Ingrid Betancourt se refirió a ‘Gafas’, el carcelero durante su secuestro, que había sido nombrado gestor de paz: “Es una mala persona”

Si alguien estuvo cerca de Alexander Farfán, más conocido como ‘Gafas’ en las Farc-EP, es Ingrid Betancourt, excandidata a la Presidencia de Colombia, que estuvo secuestrada varios años por el grupo armado de tendencia marxista.

Ante un video que ha ganado notoriedad, en donde ‘Gafas’ amenaza a una concejal de Argelia, Cauca, Betancourt se pronunció, haciendo referencia a la vocación delictiva de Farfán, que fue su carcelero durante el secuestro que terminó con la Operación Jaque.

“Gafas estaba condenado a 19 años de cárcel por secuestrarnos. Pagó 9. Volvió a delinquir y lo agarraron, pero Gustavo Petro lo hizo soltar de nuevo como gestor de paz. Se le voló para seguir haciendo lo mismo. Gafas es una mala persona, su aptitud al mal es su ideología. Esto y el intercambio de sombrero vueltiao es lo mismo: pisotear al país y a las víctimas para montarnos un narco estado”, escribió la líder de Verde Oxígeno ene X.

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Alexander Farfán, más conocido como ‘Gafas’, el exguerrillero de las Farc y ahora gestor de paz designado por el Gobierno Petro, vuelve a estar en el ojo del huracán por su implicación en varios delitos cometidos en el suroccidente colombiano. Las autoridades judiciales han centrado su atención en él tras la reciente liberación de la concejala Sandra Betancur, quien estuvo secuestrada durante seis días.

El 21 de septiembre de 2024, en una cancha polideportiva del municipio de Argelia, Cauca, Farfán apareció en un acto público ante delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja (Cicr), donde entregó a Betancur.

Sin embargo, lo más inquietante fue la amenaza que le lanzó: “Quiero que no vuelva a venir al Cauca. No sé cómo va a hacer, pero por todos los frentes del bloque Occidental, por acá no la queremos ver para no tener problemas más adelante”. Esta intimidación quedó registrada en video y se ha viralizado en redes sociales.

De acuerdo con fuentes judiciales, esta declaración podría acarrear nuevas acusaciones contra “Gafas”, entre ellas los delitos de secuestro, amenazas y desplazamiento forzado. Estos cargos se suman a su historial criminal, lo que pone en duda su rol como gestor de paz.

Las Fuerzas Militares, que han seguido de cerca los movimientos de Farfán desde su liberación, lo señalan como uno de los cabecillas del bloque Occidental Jacobo Arenas, una de las facciones disidentes del Estado Mayor Central (EMC).

Este grupo armado opera en las zonas de Nariño, Cauca y Valle del Cauca. Un informe militar indica que ‘Gafas’ se ha dedicado a actividades de adoctrinamiento ilegal en regiones como el Cañón del Micay, El Patía y El Tambo, todos en Cauca.

Farfán saltó a la fama durante el secuestro de figuras destacadas como Íngrid Betancourt, entonces candidata presidencial, y tres contratistas estadounidenses, además de once militares y policías. Las víctimas fueron rescatadas en la célebre Operación Jaque el 2 de julio de 2008, una operación de engaño ejecutada por la Inteligencia Militar en la que ‘Gafas’ fue capturado junto a su comandante Gerardo Aguilar, alias ‘César’.

A pesar de haber sido solicitado en extradición por Estados Unidos, la Corte Suprema de Justicia de Colombia negó la petición en 2009, argumentando que los delitos fueron cometidos en territorio colombiano. Farfán permaneció en prisión hasta 2017, cuando fue liberado bajo los Acuerdos de Paz con las Farc. Posteriormente, se acogió a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), donde participó en varias audiencias de versión libre.

En septiembre de 2023, tras el inicio de las negociaciones de paz entre el Gobierno del presidente Gustavo Petro y el EMC, Farfán fue nombrado vocero y gestor de paz mediante decreto presidencial.

Esta decisión generó rechazo, especialmente entre algunos de los rescatados durante la Operación Jaque, quienes cuestionaron su nuevo papel en el proceso de paz.

En marzo de 2024, Farfán fue visto en un evento público en El Tambo, Cauca, donde inauguró un puesto de salud rural junto a miembros de las disidencias. Ahora, su reciente implicación en nuevos actos delictivos pone en entredicho el compromiso de este antiguo carcelero guerrillero con la paz y el cumplimiento de la ley.