relación.
A partir de ese momento, decidió cambiar de estrategia y darle una oportunidad a los hombres mayores de su barrio, particularmente a aquellos que, según ella, eran más generosos y dispuestos a ‘mantenerla’, como el famoso término ‘sugar daddy’.“Ellos jamás van a conseguir a alguien como yo, por eso me van a querer tener feliz todo el tiempo”, declaró, al hacer alusión a la diferencia generacional y a su percepción de lo que estos hombres valoran en una relación.
La barranquillera reveló que la estrategia para conocer a sus “maridos” la llevó al parque Bolívar, un lugar donde observó a hombres mayores que hacían fila para cobrar su pensión. De acuerdo con su relato, identificaba a aquellos señores que parecían estar solos y comenzaba a interactuar con ellos.
“Uno analiza, si tú ves que en la fila están solitos, eso quiere decir que no tiene a nadie que los moleste”, explicó. Poco a poco, el número de maridos fue incrementando: “Empecé con uno, luego a la semana ya me había llegado el otro”.
Sin embargo, la particularidad de este tipo de relaciones no solo radica en el hecho de que la joven esté involucrada con múltiples personas al mismo tiempo, sino en las condiciones que establece. Cada uno de los hombres con los que tiene una relación debe aceptar que ella tiene otras parejas y debe estar dispuesto a mantenerla económicamente. Para la mujer, este arreglo es casi un “negocio” en el que ambas partes obtienen lo que desean: los hombres reciben atención y afecto, mientras ella obtiene estabilidad económica.
¿Un reflejo de las relaciones contemporáneas o un caso aislado?
Aunque el caso volvió a provocar reacciones de burla y escepticismo en las redes sociales, plantea preguntas más profundas sobre la naturaleza de las relaciones contemporáneas. ¿Es este un reflejo de cómo el dinero y el poder económico pueden influir en las decisiones afectivas? ó ¿Simplemente se trata de un caso aislado de una persona que encontró una manera de aprovechar una situación específica?
Por un lado, algunos usuarios criticaron a la joven, acusándola de aprovecharse de la vulnerabilidad de los adultos mayores. Otros; sin embargo, ven su comportamiento como una manifestación de los problemas estructurales que enfrentan las mujeres en contextos de desigualdad económica.
Algunos de los comentarios sobre este video que ronda en las redes sociales señalan que: “Blanca nieves”; “a eso también le llaman EMPRENDIMIENTO ❓🤣🤣🤣”; “Emprendedora la muchacha,🙄”; “jajajajajajaja vieja boleta”; Viejitos si los veo, pensionados no tanto”; “Recuerden las mujeres jóvenes no cuidan viejitos enfermos”; “Pobres viejitos se consiguen con esta chula anda a trabajar floja”.