En un esfuerzo por fomentar la reconciliación nacional y la convivencia política en Colombia, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, presentó un documento que detalla un acuerdo nacional compuesto por cinco puntos clave.
Este acuerdo busca abrir espacios de discusión entre partidos políticos, gremios, sindicatos y la sociedad civil.
La propuesta, que ha sido trabajada desde que Cristo asumió el cargo en julio, se centra en la erradicación de la violencia en la política, incluyendo un desescalamiento del lenguaje utilizado en los debates.
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“Nos comprometemos a promover desde el ejemplo, la recuperación de los valores democráticos, a desescalar el lenguaje en el debate y la deliberación política, a erradicar la estigmatización y a respetar la diferencia y el disenso en todos los escenarios”, se puede leer e n el documento de la cartera del Interior.
El primer punto del acuerdo se compromete a promover la recuperación de los valores democráticos y a respetar la diferencia y el disenso en todos los escenarios.
Este aspecto ha sido uno de los más debatidos, ya que sectores políticos y económicos han criticado el lenguaje utilizado por el presidente Gustavo Petro. El documento también rechaza la intervención de actores violentos en las elecciones, comprometiéndose a excluir de partidos y movimientos políticos a candidatos con vínculos con grupos ilegales.
El segundo punto del acuerdo enfatiza el respeto a las reglas y al calendario electoral vigente. Esto surge en respuesta a propuestas de cercanos al Gobierno de restablecer la reelección o prolongar el periodo presidencial, lo cual generó preocupación entre sectores opositores.
El acuerdo asegura que no se promoverán cambios en los periodos de los mandatarios de elección popular, buscando así fortalecer el sistema partidista.
“Acordamos garantizar la estabilidad de las reglas de juego democráticas en el corto, mediano y largo plazo en los niveles nacional, regional y local. No promoveremos la reelección ni la alteración de los periodos de los mandatarios de la rama ejecutiva de elección popular”, son las palabras textuales del documento.
El tercer punto del acuerdo se centra en el relanzamiento del acuerdo de paz con las extintas Farc, priorizando inversiones en los municipios PDET. El documento propone trabajar de manera articulada con alcaldes, gobernadores, comunidades y el sector privado para mejorar las condiciones de vida y seguridad de los habitantes de estos municipios.
En el cuarto punto, el acuerdo aborda el crecimiento económico con equidad, proponiendo un desarrollo rural integral y el fortalecimiento de la agroindustria. Se busca una transición hacia una economía productiva, incluyente y equitativa, basada en la educación, la tecnología y la estabilidad macroeconómica.
“Consideramos fundamental transitar de una economía con alta desigualdad y desempleo, hacia una economía productiva, incluyente y equitativa que proteja y conserve la naturaleza y cuya competitividad esté basada en la educación, el talento, la tecnología y la conectividad, la transición energética, la estabilidad macroeconómica y el fortalecimiento del Estado Social de Derecho”, señala el acuerdo.
Finalmente, el quinto punto del acuerdo se enfoca en las reformas sociales, destacando la necesidad de trabajar con todos los partidos políticos en la discusión de proyectos prioritarios de la agenda legislativa actual. Se busca un diálogo respetuoso y la construcción de consensos para la aprobación de estos proyectos.
“Acordamos trabajar con todos los partidos políticos representados en el Congreso, la discusión de un grupo prioritario de proyectos que hacen parte de la actual agenda legislativa, y de esta manera dar trámite para su aprobación, en el marco del respeto a la oposición, de la deliberación argumentativa, de la búsqueda constructiva de consensos y del dialogo respetuoso”, asegura el último punto.
Aunque el documento fue presentado, aún no se ha definido qué partidos, sectores económicos y sociales se adherirán al compromiso. La aceptación de estos actores será crucial para determinar el futuro del acuerdo nacional.
Este documento representa un avance en la búsqueda de un consenso nacional, después de dos años de discusiones sobre el tema por parte del gobierno de Petro.