El departamento de Antioquia, una de las regiones con mayores recursos a nivel nacional y una población de unos 5.5 millones de habitantes, sigue siendo una de las zonas con mayores problemas en la provisión de servicios públicos básicos, especialmente en áreas rurales.
Según datos recientes, mientras que en ciudades como Medellín la cobertura de acueducto y alcantarillado alcanza el 98% y 97%, respectivamente, en regiones rurales como el Bajo Cauca, estas cifras caen drásticamente al 29,2% y 21,5%, lo que ha puesto en jaque a las autoridades departamentales por la brecha entre las zonas urbanas y rurales en términos de acceso a servicios esenciales.
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Por ejemplo, en el municipio de Arboletes, ubicado en la subregión del Urabá antioqueño, la situación es particularmente crítica, según un reciente informe revelado por El Colombiano. El río Volcán, principal cuerpo de agua del municipio, se ha convertido en un vertedero de aguas residuales, generando un problema de salud pública que afecta a la comunidad.
La situación es tan grave que la rectora de la Institución Educativa José Manuel Restrepo del municipio, Daniris Lucía Obregón, destacó que los olores emanados del río provocan malestares en los estudiantes, llegando incluso a causar vómitos y mareos.
“En el verano el río levanta fuertes olores y cuando abren la desembocadura hacia el mar, los gases que se emanan generan malestar en los estudiantes. A veces les dan vómitos y mareos, y si la situación es muy grave, tenemos que desescolarizar toda la jornada”, señaló la rectora al medio nacional.
La cobertura de servicios en Arboletes es limitada. Según la Gerencia de Servicios Públicos de la Gobernación de Antioquia, la cobertura de acueducto en el municipio es del 59,7%, con una notable diferencia entre la zona urbana (97,2%) y la rural (35,9%). En cuanto al alcantarillado, la cobertura es aún más baja, alcanzando solo el 43,18% en general, con un 90,1% en la zona urbana y un escaso 14,01% en la rural.
El problema de Arboletes no es aislado. Según el estudio al que tuvo acceso El Colombiano, en todo el departamento la cobertura promedio de acueducto es del 91,9% y la de alcantarillado del 82,9%, cifras impulsadas por las zonas más desarrolladas como el Valle de Aburrá. Sin embargo, en subregiones más alejadas, como el occidente y el nordeste, las coberturas son ampliamente menores, con cifras que rondan el 50% para ambos servicios.
Javier Gaviria Betancur, presidente de la Liga Nacional de Usuarios de Servicios Públicos, explicó al diario nacional que la expansión de estas coberturas ha recaído principalmente en los municipios desde la promulgación de la ley que regula el sector hace 30 años. En áreas como Medellín, el apoyo de Empresas Públicas de Medellín (EPM) ha sido crucial para alcanzar altas coberturas, pero en el resto del departamento, las empresas son más pequeñas y los presupuestos más limitados.
“Una de las principales causas que podemos identificar para que en municipios pequeños y en la ruralidad no se den avances significativos en la cobertura y en la calidad del servicio es que el incentivo de la norma está orientado a que las empresas prestadoras vayan principalmente a los grandes centros urbanos; es decir, donde se concentra más gente”, señaló Gaviria.
Por su parte, la Gobernación de Antioquia ha formulado proyectos para reducir la brecha entre lo urbano y lo rural durante el actual cuatrienio. Jimmy Collazos Franco, secretario de Medio Ambiente encargado y gerente de la Gerencia de Servicios Públicos, señaló que la meta es aumentar la cobertura de acueducto al 93,21% y la de alcantarillado al 83,82% para 2027. Además, se busca impulsar al menos 4.000 soluciones individuales de agua potable en zonas rurales.
El agua potable en áreas rurales es especialmente preocupante, con solo el 38,4% de los hogares teniendo acceso a agua apta para el consumo humano, lo que se traduce a que solo cuatro de cada 10 habitantes tienen pueden contar con el líquido vital. En regiones como el Bajo Cauca, la cobertura de agua potable es de apenas el 0,6%, lo que destaca la urgencia de abordar estas deficiencias.
Además de los problemas de agua y alcantarillado, la disposición de residuos sólidos es otro desafío en Antioquia. La dependencia del relleno sanitario La Pradera es un problema a largo plazo, ya que el 79% de los municipios del departamento depositan allí sus residuos. La falta de alternativas para la disposición de residuos sólidos es una preocupación creciente.