Jorge Enrique Robledo, exsenador y excandidato presidencial, criticó duramente al Gobierno del presidente Gustavo Petro tras la reciente elección de Gregorio Eljach como procurador General dela Nación.
A través de una publicación en su cuenta de X, Robledo compartió un video en el que denunció lo que consideró un ejemplo del clientelismo que sigue prevaleciendo en la política nacional, pues apuntó directamente a la supuesta contradicción del discurso del actual Gobierno.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
Robledo inició su intervención afirmando que la elección de Eljach expuso “varias y graves verdades en Colombia”. Según el exsenador, la elección de Eljach como procurador General es el resultado de un pacto entre los senadores petristas y otras fuerzas políticas tradicionales, tales como los liberales, conservadores, el Partido de la U, Cambio Radical y el Centro Democrático. Al respecto, Robledo aseguró que “se supone que son diferentes según el cuento que les echan a los colombianos”.
El nombramiento de Gregorio Eljach como nuevo procurador se realizó con el respaldo de una coalición diversa que incluyó tanto a aliados como a opositores tradicionales del presidente Petro, un hecho que se puede considerar como una señal de que las alianzas que se presentan como cambio frente a la política convencional son, en realidad, más de lo mismo.
Para el excandidato presidencial, los acuerdos de este tipo tienen un propósito claro: repartirse “las burocracias de esas entidades y protegerse mutuamente para evitar sanciones por sus malas prácticas y corruptelas en el gobierno”.
La reacción de Jorge Enrique Robledo no es la única crítica que ha recibido la actual administración, dado que ha sido cuestionada por varios sectores que acusan al presidente de Petro de recurrir a prácticas políticas que solía condenar cuando era opositor.
Por lo tanto, Robledo subrayó que el clientelismo, que Petro denunció en el pasado, parece ser ahora una herramienta útil para mantener el control en diferentes instituciones clave: “Otra prueba de que, digan lo que digan, en realidad esas fuerzas son mucho más parecidas que diferentes y que el supuesto cambio del gobierno de Petro es más un engaño que una realidad”, sentenció el exsenador.
Robledo también recordó un episodio específico que, según él, ejemplifica la contradicción en la postura de Petro. En 2008, Petro, siendo senador del Polo Democrático, votó a favor de Alejandro Ordóñez como procurador general, a pesar de la oposición de figuras del partido como Carlos Gaviria y el propio Robledo.
Esta alianza, aparentemente inexplicable en ese momento, tuvo, según Robledo, una contrapartida política: “Voto que Ordóñez le pagó eligiéndole a Petro a su amigo Diego Bravo en un alto cargo en la Procuraduría”, por lo que señaló que las relaciones clientelistas entre Gustavo Petro y los políticos tradicionales no son un fenómeno reciente, sino que se remontan, al menos, a los últimos 16 años.
Es menester acotar que Alejandro Ordóñez como procurador y su relación con Petro tuvo momentos de controversia, pues Ordóñez, conocido por su postura ultraconservadora, era considerado un antagonista natural del proyecto político de Petro, que se presentaba como un líder progresista en esa época; sin embargo, la votación de Petro a favor de Ordóñez y el posterior nombramiento de un aliado en la Procuraduría dejó en evidencia, según Robledo, cómo las conveniencias políticas y el clientelismo han prevalecido por encima de los principios.
El actual procurador, Gregorio Eljach, no ha sido ajeno a la polémica, dado que antes de ser elegido, ya tenía una larga trayectoria en el Senado como secretario general, cargo que ocupó durante años y desde el cual estableció relaciones con diferentes fuerzas políticas.
Por esta razón, su elección como procurador representaría la continuidad de las prácticas tradicionales en la política colombiana, en las que el reparto de cargos sigue siendo una estrategia para mantener alianzas y evitar confrontaciones incómodas.
Por último, el exsenador aseguró que: “Las relaciones clientelistas y políticas de los políticos tradicionales y Gustavo Petro tienen por lo menos 16 años de estarse dando”.