El encuentro entre el presidente de la República, Gustavo Petro, y Salvatore Mancuso, ex jefe de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), no cayó bien entre las víctimas del conflicto armado en Colombia. La reunión, desarrollada durante un evento de restitución de tierras a víctimas del conflicto armado en Montería (Córdoba), causó una fuerte controversia, debido a la desconfianza de que Mancuso –en libertad para oficiar como gestor de paz– entregue verdad, justicia y reparación.
Juan David Díaz, hijo del fallecido alcalde Eudaldo Díaz, el mismo que advirtió su muerte hace 21 años ante el entonces presidente Álvaro Uribe Vélez, habló con Infobae Colombia. No ocultó su escepticismo sobre los avances reales que este diálogo pueda propiciar; teniendo en cuenta que el principal beneficio que buscaba el ex cabecilla de los paramilitares, que era salir de prisión, ya lo tiene; pese a que ha reiterado su voluntad de colaborar con la paz.
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“El presidente está siendo muy ingenuo al creer que estos paramilitares, que en 20 años no nos contaron la verdad, y no han reparado a las víctimas como debe ser, cuando aún estaban condicionados y tenían algo que ganar, que era la libertad, lo harán mucho menos ahora que no tienen ese incentivo”, afirmó Díaz, que parece haber resumido lo que se espera en este caso; con lo que se sumó a las diferentes voces que ven con absoluta desconfianza el avance de la intención del Ejecutivo.
Los motivos por los que víctima de los paramilitares desconfía del proceso
Las declaraciones Díaz a esta redacción, serían una clara muestra de un clamor general entre quienes sufrieron el rigor y la sevicia de los grupos paramilitares. Para el hijo del asesinado alcalde sucreño, existen ciertos interrogantes sobre la eficacia y sinceridad de Mancuso y otros líderes paramilitares, en pro de contribuir al proceso de paz que, según anunció Petro, será reabierto; pues se necesita saber qué pasó con los más de 400 bienes que, en el caso de este personaje, no aparecen.
El galeno expresó de forma abierta que no hay que esa voluntad de reparación. “No creo que los jefes paramilitares vayan a exponerse a una agresión por parte de estas bandas criminales que hoy poseen las propiedades que antes les pertenecieron”, manifestó. El vocero de los centenares de víctimas que causó el accionar de estas estructuras, el hijo del fallecido mandatario local, que buscó ser gobernador de Sucre, destacó la voluntad del jefe de Estado, pero no tiene mayores esperanzas.
Y es que si bien el acto de restitución de tierras en Montería, si bien tiene un propósito noble a su parecer, no está ajeno a las críticas que quienes ven, como él, más un gesto simbólico que un verdadero acto de reparación. “Lo que está es devolviendo una parte de todo lo que le arrebató a la gente, mucha de la cual fue asesinada para quedarse con estas tierras”, advirtió Díaz en diálogo con esta redacción, al insistir que Mancuso debería usar sus propias propiedades para tal fin.
“Para que con ello demuestre una verdadera voluntad de reparar a sus víctimas y que nos diga la verdad. Y que mencione a los socios que gozan de impunidad y que con ese dinero han seguido perpetuando y adquiriendo poder para seguir oprimiendo a la ciudadanía”, precisó en sus declaraciones, en las que cuestionó que se quiere hacer ver a Mancuso como benefactor, cuando en realidad no lo es, pues sigue teniendo el rótulo de victimario.
Recordó, además, cómo fue objeto de intimidaciones y todo tipo de amenazas al buscar la verdad de lo sucedido con su padre, cuyo crimen fue ordenado por el entonces gobernador de Sucre y luego embajador de Colombia en Chile, Salvador Arana. “Cuando quise buscar verdad, fui agredido y amenazado, perseguido y se me inventaron una serie de procesos para callarme”, contó en su dramática declaración, en las que reiteró que no espera mayores novedades.
“No creo que estos señores, con nada que ganar y mucho que perder, vayan a decir lo que no dijeron o lo que no entregaron en 20 años”, afirmó. De esta manera, con Petro apostando a un proceso lleno de incertidumbres e, incluso, vacíos jurídicos, todo indica que reina el escepticismo y la desazón. “Hoy están con las nuevas organizaciones criminales”, agregó el líder social, que hizo énfasis en la necesidad de acciones más transparentes para una verdadera reconciliación.