Exnarcotraficante acusado por alias “Otoniel” desmintió presunto plan de matar al presidente Petro: “Soy una persona de bien”

Desde Dubái, Julio Lozano Pirateque, señalado como miembro de una supuesta “junta directiva de la mafia”, negó cualquier implicación en un posible plan para asesinar al presidente Gustavo Petro.

Lozano Pirateque, que se encuentra en los Emiratos Árabes, fue vinculado a actividades delictivas tras cumplir una condena en Estados Unidos y regresar a Colombia en 2016. Sin embargo, en una entrevista con El Tiempo, desmintió estas acusaciones y aseguró que su salida del país fue motivada por montajes en su contra.

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Lozano Pirateque, liberado en 2016 después de cumplir una sentencia de seis años en una prisión estadounidense, ha sido objeto de diversas incriminaciones en su regreso al país.

Entre ellas, se le ha relacionado con la entrega y el asesinato de su exsocio Luis Caicedo, alias “don Lucho”, y con un narco laboratorio descubierto en la hacienda del exembajador Fernando Sanclemente. A pesar de estos señalamientos, Lozano Pirateque insistió en que no tiene vínculos con actividades delictivas actuales y que su nombre ha sido utilizado como “chivo expiatorio”, según citó del medio nacional.

De hecho, en medio de las denuncias realizadas por el mismo presidente sobre complots en su contra, Lozano Pirateque ha sido mencionado como parte de una organización criminal que supuestamente opera desde Dubái y que estaría planeando un atentado contra del mandatario colombianos.

De acuerdo con el dialogo, Lozano Pirateque negó rotundamente estas acusaciones y afirmó que su vida en Dubái es pacífica y alejada de cualquier actividad ilegal. “Soy una persona de bien”, declaró, y añadió que se refugió en la ciudad árabe por razones de seguridad.

Además, un audio del extraditado cabecilla del Clan del Golfo, alias “Otoniel”, ha complicado aún más la situación de Lozano Pirateque. En el audio, “Otoniel” lo acusa de seguir enviando cargamentos de cocaína y de estar involucrado en el asesinato de “don Lucho”.

“Me tuve que ir del país porque empezaron a hacerme montajes. Decidí salir cuando un abogado intentó involucrarme con el caso del embajador Sanclemente. Y yo estaba en Italia cuando me enteré de que habían matado a mi exsocio Luis Caicedo. ¿Cómo lo iba a entregar, como dicen, si ni siquiera estaba en el país?”, explicó en la entrevista.

Lozano Pirateque, sin embargo, desestimó estas afirmaciones, sugiriendo que podrían ser parte de una estrategia de defensa de Otoniel o un intento de terceros para perjudicarlo.

En cuanto a sus supuestos vínculos con el esmeraldero Hernando Sánchez, Lozano Pirateque también niega que Sánchez sea su testaferro. Asegura que, aunque conoció a Sánchez, no tiene ninguna relación financiera con él y que las acusaciones en su contra son infundadas.

El presidente de Colombia ha reiterado en varias ocasiones que existe un plan para atentar contra su vida. Según declaraciones públicas, ha dicho que en los próximos tres meses podría ser asesinado, y que la amenaza proviene de una “orden de la mafia”. Esta afirmación fue realizada durante una asamblea en favor del Gobierno del Cambio, en la Universidad Nacional.

El mandatario también ha expresado que la información sobre este supuesto complot le llegó a través de la DEA (Agencia Antidrogas de Estados Unidos), a través del embajador. Según Petro, el plan consiste en utilizar una volqueta cargada de dinamita y explosivos para atentar contra él, ya sea en su residencia o en un evento público.

Además, ha vinculado estas amenazas a un supuesto intento de golpe de Estado. “Al golpe de Estado se le responde popularmente con otra revolución”, afirmó en uno de sus eventos, en los que denuncia sobre un plan para asesinarlo o destituirlo antes de que finalice su mandato en agosto de 2026.

Además, el presidente ha relacionado estas amenazas con la investigación que lleva a cabo el Consejo Nacional Electoral (CNE) sobre su campaña, por presunta financiación irregular, calificando dicha investigación de “arbitraria”. El CNE, por su parte, ha respondido que no tiene la competencia para destituirlo del poder antes de que finalice su gestión.