El gobierno busca ampliar las opciones habitacionales mediante un decreto que habilitaría créditos para adquirir viviendas usadas. Actualmente, los subsidios sólo cubren construcciones nuevas, limitando las alternativas para muchas familias. Esta nueva normativa brindaría mayor accesibilidad al permitir destinar esos fondos a la compra de inmuebles ya existentes en el mercado.
No obstante, el senador perteneciente al partido de oposición, Cambio Radical, David Luna hizo un hilo en su cuenta de X en el que argumentó porque bajo su óptica dicha iniciativa que planea impulsar el Gobierno nacional puede llegar a ser una “mala idea”.
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El borrador de la nueva reglamentación, cuya publicación está prevista en un mes para recibir comentarios ciudadanos, establece requisitos clave. Entre ellos, que la vivienda usada se encuentre en zonas seguras y libres de riesgos, avaladas por las autoridades municipales como aptas y habitables. De este modo, se garantizaría que los créditos se destinen a inmuebles en condiciones óptimas y entornos adecuados.
Teniendo esto en cuenta, lo anterior el senador contrario al Gobierno nacional escribió en la primera publicación de su hilo que “este decreto es una muy mala idea considerando la actualidad del sector constructor y su importancia para nuestra economía. ¿Por qué golpear el empleo constructor, aumentar el precio de los arriendos y frenar la reactivación? Aquí 9 puntos clave”.
Luna continuó diciendo que, aunque suena bien la iniciativa tiene problemas que, según él, el Gobierno liderado por el presidente de la República, Gustavo Petro Urrego no ha querido discutir. “El @Minvivienda está trabajando en un decreto para subsidiar la compra de vivienda usada. Aunque suena bien, hay problemas graves que el Gobierno Petro omite discutir”, comentó en su cuenta de X el legislador perteneciente a La Comisión Primera del Senado de la República.
Según las palabras de David Luna, Colombia enfrenta un doble déficit cuantitativo y cualitativo en materia de vivienda. Este panorama revela la ingente necesidad de construir más de 1,2 millones de nuevas unidades habitacionales para brindar un techo digno a las familias colombianas. A lo anterior agregó que “además, más de 3.5 millones de viviendas existentes requieren mejoramientos urgentes en techos, pisos, baños y acceso a servicios básicos”.
Frente a la propuesta de subsidiar la compra de vivienda usada, David Luna planteó una alternativa distinta. En su opinión, los esfuerzos gubernamentales deberían enfocarse en robustecer los programas destinados a la construcción de nuevas unidades habitacionales y al mejoramiento de las viviendas ya existentes.
De igual manera comentó que: “Frente a mejoramientos, prometieron 400 mil, pero parece que abandonarán la meta. ¿Otra promesa rota?”.
Además, explicó que la vivienda es clave para la economía del país. “Ahora, la vivienda NUEVA es clave para la economía. Su construcción mueve el 54% del aparato productivo nacional y genera millones de empleos. Si se redirigen subsidios a la vivienda usada, perderemos un motor crucial para la reactivación”, argumentó el senador.
Continuó diciendo que un duro revés sacudió al sector de la construcción en agosto, con la pérdida de 84.000 empleos, advirtió David Luna. Esta cifra representa un golpe significativo para una industria que genera más de 4 millones de puestos de trabajo, tanto directos como indirectos. Según el senador, los subsidios enfocados en la adquisición de vivienda usada no revertirán esta preocupante tendencia.
Igualmente planteó que “invertir en vivienda nueva tiene un efecto multiplicador de 1:3, lo que significa que por cada peso invertido, la economía gana tres veces más. Subsidios a vivienda usada TAMPOCO tienen este impacto ni jalonarán la reactivación”.
A lo anterior agregó lo siguiente: “La construcción lleva 25 meses en caída, con niveles de comercialización de vivienda que no veíamos hace 12 años. Aunque el último mes mostró un leve repunte, la situación sigue siendo crítica. No podemos volver a poner obstáculos. Pareciera que a este gobierno le gusta tropezarse siempre con la misma piedra”.
El senador Luna también alertó sobre un potencial efecto adverso de subsidiar la vivienda usada: incrementar la sobredemanda de estas unidades y, en consecuencia, encarecer los precios de los arriendos. Según su análisis, esta medida sería un mero paliativo que maquillaría la situación sin resolver los problemas estructurales que dificultan el acceso a una vivienda digna.
Y finalizó diciendo: “La construcción de vivienda NUEVA es clave para una verdadera reactivación. Se estima que se necesita construir al menos 600,000 nuevas viviendas al año para empezar a reducir el déficit habitacional. ¡No detengamos los avances!”.