Mujer asegura que se salvó dos veces de los mismos ladrones en un bus del Sitp en Bogotá a punta de oraciones: “Dios me hizo invisible”

La inseguridad en Bogotá por cuenta de los hurtos a personas cada vez está peor. Así lo confirmó el reciente informe de la Veeduría Distrital, que informó el aumento de un 80 % de los robos en los últimos tres años en la capital.

Uno de estos recientes casos tuvo como protagonista a una mujer, quien relató los minutos de angustia que vivió por cuenta de un par de ladrones que se subieron a robarla a ella y a los pasajeros que iban en una de las rutas del Sitp (Sistema Integrado de Transporte Público), en la localidad de Suba la madrugada del miércoles 2 de octubre de 2024.

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Sin embargo, y como aseguró la mujer en entrevista con Noticias Caracol, fue gracias a sus rezos que recibió “ayuda divina” y logró que los atracadores no le hicieran daño a los pasajeros, y gracias a ella se evitó un hurto en el bus que se transportaba durante la madrugada del viernes 4 de octubre.

Dos días después del primer golpe, se topó con los mismos atracadores.

El caso se presentó en un paradero del Sitp ubicado por el corredor de la calle 127, en inmediaciones al centro comercial Bulevar Niza. Allí los dos ladrones simulan ser pasajeros que están esperando el servicio.

Los delincuentes ya tendrían un paradero predilecto para ubicarse, advirtió la mujer, que pidió precaución a los conductores de servicio público, pero también le hizo un llamado a las autoridades para que realicen mayores controles en este punto.

En la entrevista que concedió la mujer, identificada como Lucía, aseguró que el primer caso, ocurrido el miércoles 2 de octubre, y cuando iba rumbo a su trabajo, el bus se detuvo en uno de los paraderos de la calle 127.

“Yo sentía que los tipos eran ladrones antes de que se subieran al bus. Traté de decirle al chofer que no abriera la puerta, pero no lo logré, así que me puse a orar a Dios, solo Él me podía proteger a mí y a los que iban conmigo”, añadió la pasajera, pero de nada sirvió la advertencia, y al final los ladrones se subieron al bus del Sitp.

“¡Esto es un asalto!”, dijo uno de los maleantes, y seguido a esto comenzaron a recolectar los objetos de valor, celulares, y dinero en efectivo de los demás pasajeros. “Incluso, a un señor se le llevaron el bolso y hasta la chaqueta que tenía puesta. Solo lo dejaron con una camisa, pantalón y los zapatos”, agregó Lucía.

“De mi boca solo salía: ‘Jesús, cúbrenos con tu sangre preciosa y no dejes que lastimen a los demás. Espíritu Santo, guárdanos”, narró la mujer, quien siempre toma en la madrugadas el servicio B419 de sur a norte, debido a que ella vive en el suroccidente de la capital y su lugar de queda ubicado por el sector de Mazurén.

En ese primer hurto, cuenta Lucía, una mujer que alcanzó a esconder su celular entre su pantalón, no contó con la misma fortuna que ella. Debido a esto el ladrón le grió a la víctima del robo “¿se va a hacer matar?” Seguido a esto el bandido arrastró a la mujer dentro del bus del Sitp para que entregara su teléfono.

“A esa pobre muchacha el ladrón la arrastró por todo el suelo del SITP y por poco la baja del vehículo. Ahí fue cuando empecé a clamarle a Dios: ‘¡Señor, no dejes que le hagan nada! ¡Protégela!”, contó la ciudadana, quien recalcó que pese a que el conductor intentó avisar a la Policía, el otro ladrón le puso un revólver en la cabeza, y por eso tuvo que desistir de pedir auxilio.

Mientras que el segundo golpe, que se produjo el viernes 4 de octubre, no le salió a los ladrones como esperaban. Todo por cuenta de la memoria de Lucía, quien de inmediato, al conectar varias escenas de ese primer hurto, recordó el aspecto de los dos atracadores y la parada donde se detuvo el chófer, por lo que le pidió que no parara por nada del mundo.

“Gracias a Dios alcancé a gritarle al conductor: ‘¡No vaya a abrir la puerta! ¡Esos tipos son ladrones!’. El señor, asustado, pisó el acelerador y no los dejó entrar”, cerró Lucía, quien solo espera que la Policía realice más controles en este punto y que este caso sirva de referencia para los conductores y ciudadanos que se movilizan a diario por este punto de la localidad de Suba.

En Bogotá, el delito de hurto a personas ha experimentado un aumento significativo del 80% en los últimos tres años, según un informe de la Veeduría Distrital.

Este incremento ha generado preocupación entre los ciudadanos, quienes enfrentan no solo pérdidas materiales, sino también un creciente temor y desconfianza en su entorno. Durante el primer semestre de 2024, se registraron 56.097 casos de hurto, concentrados principalmente en las localidades de Los Mártires, Kennedy, Suba y Engativá.

El informe de la Veeduría Distrital destaca que el hurto a personas representa más del 60% de los delitos de este tipo en la capital, según datos del Sistema Penal Oral y Acusatorio (Spoa) de la Fiscalía General de la Nación.

La utilización de armas blancas y de fuego en estos delitos ha intensificado la percepción de inseguridad, dificultando la confianza de los ciudadanos para transitar por las calles y espacios públicos.

En 2021, se reportaron 60.167 casos de hurto, cifra que aumentó a 108.220 en 2023, evidenciando una preocupante tendencia al alza. La localidad de Los Mártires fue la más afectada en 2023, con 5.135 denuncias, y esta tendencia parece continuar en 2024. La situación ha encendido las alarmas sobre la seguridad ciudadana en Bogotá, convirtiendo al hurto en una de las principales amenazas para los habitantes de la ciudad.