Ministro de Defensa anunció creación de una sede de Interpol en Medellín y aumento de efectivos de la policía judicial

Se llevó a cabo en Medellín un consejo de seguridad, con la presencia del ministro de Defensa, Iván Velásquez, en el que se tomaron fuertes medidas para hacer frente a los recientes casos de orden público que se han registrado en Antioquia y que encendieron las alarmas no solo de los mandatarios locales, como el gobernador Andrés Julián Rendón, sino también del Gobierno central. Y culminado esta especie de cónclave, se anunciaron una serie de decisiones que buscan mejorar la seguridad en este territorio.

Velásquez, que estuvo en el ojo del huracán tras la masacre que tuvo lugar en el municipio de Yondó, que dejó cuatro muertos, anunció la creación de una sede de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) para diciembre en la capital de Antioquia. Con ello, se busca reforzar la seguridad y combatir las estructuras criminales en la región, pues el titular de la cartera está convencido de que “Medellín merece una atención muy especial desde esa especialidad y esa competencia de la Policía”.

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A su vez, se tiene previsto un incremento significativo en las capacidades de inteligencia y de policía judicial como parte del Plan 20.000, que traerá consigo el aumento de 300 agentes en la policía judicial. Según Velásquez, el incremento de efectivos permitirá una mayor efectividad en la lucha por la criminalidad y, sobre todo, en la desarticulación de las estructuras criminales; pues se requiere combatir a todas las organizaciones ilegales que operan en la región, como el Clan del Golfo, las disidencias de las Farc y otras bandas.

“Este incremento va a contribuir muy eficazmente en dirigir una importante acción en contra de esas estructuras. No solo de las Farc y los grupos organizados, sino que además suprimirles las riquezas que han obtenido, derivadas de esas actividades”, apuntó Velásquez.

En el mencionado consejo, se dejó reseñada la importancia de reforzar la presencia de fuerzas de seguridad en el Valle de Aburrá y Antioquia, que se ha visto azotada por el accionar de los criminales. Se espera que con la llegada de Interpol, se potencie la cooperación internacional en la lucha contra el crimen organizado y, en este mismo sentido, fortaleza los lazos de cooperación con otras naciones y en intercambiar información clave para combatir el crimen transnacional; en especial, la trata de blancas.

La minería ilegal y el aumento de cultivos de coca en Antioquia también fueron parte de los puntos tratados. Rendón propuso desmontar cualquier posibilidad de cese al fuego con estructuras criminales y aumentar la presencia de la Armada en el río Nechí, pues cree que es “el único camino” para resolver los problemas de seguridad que aquejan al departamento; que quedaron en evidencia con lo ocurrido en Yondó. Es por esto que ofreció una millonaria recompensa para quienes den información de los responsables.

“Queremos ofrecer una recompensa de hasta 500 millones de pesos para determinar los perpetradores de esta masacre. Al parecer, podría estarse hablando de un desenlace con víctimas inocentes de por medio, al menos cuatro de ellos eran reconocidos integrantes de la organización comunal del municipio de Cantagallo”, indicó el mandatario seccional, una vez que se conoció el desenlace de este ataque, en el que cayeron líderes sociales de esta zona, fronteriza con el departamento de Bolívar.

En cuanto a las comunidades del Bajo Cauca antioqueño, se prepara la llegada de una Fuerza de Despliegue Rápido (Fudra) del Ejército Nacional. Este refuerzo en seguridad promete mejorar las condiciones de vida en la región. , “Representa mejores condiciones de vida para las comunidades en materia de seguridad y mayor contundencia en las acciones que adelantan las fuerzas armadas contra grupos organizados que operan por todo este corredor estratégico en materia de seguridad”, agregó Velásquez.

Es preciso destacar que otro de los presentes en esta jornada fue el alcalde de Medellín, Federico Fico Gutiérrez, al que le aumentaron su esquema de seguridad ante las informaciones que darían cuenta de un plan para atentar contra su vida.