En un anuncio que causó revuelo en las redes sociales, la Alcaldía de Barranquilla confirmó el lunes 7 de octubre de 2024 que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS, por sus siglas en francés), admitió para estudio la demanda contra Panam Sports; que pretende, según se explicó en detalle, recuperar los cerca de 2.250.000 de dólares que la ciudad le entregó a la entidad deportiva continental, que al final dejó sin la sede de los Juegos Panamericanos de 2027 de la capital del Atlántico.
La entidad territorial, al mando del alcalde Alejandro Char Chaljub, expresó que fue notificada por el TAS sobre esta determinación, que surgió luego de un análisis profundo de los hechos, circunstancias y normas relacionados con el Contrato de Ciudad Sede para la organización de la edición XX de las justas. Para ello, se contrataron los servicios de la firma de abogados Coral Delgado & Asociados, que presentó una solicitud de arbitraje ante el tribunal, que tiene su sede en Suiza.
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“Esta acción, que acaba de ser admitida, tiene como principal objetivo proteger los recursos públicos que fueron invertidos por la ciudad y que actualmente se encuentran retenidos por Panam Sports, debido a su interpretación unilateral sobre las cláusulas del acuerdo. El Distrito reafirma su compromiso con la defensa de los intereses de la ciudad y sus ciudadanos”, añadió en su comunicación la dependencia distrital, que quiere que Panam Sports devuelva el dinero girado a sus cuentas.
¿Por qué perdió Barranquilla la sede de los Juegos Panamericanos?
Es preciso recordar que el 3 de enero de 2024, con un extenso comunicado de prensa, la también conocida como la Organización Deportiva Panamericana (Odepa), dio a conocer a la opinión pública que, debido al incumplimiento en los pagos de dos cuotas de USD4 millones, Barranquilla perdió su derecho a ser sede de los Juegos Panamericanos; lo que causó una fuerte tormenta mediática que apuntó hacia la entonces ministra del Deporte, Astrid Vergara, como la principal responsable.
“Panam Sports informa a la opinión pública, que su comité ejecutivo ha decidido, unánimemente, retirar la sede de los XX Juegos Panamericanos a la ciudad de Barranquilla, Colombia. La resolución ha sido tomada tras los innumerables incumplimientos de contrato vigente”, fue el mensaje con el que la organización panamericana dio pie para un intenso cruce entre las partes involucradas, hasta el 1 de febrero, cuando se descartó de forma definitiva la candidatura de la Arenosa.
Según indicaron en su momento el alcalde de Barranquilla, Char Chaljub, y el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano de la Rosa, ese dinero fue girado por la ciudad sede para recibir los juegos; el mismo que, hasta el momento, Panam se niega a devolver. La determinación de retener este monto se debe a que en los documentos firmados por la organizadora de las justas, existe una cláusula que la faculta para proceder en ese sentido, ante el incumplimiento del contrato firmado.
“En Hacienda Pública debieron girarse cuatro millones de dólares el 30 de diciembre y no se hizo, un trámite por demás decirlo extraño, pero no se dio cuando ya tenía la orden presidencial. Entonces la plata se tiene hoy, se tiene completa los ocho millones de dólares, y ya se está trabajando”, expresó Char en su momento, luego del duro golpe que recibió la ciudad; tras perder la sede de las justas que no se llevan a cabo en el país desde 1971, cuando Cali las albergó.
Tras el fiasco de Barranquilla, la Organización Deportiva Panamericana optó, el 12 de marzo, por elegir a Lima como la nueva sede de las justas, que ya había recibido en 2019, en una decisión en la que venció a Asunción (Paraguay). Así se consumó uno de los más grandes fracasos del Gobierno Petro en el área deportiva, pues dejó escapar la posibilidad de recibir un evento de talla mundial, según él, debido a que había que invertir montos que podrían destinarse a otras causas.