En medio de la creciente ola de violencia que golpea a Barranquilla, las autoridades locales están trabajando a toda marcha para esclarecer el asesinato de Madelein Esther Rossta Morales, una mujer de 33 años que fue brutalmente acribillada en una incursión armada en el barrio El Valle, ubicado en el sur de la ciudad.
Este nuevo crimen, ocurrido el pasado viernes 4 de octubre, ha generado conmoción y temor entre los habitantes de la zona, quienes continúan reclamando mayor seguridad y justicia.
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La víctima, una mercaderista que se encontraba regresando a su residencia tras concluir su jornada laboral, fue interceptada por una mujer sicaria que, según las primeras versiones, la atacó a quemarropa mientras conducía una motocicleta. El ataque ocurrió en la carrera 19 con calle 68, una zona que ha experimentado varios episodios de violencia en los últimos meses.
Los detalles del caso han ido emergiendo a medida que avanzan las investigaciones. De acuerdo con la información preliminar, Madelein Rossta iba a bordo de una motocicleta automática cuando otro vehículo, también motorizado, la interceptó. En el vehículo viajaban un hombre y una mujer, quien iba como parrillera. Fue esta última la que desenfundó un arma de fuego y le disparó en varias ocasiones, acabando con su vida de manera instantánea.
Las autoridades han confirmado que Rossta no tenía antecedentes judiciales ni estaba involucrada en actividades criminales, lo que hace aún más desconcertante el ataque. Los investigadores están centrando sus esfuerzos en identificar plenamente a la sicaria responsable del asesinato. Según fuentes de la Policía, se están realizando entrevistas a testigos presenciales y un barrido por las cámaras de seguridad del barrio para obtener imágenes que puedan esclarecer el momento exacto del ataque y la huida de los responsables.
Una de las líneas investigativas que ha tomado relevancia es la relación que Rossta había mantenido con su expareja. En octubre de 2021, la víctima había denunciado a este hombre por el delito de violencia intrafamiliar, y el caso, que se encuentra en etapa de juicio, seguía activo al momento de su asesinato. Las autoridades no han descartado que este antecedente pudiera estar vinculado con el móvil del crimen, y están revisando si la víctima había recibido amenazas o si la denuncia de violencia intrafamiliar había escalado a un conflicto más grave.
El cuerpo de Madelein fue trasladado a las instalaciones de Medicina Legal en el barrio Los Andes, donde se realizó la necropsia correspondiente. El informe final de la autopsia podría arrojar detalles clave que ayuden a los investigadores a entender la dinámica del ataque.
Hasta el momento, la Policía Metropolitana de Barranquilla no ha emitido un comunicado oficial respecto al asesinato de Madelein Rossta. La falta de respuestas y el creciente número de homicidios en la ciudad están generando preocupación entre los habitantes, quienes sienten que la inseguridad se ha disparado en los últimos años. Barranquilla, como otras ciudades del Caribe colombiano, ha sido escenario de varios ataques sicariales, muchos de los cuales aún siguen sin resolverse, lo que deja una sensación de impunidad entre los ciudadanos.
Este caso no es un hecho aislado. La violencia parece no detenerse en la región, y el mismo día del asesinato de Madelein, otro ataque sacudió al municipio de Galapa, en las afueras de Barranquilla. En esa ocasión, un ciudadano hondureño identificado como Luis Andrés Mejía Martínez, de 38 años, fue asesinado a balazos por hombres armados mientras se encontraba en las afueras de un hotel.
El crimen ocurrió durante una rueda de cumbia, lo que generó pánico entre los asistentes. Según las autoridades, la víctima estaba armada al momento del ataque, y su muerte parece estar relacionada con una llamada telefónica que recibió momentos antes del tiroteo.