Hay preocupación en varios municipios del Cauca por cuenta de un panfleto que llegó a algunas viviendas y negocios. Se trata de un mensaje que enviaron las disidencias de las Farc, firmado por alias Matamba, en el que citan a comerciantes y ciudadanos a una reunión.
El objetivo, de acuerdo con la información que se conoce por el momento, es supuestamente gestionar una entrega de regalos en Navidad para los niños que hacen parte de las familias más vulnerables del departamento.
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La citación a comerciantes y líderes de comunidades fue distribuida en cinco municipios del Cauca: Santander de Quilichao, Buenos Aires, Caloto, Miranda y Corinto. El documento incluye un número de celular para confirmar la asistencia al encuentro, programado para el 25 de noviembre de 2024.
En la reunión, según dieron a conocer las disidencias de las Farc, se discutirán varios temas, aunque el enfoque principal parece ser la organización de la entrega de regalos. Esta situación ha puesto en alerta a los organismos de seguridad, quienes han recibido denuncias de la comunidad sobre la circulación de estos volantes.
Líderes indígenas de la región también han recibido la citación, la cual llegó directamente a sus hogares y establecimientos comerciales. La preocupación entre los comerciantes es palpable, ya que temen posibles represalias si no asisten a la reunión convocada por las disidencias.
Las autoridades señalaron que los criminales tendrían por objetivo exigir a los comerciantes los elementos que serán donados a los niños, que además van a ser entregados como regalos por parte de la estructura armada ilegal.
El brigadier general Federico Mejía, comandante del Comando Específico del Cauca, expresó su descontento con la situación, señalando que “estamos viendo el descaro donde requieren regalos de parte del comercio para poder celebrar este evento que beneficia a las estructuras ilegales del Bloque Occidental Jacobo Arenas”. Esta declaración refleja la tensión que genera la convocatoria en la región.
La senadora Paloma Valencia también se pronunció sobre el tema, a través de sus redes sociales, afirmando que Colombia está a merced de los violentos. “Esto es un regreso al pasado más oscuro y violento del departamento. Las cifras muestran que tenemos todos los municipios importantes del departamento en máximos históricos de asesinatos y extorsión, y eso preocupa y duele”, dijo la senadora, citada por el medio local Diario Occidente.
Enfrentamientos en el Valle del Cauca provocan temor en las comunidades
En el municipio de Tuluá, en el Valle del Cauca, la población vive en un estado de alerta constante debido a los enfrentamientos entre grupos disidentes de las Farc.
De acuerdo con las alertas que han lanzado desde el territorio la violencia ha resurgido en la zona montañosa, afectando principalmente a los habitantes del corregimiento de Santa Lucía y otras áreas rurales cercanas. Estos enfrentamientos involucran a la columna Adán Izquierdo del Estado Mayor Central (EMC) y al frente 57 Yair Bermúdez, quienes buscan consolidar el control territorial sobre las economías ilegales de la región.
La situación ha generado un clima de inseguridad que afecta la vida diaria de los campesinos, quienes claman por una paz real y tangible. Aunque no se han reportado civiles heridos, el temor y las amenazas constantes son una realidad para las familias que habitan en estas áreas. Las tropas del Ejército Nacional han sido desplegadas en Santa Lucía y sus alrededores con el objetivo de restablecer el orden y proteger a la comunidad, pero el ambiente de tensión persiste.
El secretario de Gobierno de Tuluá, Martín Hincapié, expresó su indignación ante los recientes eventos y realizó un llamado al Gobierno Nacional para que tome medidas efectivas que garanticen la seguridad de los habitantes. La comunidad campesina, atrapada en medio de esta disputa, enfrenta el riesgo de represalias por parte de los actores armados, lo que agrava aún más la situación humanitaria en la región.
Los enfrentamientos entre estos grupos disidentes no solo han incrementado la violencia, sino que también han afectado la tranquilidad de la población, que se ve obligada a convivir con el miedo y la incertidumbre. La necesidad de una intervención gubernamental que promueva un diálogo y soluciones pacíficas es urgente para evitar que la situación se deteriore aún más.