Ingeniera danesa analizó las estrategias de reducción de velocidad que aplica Bogotá para prevenir accidentes viales

Infobae Colombia contactó a la ingeniera de seguridad vial en la Dirección de Carreteras de Dinamarca Anne Eriksson, para conversar sobre los instrumentos que deben implementar las autoridades distritales para contrarrestar los casos de siniestralidad

Un 42% de conductores en Bogotá excede los límites de velocidad, según un informe de Johns Hopkins - crédito Secretaría de Movilidad

Bogotá enfrenta un desafío importante en la reducción de las muertes viales, con 407 víctimas mortales registradas hasta el 30 de septiembre del 2024, de acuerdo con datos de la Secretaría de Movilidad. La mayoría de esas víctimas son motociclistas, lo que resalta la importancia de gestionar la velocidad como parte de la estrategia de seguridad vial de la ciudad.

Durante la XVIII Semana de la Seguridad Vial, el evento enfatizó en la necesidad de implementar medidas efectivas para abordar el problema de la siniestralidad y la velocidad. Desde la dependencia de Movilidad se presentó una estrategia integral que incluye la mejora de la infraestructura vial y el uso de cámaras de fotodetección para el monitoreo constante del tráfico.

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La entidad señaló que dichas herramientas tecnológicas, junto con los agentes de tránsito, permiten una vigilancia continua en puntos críticos, lo que contribuye a la reducción de accidentes. Además, está la implementación de campañas de comunicación y educación para concienciar a los conductores sobre la importancia de respetar los límites de velocidad.

El objetivo que tienen las autoridades es reducir 15% las fatalidades viales durante el actual cuatrienio, como parte del Plan Distrital de Desarrollo. Para lograrlo, se planean 35.000 intervenciones en el espacio público, enfocadas en mejorar la seguridad vial.

La secretaria de Movilidad, Claudia Díaz, destacó la importancia de la Semana de la Seguridad Vial como un espacio para reunir a expertos internacionales y discutir los retos en seguridad vial. “La reflexión y la discusión nos obliga a pensar en las víctimas más allá de una cifra”, afirmó Díaz al dar como importante la necesidad de no normalizar las tragedias diarias en las vías.

Las cámaras de fotodetección en Bogotá han reducido accidentes viales en un 21% en su área de influencia - crédito Colprensa

El exceso de velocidad es una práctica contraria normalizada por los conductores de Bogotá

De acuerdo con el más reciente informe sobre la situación de seguridad vial 2024, desarrollado por la Universidad Johns Hopkins, el 42% de los conductores sobrepasan los límites de velocidad, siendo los motociclistas los más infractores, con un 54%, lo que supera el límite en vías arteriales. Este comportamiento llevó a la Secretaría de Movilidad a reforzar la fiscalización del exceso de velocidad mediante controles en carretera y el uso de cámaras.

A partir de dicho panorama, Infobae Colombia se contactó con la ingeniera de seguridad vial en la Dirección de Carreteras de Dinamarca Anne Eriksson, que participó en los espacios de diálogo y reflexión de la XVIII Semana de la Seguridad Vial. Habló de los instrumentos que deben aplicar las autoridades distritales con el fin de contrarrestar los casos de siniestralidad por exceso de velocidad, además de considerar la pedagogía y la comunicación como herramientas claves para la cultura entre actores viales.

Entre enero y agosto de 2024, se realizaron 2,460 operativos de control de velocidad en Bogotá - crédito Secretaría de Movilidad

Eriksson dio a conocer qué instrumentos deberían emplear las autoridades para regular la velocidad en las zonas donde no hay acompañamiento policial, ni cámaras de fotomultas, es decir, en las zonas residenciales, de hospitales y de instituciones educativas.

“Yo creo que lo que se debería hacer es, en una manera, ver cómo está organizado la señalización y las medidas para bajar la velocidad, si están armonización con las calles. Puede ser que los usuarios de la vía, más que todos los conductores, tienen problemas en captar la relación entre su velocidad permitida y la relación con el entorno”, dijo.

La ingeniera sostuvo que, más allá de la desatención que puede registrarse en algunos conductores que transitan en las zonas donde la velocidad mínima en de 30 kilómetros por hora (km/h), ya sea porque están concentrados en solo la actividad de conducción o porque simplemente no sienten la rigurosidad de la ley al desobedecer las normas de tránsito, es necesario que las autoridades sumen en esas zonas instrumentos tecnológicos que pongan en evidencia la falta de los actores viales, que no solo sirvan como medidas de regulación sino también sancionatorias.

Sobre la realidad de los motociclistas, como los actores que más casos registran en accidentes viales por el exceso de velocidad, Eriksson decidió abordar la problemática, mirándola desde el campo de una educación cultural y preventiva durante su proceso de formación.

Para la ingeniera, es necesario que los centros de enseñanza automovilística (CEA) interioricen sobre las consecuencias que se pueden presentar cuando un conductor no cumple con lo señalado por las normas de tránsito, el cómo dichas prácticas contrarias a la norma puede evocar en tragedias que no solo le cuesta la vida a quien la cometió, sino también, a quien se encontraba en ese momento en la vía.

“Es superimportante mostrarles accidentes que han pasado, por ejemplo: por alta velocidad, o que han pasado por tomar alcohol, o porque no usan cascos, cosas así para concientizar a los que van a obtener su licencia. Y no pueden obtener su licencia sin pasar este tipo de cursos. Yo creo que eso es superimportante”, agregó.

Las cámaras de fotomultas y los 50 km/h: ¿los dispositivos idóneos para contrarrestar los siniestros por exceso de velocidad?

A mediados de julio de 2024, el concejal Humberto Amín, del Centro Democrático, logró que se incluyera en el Plan Distrital de Desarrollo ‘Bogotá Camina Segura’, una meta para llevar a cabo un estudio que determine la velocidad máxima que se puede tener en los principales corredores viales de la capital.

Con dicha medida, el cabildante pretende que se identifique las vías y tramos que puedan soportar velocidades superiores a 50 km/h, los establecidos en la Ley Julián Esteban, que busca reducir los accidentes viales, con el objetivo de modernizar la fluidez del tránsito y optimizar los tiempos de desplazamiento en Bogotá.

“Las cámaras de foto comparendo no salvan vidas. Eso es una realidad (…) Nosotros no queremos que en Bogotá anden como locos, pero que si nos dejen andar a velocidades más coherentes”, afirmó el concejal Humberto Amín, el 29 de septiembre de 2024.

Los motociclistas representan la mayoría de las víctimas fatales en accidentes de tránsito en Bogotá - @BogotaTransito / X

Teniendo en cuenta lo anterior, se le preguntó a Eriksson la utilidad, tanto para la fluidez de tránsito como de seguridad, de las velocidades implementadas en Bogotá, y en Colombia en general, de 30 km/h en zonas residenciales, escolares y de hospitales; y de 50 km/h en las vías de mayor tráfico vial.

Yo creo que 50 puede estar bien en algunas de las vías que son reguladas por semáforos, por ejemplo, donde hay buena infraestructura tanto para ciclistas y peatones. En las zonas residenciales, deben ser mucho más bajo de 40 a 30″, precisó.

A lo largo de XVIII Semana de la Seguridad Vial, la Secretaría de Movilidad destacó los resultados conseguidos gracias a la operación de las cámaras de fotodetección como instrumento clave para la reducción de velocidades, lo que permite reflejar una reducción del 21% de siniestros viales en un radio de 500 metros alrededor de los puntos de instalación.

Además, se destacó una disminución del 23% en el número promedio de comparendos diarios por exceso de velocidad. La mejora en la señalización, con bandas retroreflectivas y demarcaciones en el piso, son claves para aumentar la visibilidad de las restricciones de velocidad.

Hasta el 31 de agosto de 2024, se efectuaron 2.460 operativos de control de velocidad, lo que resultó en 10.881 órdenes de comparendo por infracciones de velocidad. También se llevaron a cabo 1.627 operativos de control de embriaguez, con 1.500 comparendos por conducir bajo la influencia del alcohol o sustancias sicoactivas.

“Negocio” de la Secretaría de Movilidad?

Aunque la dependencia de Movilidad defiende el uso de las cámaras de fotomultas como una herramienta idónea para la reducción de accidentes y el control de velocidades, en el Concejo son varios los cabildantes que aún ponen en tela de juicio dichos dispositivos, por lo que los definen como un “negocio” de la dependencia.

“Esto se convirtió (las multas – las fotomultas) en una fuente de ingreso significativa para la Administración y un gran negocio para los concesionarios. Aquí la utilidad no es salvar vidas, aquí es métale la mano al bolsillo de los bogotanos”, sostuvo la concejala Diana Diago, durante una sesión plenaria extraordinaria de debate de control político que se llevó a cabo el 26 de septiembre.

Es relevante señalar que la problemática del exceso de velocidad no es algo que solo le compete a las autoridades, sino también a la ciudadanía en general, en especial, a los conductores. O así lo están viendo concejales como Julián Forero, conocido como Fuchi, que por medio del trabajo en conjunto con un grupo de motociclistas circula por las calles bogotanas con pantallas pegadas en la espalda, con un propósito clave: sensibilizar, por medio de proyecciones, a los conductores sobre la importancia del respeto y la buena práctica vial.

Motociclistas y Julián Forero promueven seguridad vial en horas pico nocturnas - crédito Sala de Prensa de Julián Forero